Este fin de semana cambia la hora: su impacto en la salud. Un artículo del Dr. Juan José Granizo

Este próximo fin de semana nos trae el primero de los fastidiosos cambios de hora que las autoridades nos imponen en aras de un supuesto ahorro energético, así que es buen momento para hablar de cómo nos afecta esta medida desde el punto de vista de la salud.
La semana pasada hablábamos de la que nuestro organismo se regula con un ciclo de unas 24 horas, de ahí su nombre de ritmo circadiano. Este ciclo está dirigido por la luz solar y su efecto más evidente es la organización de los ciclos de sueño y vigilia, por lo que cualquier cambio de hora tiene un impacto en la cantidad y calidad del sueño hasta el reloj interno se adapta de nuevo.
El cambio de hora es parecido al «jet lag» que padecemos cuando hacemos viajes largos. Los viajes hacia el este son peor tolerados por que nos hacen perder horas de sueño, como ocurre con este cambio primaveral, mientras que los viajes al oeste, al darnos más horas, son mejor aceptados por el organismo.
En general, los expertos creen que en menos de una semana nuestro ritmo circadiano se habrá adaptado al cambio de hora, aunque las personas mayores de 50 años son más lentas en su respuesta.
Hasta que se produce la adaptación, los síntomas que se pueden percibir son subjetivos y de intensidad leve: somnolencia, irritabilidad, pérdida de concentración y una cierta astenia.
Más allá de estas alteraciones de ánimo no es fácil encontrar otros efectos en la salud, ya que el impacto, de existir, sería pequeño y por tanto difícilmente medible en una investigación.
Aún así, en los últimos años se han hecho estudios que parecen demostrar, en hombres, un leve aumento de la incidencia de infarto agudo de miocardio, suicidio y accidentes de tráfico en los días posteriores al cambio de hora primaveral, no así en el de otoño. Pero todavía es pronto para confirmar estos efectos: se necesitan más datos para llegar a una conclusión bien fundada.
De cualquier forma, si podemos dar unos consejos que les ayuden a llevar mejor el cambio horario:
– Haga un poco de ejercicio diariamente. Es mucho mejor si lo hace al aire libre para que el organismo perciba la luz del sol.
– Mantenga los mismos horarios de sueño durante todo el año. Procure dormir unas siete horas diarias.
– Limite la ingesta de cafeína y alcohol, especialmente por la tarde, ya que alteran seriamente el sueño.
– Si se lo permite el trabajo o sus obligaciones, adapte su actividad y las comidas al nuevo horario de manera progresiva unos días antes del cambio de hora.
Juan J. Granizo, Doctor en Medicina, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública
El cambio de horario por ahorro energético tiene defensores y detractores pero es una directiva europea. Lo que no me explico es por qué a estas alturas seguimos en un huso horario que repercute negativamente en la salud. Sería tan fácil como no adelantar el reloj el sábado. ¿Qué nos lo impide? Si no se hace este año, no se hará nunca.
Muchas gracias por su participación. Saludos
Buen artículo.
Tremendo que sigamos teniendo el mismo horario y huso solar que Alemania y Polonia, situadas a más de 1.000 Km de distancia de España, increíble. Deberíamos tener el horario GMT+0 y no el GMT+1.
En la página web http://www.cambiodehora.es explican de forma muy sencilla todo lo relacionado con el cambio de hora.
Gracias por la participación. Saludos.