Los mosquitos en verano son molestos pero poco más: Consejos para evitar su picadura y remedios para combatir su picor, dolor e hinchazón. Un artículo del doctor Juan José Granizo
Desde la noche de los tiempos los artrópodos y los roedores han sido el vehículo de transmisión de numerosas enfermedades infecciosas.
En Salud Pública llamamos a este conjunto de animales con el tecnicismo de “vectores”, lo que incluye garrapatas, pulgas, moscas, mosquitos y pequeños roedores.
Algunas de las enfermedades infecciosas más frecuentes a escala global, como la malaria, el dengue y la fiebre amarilla son transmitidas por vectores, en concreto por mosquitos.
La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un plan de control de estos vectores a través de su Dirección General de Salud Pública, que actualiza la vigilancia y las medidas a tomar, una vez que en España se están observando nuevos vectores que pueden tener importancia para la Salud Pública.
Es una medida necesaria dados los cambios en la climatología que se están experimentando, lo que favorece la presencia de artrópodos que eran propios de otras latitudes y los constantes movimientos de personas y mercancías que facilitan la movilidad de estos pequeños animales a grandes distancias.
Los mosquitos son los vectores más molestos y frecuentes.
Afortunadamente, las especies locales de mosquitos, hablo de la comunidad de Madrid, no transmiten enfermedades normalmente (salvo la Leishmania) y el problema queda reducido a las molestias locales que ocasionan las picaduras, que van poco más allá del picor y un antiestético ronchón que dura un par de días.
En España, desde hace una década, se han detectado colonias del llamado mosquito tigre (Aedes albopictus, en terminología científica) pero están limitadas al Levante, por el momento.
Se encontraron huevos de esta especie en nuestra comunidad en octubre del año pasado, pero esto no significa que se vaya a establecer en nuestra región.
Para prevenir las picaduras de los mosquitos es necesario observar algunas medidas básicas. La mayoría de los mosquitos pueden volar solo a baja altura por lo que su presencia es más frecuente en las plantas bajas y aquellas habitaciones que tengan salida directa a parques, jardines y zonas verdes.
La actividad de los mosquitos es máxima a la salida y a la puesta del sol, pero como es sobradamente conocido, los mosquitos y otros insectos son atraídos de noche por la luz, de manera que la cercanía de un punto de iluminación aumenta las probabilidades de sufrir una picadura.
Las corrientes de aire, ventiladores o aires acondicionados, arrastran a los mosquitos. Si sabemos aprovechar ese efecto nos puede proteger de ellos, pero si estamos en el flujo de la corriente, podemos encontrarnos con un mosquito a una considerable distancia de su foco de origen.
Las medidas más eficaces para protegernos de los mosquitos pasan por instalar mosquiteras en las ventanas y puertas. En zonas tropicales o con mucha presencia de mosquitos, las mosquiteras pueden cubrir las camas, ofreciendo una protección simple y eficaz.
Existen en el mercado una amplia gama de difusores eléctricos de insecticida pero si va a salir al jardín, será más eficaz una loción repelente de uso tópico.
Debe elegirse un producto que contenga dietiltoluamida (DEET) que está considerado como el más eficaz repelente. Eso sí, no lo utilice en niños menores de dos meses.
Si emplea una crema de protección solar, ponga ésta primero y luego el repelente.
Estudié mi carrera en el Hospital Central de la Defensa, el Gómez Ulla, y muchos de mis profesores que habían estado en Guinea, el Vietnam o Centroamérica eran capaces de emplear como repelentes desde el aguarrás al gasoil. Indudablemente, repelen a los mosquitos y a los humanos, pero no se lo puedo recomendar.
Usar ropa larga, que cubra lo máximo posible y de color claro y no brillante es una medida válida. La sudoración y los olores fuertes atraen a los mosquitos, por lo que una buena higiene es importante. Las colonias, aerosoles para el pelo o desodorantes que desprendan olores dulces son particularmente atractivos para estos bichos, por lo que no están indicadas.
Para prevenir el crianza de los mosquitos es fundamental evitar agua estancada, ya que las larvas se desarrollan en aguas someras. Evite el exceso de riego en jardines, pero muy especialmente, evite que quede agua encharcada o detenida en macetas, platos u otros recipientes o canalizaciones.
Piscinas, estanques y albercas necesitan de un adecuado mantenimiento y un tratamiento eficaz de las aguas.
Pero si a pesar de todos sus esfuerzos sufre una picadura, sepa que el picor, el dolor y la roncha posteriores son consecuencia de una proteína anticoagulante que inocula el mosquito y que le permite chuparnos la sangre con total placidez.
Esta proteína es reconocida como algo extraño por nuestro sistema inmune lo que ocasiona una reacción alérgica e inflamatoria local.
Esta reacción es leve y limitada en el punto de inoculación, pero como todo proceso alérgico, la intensidad y duración de los síntomas dependen de cada persona.
Es muy raro que las picaduras de mosquito ocasionen síntomas más allá de lo descrito, pero es posible en niños. Los adultos, a fuerza de sufrir repetidas picaduras, normalmente se desensibilizan llegando en ocasiones a desaparecer toda sintomatología.
Si el picor es importante se puede tratar con una crema que contenga hidrocortisona varias veces al día hasta que los síntomas desaparezcan.
Juan J. Granizo, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública