Hoy, La Expedición española más ambiciosa del siglo XVIII: La mandaban los capitanes de fragata Alejando Malaspina y José Bustamante y Guerra para delimitar los fines del imperio (II)
La primera escala de las dos corbeta fue en Montevideo a donde llegaron el 13 de septiembre. Permanecieron dos meses visitando Buenos Aires y el estado de la colonia de Sacramento. Realizaron mediciones geodésica y astronómicas, confeccionaron cartas marinas del área, además de estudios naturalistas y etnográficos.
El domingo 15 de noviembre, los dos navíos enfilan rumbo al cabo de Hornos costeando el litoral patagónico con una primera parada en Puerto Deseado (actual puerto pesquero en la provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina, en la orilla norte de la ría Deseado), donde desembarca un destacamento en busca de loa famosos “ gigantes patagones”, encuentran y establecen contacto con los patagones para descubrir que los citados gigantes no existen, eran lo que se dice hoy día: ”una leyenda urbana”.
Continuaron navegando rumbo a las islas Malvinas. El día 14 de diciembre, arriban al Puerto de las Cruzadas en la isla Trinidad, al noroeste de la isla Gran Malvina (actual puerto Egmont en la isla Saunders), punto estratégico y lugar adecuado para proceder a tareas de avituallamiento previo al peligros paso por el cabo de Hornos.
Diez días más tarde abandonan las Malvinas camino del cabo de Hornos que cruzan, los últimos días del año 1789, inmersos en una temperatura gélida, a pesar de lo cual, continúan tomando medidas geodésicas y observaciones astronómicas de las costas del cabo.
Una vez alcanzado el Océano Pacífico empiezan a navegar costeando la costa de Chile hasta alcanzar las islas del archipiélago de Chiloé, fondeando el 5 de febrero de 1790 en el puerto de San Carlos (actual Ancud), en parte norte de la isla grande de Chiloé. Saludan al gobernador y proceden a realizar sus actividades científicas, durante su estancia se consiguió contactar con los indígenas huiliches, habitantes de la costa continental de Chile (actual provincia chilena de Osorno) y que habían firmado la paz con los españoles hacía poco tiempo.
La estancia en Chiloé fue corta, el día 19 de febrero pusieron rumbo norte, ascendiendo por el litoral oeste de Chile prosiguiendo su labor cartográfica de la costa.
El 24 de febrero fondearon en la bahía de Talcahuano (situado en la zona central de Chile, en la provincia de Concepción de la región del Biobío). Después de terminar sus labores científicas, Malaspina decidió que las dos corbetas se separaran, la Atrevida, a sus órdenes, costearía hasta el puerto de Valparaíso, mientras la Descubierta se dirigiría a la famosa isla de Juan Fernández para volver a reunirse en Valparaíso.
De esta última ciudad salieron el día 14 de abril rumbo a Coquimbo (ciudad situada en la Región de Coquimbo, en el Norte chico de Chile), cuatro días más tarde desembarcaron en el puerto de la Herradura en las proximidades de la ciudad. Además de las labores habituales, analizaron las minas de oro, plata, cobre y, especialmente, la de mercurio (dada la importancia de este metal en las operaciones de amalgamado de la plata) descubiertas en la zona de Punitaqui y Andacollo.
El día 30 de abril dejan el puerto rumbo a El Callao donde arriban el día el 20 de mayo. Durante la navegación, las dos naves se separan para que la Descubierta pueda examinar y cartografiar las islas Desventuradas.
En El Callao estuvieron cuatro meses, hasta finales de septiembre de 1790. Este período de tiempo la dedicaron a recoger datos científicos, históricos y comerciales de uno de los principales Virreinos de la América española, además de realizar una revisión de los dos navíos. Se procede a reparar la más necesarias y urgentes, dejando otras para ser reparadas el llegar al fondeadero de San Blas, en las costas mejicanas (actual Estado mejicano de Nayant).
El día 20 de septiembre embarcan rumbo a Guayaquil (ciudad de Ecuador, situada en las orillas del rio Guayas), fondean en las proximidades de la ciudad a primeros de octubre. Mientras unos expedicionarios realizaban las labores científicas propias de la expedición, las corbetas realizaron un corto viaje hacia el archipiélago de las Islas Galápagos, explorándolas y regresando a Guayaquil a recoger a los desembarcados.
El 28 de octubre navegan hacia la bahía de Panamá. Llegan el día 16 de noviembre y durante su estancia estudian el istmo, recorren los ríos del territorio donde vuelven a ver la posibilidad (ya apuntada anteriormente) de comunicar los dos océanos haciendo un canal a través de los 50 km de anchura del istmo en su parte más estrecha.
El día 12 de diciembre levan anclas con rumbo a Acapulco, previa parada en la Isla de Taboga, situada en el golfo, donde rellenan las pipas de agua.
A los pocos días de navegación caen en una zona de calma chicha, calma que dura lo que queda de año. A primeros del año 1791, las condiciones atmosféricas mejoran y el tiempo perdido en la clama hace que Malaspina decida que las dos corbetas viajen por separado para cumplir con la fechas prevista de llegada a San Blas, así, la Atrevida navegará con rumbo directo a Acapulco y San Blas, mientras la Descubierta seguirá costeando rumbo al puerto de El Realejo (ciudad del departamento de Chinandega en Nicaragua) a donde llega el día 17 de enero.
A final de enero la Descubierta pone rumbo a Acapulco. Las condiciones de navegación vuelven a ser desfavorables y hasta finales de marzo no fondea en el citado puerto.
Entretanto, la Atrevida había llegado el mismo puerto a primeros de febrero. Después de esperar 20 días y embarcar a los dos oficiales cartógrafos, José Espinosa y Ciriaco Cevallos, recientemente llegados de España, acopiar agua y leña y algunos alimentos, parte rumbo al fondeadero de San Blas a finales de febrero. Llega a su destino a finales de marzo.
San Blas (ciudad situada en el estado mexicano de Nayarit, en la costa del Océano Pacífico) era uno de los dos principales puertos del Virreinato de Nueva España y era la base de donde partían todas las expediciones de exploración españoles rumbo al Pacífico Norte. Al llegar a puerto, Bustamante desconoce donde se encuentra Malaspina y recibe la noticia procedente de la secretaría de Marina de que la expedición debe partir rumbo al norte en busca del famoso Paso del Noroeste, un hipotético estrecho que comunicaría por el Norte a los dos Océanos a semejanza del cabo de Hornos en el Sur. Decide esperar hasta el día 24 de abril y, sino recibe noticias de la Descubierta, emprender la exploración que le habían ordenado.
Pero la Descubierta había llegado a finales de marzo a Acapulco, donde Malaspina conoce las órdenes recibidas de la península. Ordena la vuelta de la Atrevida a Acapulco. Organiza la expedición al Norte y los trabajos previstos en el Virreinato. El retraso en sufrido en las calmas en la zona Centroamericana había convencido a Malaspina de la necesidad de suspender las exploraciones de la costa noroeste, pero las órdenes recibidas le obligan a cambiar de parecer.
La Atrevida regresa a Acapulco y Malaspina decide dividir la expedición: las dos corbetas continuaran el viaje de exploración del noroeste en busca del paso mientras dos comisiones (una geográfica y otra y otra de historia natural) se quedan en Nueva España para realizar los estudios pertinentes. Los integrantes de estas dos comisiones son: Alcalá Galiano, Arcadio Pineda, Martín Olavide, Manual Morales, Luis Neé y José Guío. La comisión naturalista contó con la ayuda de la Real Expedición Botánica a Nueva España que dirigía el botánico español Martín de Sessé y que, en ese tiempo, estaba realizando su trabajo en la zona.
A primero de mayo de 1791, los dos corbetas ponen rumbo Norte. Buscan el paso entre los paralelos 60º y 75º, en unas condiciones terribles, navegando en un mar helado, sin rastro de ningún ser viviente, entre islas deshabitadas.
Alcanzan el Puerto y Entrada de Bucareli, en el Archipiélago Alexander, en las costas de Alaska (descubierto por el español Juan Francisco de Bodega y Cuadra en 1775, latitud 55º Norte) y continúan navegando hasta la bahía llamada del Almirantazgo (actual bahía Yakutat, 59 º Norte, en el golfo de Alaska) donde encuentran un puerto al que llaman puerto Mulgrave. Descubren una bahía que tiene la entrada de forma parecida a la descripción que hizo Lorenzo Ferrer Maldonado (granadino nacido en Guadix, en 1550, quien en 1589 se inventó la supuesta historia del descubrimiento del paso del noroeste) de la entrada al Paso del Noroeste, la nombran ensenada Ferrer, la exploran y descubren que el paso no existe. Vuelven a Mulgrave acompañado de canoas indígenas, es el lugar está habitado, con quienes intercambian pieles y regalos.
Siguen navegando rumbo Norte y arriban al estrecho del Príncipe Guillermo, un entrante de mar el Este de la península de Kenai en el Estado de Alaska (por encima de los 61º Norte) en las proximidades de la capital Anchorage, en el área censal de Valdez -Córdova, donde se encuentran las ciudades de Valdez y de Córdoba (ambas ciudades fundadas por el explorador español Salvador Fidalgo en 1790). También descubrieron el glaciar más grande de América del Norte al que nombraron glaciar Malaspina.
El día 30 de julio regresan siguiendo la ruta habitual de los galeones de Manila, llegando el 13 de agosto al puesto español de Nutka. Éste es un territorio muy disputado por los ingleses por lo que, para su defensa, hay un puesto fortificado guarnecido por tropas españolas. El territorio de Nutka (San Lorenzo de Nutca) comprendía las islas de Nutca, Quadra y Vancouver, Flores y otras del Estrecho de Georgia, así como el actual Lower Mainland en la provincia canadiense de la Columbia Británica, además de parte de los actuales Estados norteamericanos de Washington, Oregón, Idaho y Montana. Descubierto por el balear Juan José Pérez Hernández, desde 1789 a 1795, formó parte del Virreinato de Nueva España y se gobernó desde Méjico.
Un mes más tarde fondean en Monterrey como paso obligado para llegar a San Blas. Cada una de las naves se dirige a un puerto distinto, la Descubierta atraca en San Blas y la Atrevida en Acapulco, la separación fue corta, pocos días más tarde ambas se reúnen en Acapulco.
Se ordena el regreso de las comisiones que se quedaron en Méjico. Se reparan las naves, se acopian suministros y todo se dispone para la partida hacia las Islas Marianas y las Filipinas. Así, el 20 de diciembre de 1791, ambas naves ponen rumbo a nuevas aventuras, pero no continúan la misma tripulación. Alcalá Galiano, Cayetano Valdés, Juan Vernacci y Secundino Salamanca permanecerán en Acapulco para dirigir una nueva expedición de exploración al Estrecho de Fuca, al mando de dos goletas construidas exprofeso en San Blas, la Sutil y la Mexicana. El estrecho de Juan de Fuca fue denominado así en honor de Juan de Fuca, un griego que alegaba haber viajado con los españoles en busca del fabuloso estrecho de Anián, nombre con el que se conocía el paso del noroeste. Es un estrecho marino que rodea la isla de Vancouver y es la principal salida del estrecho de Georgia y el Puget Sound.
Después de una navegación accidentada por falta de viento, el 12 de febrero de 1792 arriban a las islas Marianas, fondeando en al puerto de la capital, Agaña en la isla de Guam. La estancia es corta, doce días más tarde emprenden de nuevo la ruta rumbo a territorio filipino. El día 12 de marzo fondean en la isla de Luzón donde observan a un volcán en erupción. El 26 de marzo llegan a Manila.
Desde Manila la Atrevida navega hasta la colonia portuguesa de Macao, en el sur de China. Mientras tanto, la Descubierta estudia la costa occidental de la isla de Luzón. Durante la estancia de las naves en Filipinas, el 23 de junio, muere de enfermedad Antonio Pineda, la había contraído mientras exploraba la región central de la isla de Luzón.
Malaspina conoce perfectamente el estado de los navíos, y de las tripulaciones, después de tres años de navegación por todo tipo de climas y circunstancia; considera que no es posible realizar nuevos esfuerzos, por lo que decide volver por el cabo de Hornos, renunciando a realizar una vuelta al mundo regresando por el cabo de Buena Esperanza. El 15 de noviembre de 1972 salen de Manila rumbo al Océano Pacífico. Atracan unos días en Mindanao, la llegada del nuevo año 1793 les coge a la altura de Nueva Guinea (descubierta por Iñigo Ortiz de Retes), siguen hacia las islas de Nuevas Hébridas (Islas Vanuatu, descubiertas por Pedro Fernández de Quirós en 1606), Dusky Bay en Nueva Zelanda (por debajo de los 45º Sur). El 12 de marzo fondean en Port Jackson (actual Sídney en Australia) donde son bien recibido por las autoridades coloniales inglesas quienes les autorizan a comprar suministros y a realizar sus experimentos geográficos y astronómicos.
El 11 de abril parten rumbo al archipiélago de las islas de Tonga, buscaban el puerto de El Refugio en la isla de Vavao (había sido descubierta en 1781 por Francisco Antonio Mourelle de la Rúa), arriban al mismo el 20 de mayo de 1793. Toman posesión de las islas en nombre de la Corona española, descansan en un ambiente paradisíaco, acopian suministros y el día 1 de junio salen con rumbo al puerto de El Callao, a donde llegan el 23 de julio.
Durante su estancia en Perú conocen la declaración de guerra entre España y Francia. Las naves no están preparadas para entrar en combate, por lo que deciden realizar el viaje separadas.
El día 16 de octubre abandonan El Callao rumbo al cabo de Hornos. En Perú ha desembarcado Tadeo Haenke para explorar la región de La Paz y Cochabamba. No volvió a Europa, se estableció en esta última ciudad donde murió en 1816.
La siguiente cita de las corbetas es el puerto de Talcahuano en la zona central de Chile para acopiar suministros, llegan el 8 de noviembre. En este puerto dejó la expedición Luis Neé para explorar por tierra los Andes hasta Santiago, se reincorporó a la expedición en Montevideo.
Embarcan, el 2 de diciembre de 1793, rumbo a Montevideo a donde llegan el 10 de junio de 1794. El día 21 se incorporan a un convoy de barcos destinados a Cádiz, forman parte de la escolta junto a la fragata Gertrudis. El día 21 de septiembre de 1794 arriba el convoy a Cádiz y la Gran Expedición de Malaspina concluye felizmente.
Joaquín de la Santa Cinta, Ingeniero aeronáutico, Economista e Historiador
Para saber más:
- El Mercurio de España. Diciembre de 1794.
- Diccionario Biográfico. Real Academia de la Historia.
- Delimitación de Espacios y Apertura de Horizontes: Las Expediciones Españolas del Siglo XVIII. Enrique Martínez Ruiz.
- La Expedición de Malaspina. Diseñar América.
- Grandes expediciones científicas españolas. Vicente Borredá González.
- Las Corbetas del Rey. Viaje alrededor del Mundo de Alejandro Malaspina. Andrés Galera Gómez.
- Expediciones científicas españolas al Pacífico, en la segunda mitad del Siglo XVIII. Belén Bañas Llanos.
- La Gran Expedición de Malaspina (1789-95). Emilio Soler Pascual.
- Las expediciones científicas españolas en el siglo XVIII. Miguel Ángel Puig-Samper.
- Pintores en las grandes expediciones científicas españolas del Siglo XVIII. Santiago Prieto Pé
- 50 héroes españoles olvidados. Joaquin de la Santa Cinta.
- 135 presidentes del ejecutivo en la decadencia española (1788-1902). Joaquín de la Santa Cinta.
- Wikipedia