Consideraciones de un viejo analista pozuelero sobre las primeras aspiraciones del desnortado gobierno de saldo u ocasión que preside don Pedro Sánchez. Un artículo de El Cabo Possuelo
¡Pedro Sánchez por fin habló! Parece que ha renunciado transitoriamente a servir de modelo fotográfico: con gafas, con la perrita, con la Merkel, con Obama e incluso con el QuimTorra.
Pero, ¿qué ha dicho? Pues salvo lo de resucitar a Franco nada nuevo, se ha limitado a repetir propósitos ¿o despropósitos? que ya habían dicho sus ministras y que parece nos van a llevar a un nuevo zapaterazo, a una crisis económica como la que nos dejó el aludido. Estoy un tanto asustado.
Y es que cuando veo en los periódicos las aspiraciones del desnortado gobierno de saldo u ocasión que preside don Pedro Sánchez, sustituto del indolente y huidizo Rajoy, no puedo quitarme de la cabeza tres ideas.
Una es el conocido principio de Peter: en una sociedad jerarquizada todo empleado tiende a ascender hasta alcanzar su nivel de incompetencia y a partir de entonces todo va peor.
Dos, la que exponía un alcalde mi pueblo: otro vendrá que bueno me hará.
Y tres, como Pedro Sánchez siga cautivo y sin rumbo, como hasta ahora, puede que tras las próximas elecciones haya que llamarlo Pirro o, lo que es peor, que Sánchez deje una España tan invertebrada como la Córdoba califal que dejó un casi tocayo suyo, un tal Sanchuelo (año 1009).
Para que mis ideas no parezcan gratuitas e infundadas del todo pongo ejemplos. Me he fijado más en las ministras que en sus colegas masculinos porque soy un feminista convencido y creo, sin ninguna reserva, que la mujer es el ser más hermoso e inteligente de la creación.
El más significativo de los casos en los que me he fijado es el de una mujer estudiosa e incluso brillante en lo suyo como doña Carmen Calvo, quien al ser vicepresidenta y ministra de Igualdad se convierte en filóloga y dice algo tan original como “hablar en masculino traslada al cerebro sólo imágenes masculinas”. Y por eso, para evitar imágenes sólo masculinas, pide a la RAE que haga una corrección lingüística de la Constitución ya que ésta habla de ciudadanos y no de ciudadanas.
Sospecho que doña Carmen se ha quedado corta. También ha podido pedir que se revise la literatura y obras como el Tenorio, por ejemplo, pasen a formar parte de un Índice de Libros Machunos y que sean borradas de los libros de texto.
Esa parvedad de propósitos se manifiesta también en su indiferencia con los nombres y los apellidos. Para que su cerebro no tenga sólo imágenes masculinas y dada su condición de vicepresidenta debiera proponer una ley según la cual los apellidos de las mujeres, siempre que sea posible, lleven el género gramatical femenino y los de los hombres el masculino. Ella pasaría a llamarse Carmena Calva.
Este cambio del género gramatical, que para ser ejemplar debiera comenzar por los de las ministras y ministros, daría mucho juego. Además de la vicepresidenta apellidada Calva existiría una ministra Calviña, otra sería María Jesusa Montera. A ellas se les unirían Carmena Montona, Margarita Encinas (porque Robles no tiene femenino), Magdalena Valeria, Penas (en lugar de Dolores) Delgada, Reinas (Reyes es masculino) Marota. Un ministro pasaría a llamarse Luis Planos.
(Como se ve el número de tonterías que pueden decirse por cuestiones de género gramatical es infinito, así que animamos a doña Carmen Calvo para que no decaiga y siga proponiendo genialidades).
Y por si lo anterior fuera poco, recordamos que alguien, no sabemos si la señora ¿Calva? o su primo ideológico el jefe de Unidos JPodemos, ha propuesto que para perseguir a los violadores se prohíban, e incluso se multen, los piropos. También aquí quien sea se queda corta/corto y puede que hasta llegue tarde.
Según me dice un jurista, el Código Penal publicado el 13 de septiembre de 1928 (gobierno del dictador Primo de Rivera) en el Título IV “De las faltas contra la moralidad pública”, artículo 819 ya hablaba de castigar a los bocazas. Además, los de Unidos JPodemos proponen que se aplique a los violadores la castración química. Para no quedarse corta la vice podría proponer la emasculación. (Si a Unidos JPodemos le quitamos la P queda mejor definido).
Otras distinguidas damas del gobierno también muestran originalidad en sus ideas. Así, doña María ¿Jesusa Montera? quiere gravar el ahorro, los beneficios de la banca e incluso las propinas que reciben los camareros. También se queda corta.
Un colega me sugiere que la Hacienda Pública podría colocar de forma obligatoria grabadores de videos en todas las camas. En primer lugar, ello serviría para comprobar (como quiere doña ¿Carmena Calva?) si la mujer quiso o no quiso, y en segundo lugar para cobrar un impuesto de forma proporcional a las alegrías recibidas por ambos. El acostarse en un lugar que no fuera la cama sería considerado defraudación fiscal.
Como la señora de Hacienda no dice que servicios quiere mejorar con la subida de impuestos no queda más remedio que sospechar: ¿a qué compis va a subvencionar para que sigan viviendo sin dar ni golpe, pero aplaudiendo con entusiasmo como, según dice la oposición, ha hecho doña Manuela en el ayuntamiento de Madrid?
La ministra doña Ribera quiere cargarse el diesel porque según los entendidos, el diesel es antiguo desde antier. El paro en las refinerías, el encarecimiento de los transportes por carretera, las casas que deberían cambiar su sistema de calefacción le tienen sin cuidado. ¡Hay que ser modernos! El carbón y las centrales nucleares también son anacrónicos, luego que se vayan a la nada y que cada cual se arregle como pueda.
La de Educación, como cualquier ministro del ramo e ideología que se estime, quiere cambiar la ley y crear una asignatura que bien podría llamarse Formación del Espíritu Cívico (¿sustituta de la franquista Formación del Espíritu Nacional?), que a los alumnos no se les suspenda, que la verdad histórica sea maniqueísta y que los hijos de los asalariados catalanes sigan saliendo semianalfabetos en español gracias a la inmersión lingüística obligatoria en la enseñanza pública pero voluntaria en la concertada.
Que esto último lo aplaudan los burgueses cataluñeros que llevan a sus hijos a colegios privados y de enseñanza trilingüe es lo normal (a los rufianes incultos se les engaña mejor) pero que lo haga un partido que se apellida Obrero y Español es contradictorio con su propio nombre.
Todo lo dicho anteriormente no serían más que tonterías del abajo firmante si no fuera porque como las izquierdas en general, y las españolas en especial, creen ser las únicas que están en posesión de la verdad (lo que les lleva a ser dogmáticas) cabe el peligro de que el gobierno cautivo que tenemos (y que como diría mi abuelo andaluz en lenguaje hoy políticamente correcto “quien tiene el ano arrendado no puede defecar a gusto”) se dedique a imponer sus ocurrencias antedichas.
Mucho nos tememos que la izquierda española se siga haciendo la pregunta que Lenin le dio como respuesta a Fernando de los Ríos cuando éste abogaba por la libertad: ¿libertad para qué?
Posiblemente, sea por eso por lo que el jefe de Unidos JPodemos, (que es el más importante ideólogo de la izquierda) dijo antes de irse a Galapagar que los medios de comunicación debían tener un control gubernativo (¿eso antes no se llamaba censura?) y haya exigido que se le entregue el control de la RTVE (“dame los telediarios”) para, que fiel a su apellido, intente catequizarnos a todos. Y por eso llama fachas, franquistas e incluso trogloditas a quienes no admiten su autoridad intelectual.
Si la izquierda está desnortada y no sabe dónde va no está mucho mejor la derecha. El pasotismo de Rajoy la ha dejado hecha una mierda. Otro día hablaremos de ella.
El Cabo Possuelo