Félix de Azara, el ingeniero militar que se convirtió en uno de los mejores naturalistas y geógrafos españoles y europeos de Sudamérica, territorio que estudió durante 20 años
El ingeniero militar español que estuvo investigando la flora, fauna, etnografía y la historia del territorio de Sudamérica durante 20 años. Además de estudiar su geografía lo cartografiaba. Realizó una gran labor científica y se convirtió en uno de los mejores naturalistas y geógrafos españoles y europeos de la región.
Félix de Azara y Perera nació en Barbuñales (Huesca), en 1742, en una familia noble. Sus padres: Alejandro de Azara, Barón de Pertusa, y María de Perera. El matrimonio tuvo siete hijos, todos ellos alcanzaron puestos relevantes en la sociedad de la época.
Inició su formación en la Universidad de Huesca donde estudió Derecho y Filosofía, pero los abandonó para seguir la carrera militar, alistándose como cadete en el Regimiento de infantería Galicia. En 1765 ingresó en la Academia de Matemáticas de Barcelona donde se preparaban los Ingenieros Militares del Ejército Español.
Dos años más tarde alcanzó el empleo de subteniente de Infantería e Ingeniero de los Ejércitos Españoles.
Siguió su carrera como ingeniero militar realizando trabajos propios de ingeniería en diversos lugares de España.
En 1775 participó en la desgraciado desembarco en Argel donde fue herido de gravedad. Cinco años más tarde fue ascendido a teniente coronel y destinado a la guarnición de San Sebastián.
En 1781, estando allí destinado, se le ordenó presentarse de forma urgente en la Embajada Española en Lisboa donde se le informó de que había sido propuesto como miembro de la Comisión de Limites. El tratado de San Ildefonso de 1777 entre España y Portugal creaba unos grupos de trabajo conjuntos para delimitar los límites entre los territorios españoles y portugueses en Sudamérica, la Comisiones de Limites.
Como España estaba en guerra contra Gran Bretaña como parte del apoyo español a la independencia de Estados Unidos, los componentes de la comisión embarcaron en Lisboa en un buque portugués. Como la comisión la formaban oficiales de la Armada, se consideró conveniente nombrar a Azara Capitán de Fragata. Desembarcaron en Rio de Janeiro para, a continuación, desplazarse a Montevideo.
Los componentes de la comisión eran cuatro oficiales españoles, cada uno destinado a uno de los cuatro grupos demarcadores. Azara fue enviado a la Región del Plata.
Los portugueses no estaban muy interesados en fijar los límites y no se presentaron a las citas fijadas con Azara ni en Rio Grande ni en Asunción.
Sin poder cumplir la misión encomendada, y teniendo que permanecer en Sudamérica, Azara se dedicó a describir: la región, las costumbres de sus habitantes, la flora, la fauna y al levantamiento de planos topográficos.
En 1796 fue trasladado a Buenos Aires para inspeccionar y organizar la zona sur de Virreinato del Rio de la Plata. Esta zona era una región fronteriza, muy insegura, en constante lucha con los nativos, con la misión de realizar un reconocimiento del terreno, organizarlo y hacer avanzar la frontera hacia el sur.
Ese mismo año envió a su hermano Nicolas, a la sazón embajador de España en París, su primer manuscrito sobre los Cuadrúpedos de Paraguay. La obra fue traducida al francés por el naturalista barón de Cuvier y publicada en 1802 con el título Essais sur l´historie naturelle des quadrupèdes de la province du Paraguay.
Su obra es un compendio descriptivo sobre la zoología, geografía y etnografía del Virreinato del Rio de la Plata, obra que influyó, decisivamente, en el pensamiento ilustrado y ayudó a naturalistas posteriores como Charles Darwin, quien llevaba los libros de Azara en sus viajes.
Por fin, en 1801, fue autorizado a regresar. Habían transcurrido 20 años desde su partida hacia Sudamérica y regresó convertido en un prestigioso geógrafo y naturalista que había realizado una importante labor científica en las regiones sudamericanas que visitó.
Fijo su residencia en Paris junto a su hermano, allí conoció a importantes naturalistas y fue aceptado por las más prestigiosas sociedades científicas.
Fue ascendido al empleo de brigadier en 1802 y, a su regreso a España después de la muerte de su hermano, en 1805, fue nombrado miembro de la Junta de Fortificaciones.
Permaneció soltero y fue miembro fundador de la Real Sociedad Económica de los Amigos del País.
Murió en su pueblo en 1821.
Entre sus obras publicadas se encuentran, además de la indicada sobre los cuadrúpedos de Paraguay, las siguientes: Viajes por la América meridional; Descripción e Historia del Paraguay y del Rio de la Plata; Viajes inéditos de Don Félix de Azara desde Santa Fe a los pueblos de la Asunción, al interior del Paraguay y a los pueblos de Misiones; y Geografía física y esférica de la Provincia del Paraguay y Misiones Guaraníes.
Joaquín de la Santa Cinta, autor de «50 héroes españoles olvidados» y “50 mujeres españolas extraordinarias”
Para saber más:
- Diccionario Biográfico. Real Academia de la Historia.
- Fernández Verdú, T; Almarcha Martínez, F. Félix de Azara y la condición de naturalista. Cuadernos de biodiversidad.
- Contreras Roque, Julio Rafael; Ballarín Iribarren, Ignacio. Tras las huellas de Félix de Azara (1742-1821), ilustrado altoaragonés en la última frontera sudamericana. Primeras Jornadas Azarianas. Madrid-Huesca 2005
- Félix de Azara. Fundación de Historia Natural.
- Capel, Horacio. El ingeniero militar Félix de Azara y la Frontera Americana como reto para la ciencia española.