Rodrigo de Dueñas, de origen humilde, terminó siendo Regidor de Medina del Campo, Señor de Hornillos y de la Nava y uno de los más importantes banqueros españoles de Carlos V

Rodrigo de Dueñas Hormaza, mercader, Regidor de Medina del Campo, Señor de Hornillos y de la Nava, fue uno de los más importantes banqueros españoles de Carlos V.
Procedente de una familia conversa (su abuelo había sido un judío tornadizo) de pocos recursos económicos, Rodrigo supo acumular una fortuna y ser uno de los más importantes prestamistas del Emperador Carlos V, llegando a formar parte de su Consejo de Hacienda.
Nació en Medina del Campo (Valladolid) a principios del siglo XVI siendo sus padres: Francisco de Dueñas, nacido en Medina del Campo, y María Teresa Puertocarrero. Se abuelo, Juan de Hormaza, fue el primero que vino a Medina procedente de Dueñas, era originario de la Montaña (Santander), de donde procedían los Hormaza.
Sus comienzos fueron como humilde comerciante negociando con paños. Cuando acumuló algo de capital formó una compañía con su padre y con quien sería su suegro, Pedro Cuadrado, para arrendar el cobro de alcabalas y otros impuestos en Medina del Campo.
A finales del siglo XV en Castilla existían unas grandes ferias que eran grandes centros de contratación internacional donde se intercambiaban mercancías entre Portugal y Castilla y a donde acudían los compradores de toda Europa para adquirir la lana de las ovejas merinas españolas. Entre ellas se encontraban las ferias de Medina del Campo. A principios del siglo XVI, Medina llegó a ser el centro de los pagamentos, créditos, prestamos y otras operaciones dinerarias, privadas y públicas, y el lugar de compensación y giro de letras de cambio.
Bajo la protección del secretario del Emperador, Francisco de los Cobos, y a la sombra de las actividades de la feria de su ciudad, Rodrigo fue prosperando y estableciendo relaciones con la comunidad financiera residente en la misma.
Durante el reinado de Carlos V existió un constante desequilibrio entre el coste de sus empresas gloriosas y la penuria de los medios disponibles para llevarlas a cabo. Situación que perjudicaba a la Hacienda Castellana pues Castilla era el único de los estados perteneciente al Emperador cuyos impuestos podían ser dedicados a gastos en cualquier territorio del imperio, cualquiera otro de los demás estados solo permitía que sus impuestos siempre fueran gastados en su propio territorio.
Rodrigo comenzó como prestamista en 1529, cuando, junto al genovés Francisco Lomellino, aportó el 50 por ciento del total de los 145.000 ducados prestados con destino a financiar el viaje a Italia del emperador Carlos.
A este primer empréstito al Emperador siguieron otros para financiar múltiples empresas imperiales, de forma que se convirtió en el prestamista castellano más destacado del período. Desde 1529 hasta 1546, concedió prestamos por importe superior a 1.121.000 ducados que le proporcionaron unos beneficios de más de 149.000 (más de un 13 por ciento de interés).
Durante tiempo, Dueñas no dejó de enriquecerse con el cobro de rentas del reino, haciéndose, además, con el monopolio castellano de la venta de naipes durante diez años.
Como todos los enriquecidos que procedían de las capas bajas de la sociedad, a la muerte de su protector Francisco de los Cobos en 1547, Dueñas buscó el ennoblecimiento social de él y de su familia. Empleó su dinero en la compra de propiedades, tanto rusticas como urbanas, consiguió hacerse con el cargo de regidor de Medina del Campo y fundó un mayorazgo en 1553.
Se había casado Catalina Cuadrado, con la hija de uno de sus primeros socios, Pedro Cuadrado. El matrimonio tuvo varios hijos. El mayorazgo fue establecido en favor de su hijo Francisco e incluía, además de un considerable capital, los señoríos de Hornillos y de la Nava. Mayorazgo que su hijo Francisco incrementó con el señorío de Bayona. Francisco se casó con Mariana Beltrán, descendiente del rey Pedro I de Castilla.
Ese mismo año, 1553, Rodrigo alcanzó su máximo protagonismo en la Corte al ser nombrado miembro del Consejo de Hacienda por el príncipe Felipe en funciones de regente.
Durante el reinado de Carlos V solamente se nombraron dos conversos para el Consejo de Hacienda: uno, al principio del reinado, Alonso Gutiérrez de Madrid; y otro, al final de este, Rodrigo de Dueñas; y en ambos hubo problemas por su procedencia.
Al nombramiento de Rodrigo se opusieron miembros del Consejo por considerar que la entrada de un converso menoscababa el prestigio de la institución , además del secretario Francisco de Eraso, por lo que dos años más tarde, Rodrigo fue despedido del Consejo.
Rodrigo murió en 1558 en Medina del Campo.
En su palacio, Palacio de los Dueñas, se alojó Carlos V en su camino al retiro del Monasterio de Yuste.
En Medina, Rodrigo fundó el Convento de la Magdalena y el Colegio de la Compañía de Jesús.
Joaquín de la Santa Cinta, autor de «50 héroes españoles olvidados» y “50 mujeres españolas extraordinarias”
(Fotografía Palacio de Dueñas, gentileza Tomás b)
Para saber más:
- Diccionario Biográfico. Real Academia de la Historia.
- Cañada Quesada, Rafael. Expedientes de Limpieza de Sangre conservados en el Archivo de la Catedral de Jaén. 1ª Parte.
- García Chico, Esteban. El Convento de lal Magdalena de Medina del Campo.
- Carande, Ramón. Carlos V y sus banqueros. La vida económica de España en una fase de su hegemonía: 1516-1556. Madrid, 1943 (Revista de Occidente).
- Martínez Millán, José; De Carlos Morales, Carlos J. Conversos y élites de poder en Castilla durante la primera mitad del siglo XVI: Rodrigo de Dueñas, consejero de Hacienda de Carlos V. Departamento de Historia Moderna. U. A. de Madrid.