El teniente José González Seisdedos dio su vida por España en la defensa del poblado de Arroyo Blanco, en la actual República Dominicana, por lo que recibió la Laureada de San Fernando
El primer teniente de infantería del Regimiento Alfonso XIII N.º 62 José González Seisdedos fue condecorado a título póstumo con la Cruz Laureada de San Fernando pensionada con 1.000 pesetas anuales (R.O. de 4 de julio de 1901, D.O. N.º 145 de fecha 6 de julio de 1901), trasmisibles a su viuda Peregrina Rivadulla y Cabeza, por la defensa del poblado de Arroyo Blanco el 27 de enero de 1897, en la actual República Dominicana.
El poblado fue atacado por las fuerzas insurrectas, cuyo número ascendía a unos 6.000 hombres, siendo el de los defensores de 250 soldados distribuidos en siete fortines, uno de los cuales se había confiado al primer teniente González Seisdedos, con 16 individuos a sus órdenes.
El líder de los insurrectos, el dominicano Máximo Gómez, había planeado la campaña de la Reforma o de las Villas, llamada así porque tuvo como centro el potrero del mismo nombre. Se desarrolló en territorio de la provincia de Sancti Espíritu en la zona comprendida entre los ríos Jotibonico del Norte y del Sur y la Trocha de Júcaro a Morón. La idea era atraer grandes masas de las fuerzas de operaciones españolas sobre sí mismo, batirlas y entretenerlas en una zona de apenas 250 km². Era una zona que el cabecilla conocía bien desde la guerra anterior de los Diez Años y reunía las características adecuadas para la guerra irregular que concibió.
El primer ataque de la campaña lo realizó sobre el poblado de Arroyo Blanco. Comenzó el día 27 de enero y duró hasta el día 2 de febrero. Los atacantes eran las partidas combinadas de los cabecillas Máximo Gómez, Francisco Carrillo y José Miguel Gómez. Atacaron el poblado varias veces durante los seis días, pero no pudieron tomarlo, teniendo que retirarse al aproximarse dos columnas españolas de socorro.
Desmantelado el fortín por el fuego de cañón del enemigo, que destruyó el techo produciendo su derrumbamiento y causando contusiones y asfixia de la mayoría de los soldados que lo defendían. El primer teniente González Seisdedos, reanimando su gente, la colocó en el foso, desde donde siguió defendiendo el puesto, que sin duda alguna fue el que sufrió el principal ataque de los insurrectos, dando pruebas de serenidad y valeroso ejemplo, continuando en su puesto a pesar de haber sido herido mortalmente, hasta que por disposición del comandante militar del poblado fue retirado y conducido al hospital, donde falleció a las cuatro horas, no sin protestar de que se le hubiera hecho abandonar su puesto.
El poblado de Arroyo Blanco estaba situado en las lomas de Santa Clara, pertenecía al municipio de Jatibonico, provincia de Sancti Espíritus, y el nombre proviene del arroyo que corre en sus cercanías conocido por Arroyo Blanco por el fondo calizo del mismo.
José Seisdedos había nacido en Granada en 1866, ingresó en el Ejercito como soldado a los 19 años para cumplir su servicio militar en el Batallón de Cazadores de Tarifa donde alcanzó el empleo de sargento segundo. Licenciado al cumplir su período de servicio, se reenganchó en 1889 en el Regimiento de Infantería de Isabel la Católica donde volvió a obtener el empleo de sargento segundo.
En 1891 ingresó en la Academia General Militar donde acabó sus estudios en 1894 con el empleo de segundo teniente y con destino al Regimiento de África, de guarnición en Ceuta.
Destinado al Ejército de la Isla de Cuba, se incorporó en 1895 al Regimiento de Alfonso XIII siendo ascendido a primer teniente al año siguiente.
Participo con su Regimiento en las operaciones de campaña de la provincia de Puerto Príncipe hasta que en abril de 1896 fue destacado al poblado de Arroyo Blanco, estando de guarnición en dicho poblado, este fue atacado en enero del año siguiente en cuyo combate halló la muerte gloriosa.
Joaquín de la Santa Cinta, Ingeniero aeronáutico, economista e historiador
Para saber más:
- O. N.º 145 de fecha 6 de julio de 1901.
- 1898, La incierta victoria de Cuba. Luis Navarro García. U. de Sevilla.