El soldado de transmisiones Joaquín Fandos dio su vida por España en la defensa del Puesto de Telata, en la guerra de Ifni, a consecuencia de las terribles heridas de mortero recibidas
El Puesto de Telata de Sbuía era un importante nudo de comunicaciones. Estaba situada en una hondonada y rodeada de montañas muy quebrada. Disponía de un pozo en su interior y era un puesto administrativo con escuela, consultorio y mezquita. Era un puesto doble: había un destacamento de Tiradores de Ifni y, separado por un kilómetro, otro de Policía Indígena. Ambos disponían de comunicación telefónica entre sí y con la capital.
La guarnición estaba formada por la 3ª Compañía del Grupo de Policía de Ifni, mando por el teniente Emilio Cuevas Puente, y la 12ª Compañía de fusiles del III Tabor de Tiradores de Ifni con el capitán Niceto Llorente Sanz al mando, además de una sección de ametralladoras y un destacamento de transmisiones. Un total de 130 hombres, cerca de un 40 por ciento eran indígenas.
A primeras horas de la madrugada del día 23, las BAL atacan el puesto con fuego de fusilería, ametralladoras y mortero. El ataque es rechazado con bajas: muertos un tirador y un policía musulmán; heridos cinco soldados, un sargento, un brigada y tres policías.
El puesto es asediado y sometido a continuos ataques, llegando el enemigo hasta los mismos muros del fuerte antes de ser rechazados.
La situación era tan delicada que desde la capital se preparó una columna de auxilio. El mismo día 23, se envió a la 3ª Sección de la 7ª Compañía de la II Bandera Paracaidista mandada por el teniente Ortiz y cuya historia ya hemos relatado.
La defensa del puesto duró hasta la liberación, el día 3 de diciembre. En la defensa se destacó el brigada Gutiérrez Nalda, herido gravemente el primer día, y el soldado del Regimiento de Redes Permanentes Joaquín Fandos Martínez, muerto el día 2 de diciembre como consecuencia de las heridas recibida el día anterior por el impacto de una granada de mortero.
Mientras la 21.ª compañía de Tiradores daba protección a los paracaidistas, el resto del IV Tabor y los legionarios de la VI Bandera, prosiguieron con rapidez el avance sobre el destacamento de tiradores. Al escuchar los sitiados de Telata el intenso tiroteo entre la columna liberadora y los enemigos que cercaban el puesto, pensando que era un nuevo ataque, acudieron a los parapetos dispuesto a rechazarlo. Sin embargo, entre el fragor de los disparos, se pudo oír claramente el cornetín de La Legión. El teniente coronel al mando había ordenado que sonase insistentemente para dar ánimos a los sitiados y evitar confusiones. A las 17.00 horas del 3 de diciembre se liberaron ambos destacamentos. Las bajas de los defensores fueron: muertos el brigada Gutiérrez Nalda y tres soldados entre los que se encontraba el operador de radio Joaquín Fandos Martínez; heridos un suboficial y 8 soldados.
Poco después, la columna, con la VI bandera de la Legión en vanguardia, siguió su avance camino de Tiliuin adonde llegaron el mismo día a últimas hora de la tarde.
El día 5 la columna, junto con las guarniciones de Telata y Tiliuín y la sección de Ortiz de Zárate, inició la marcha hacia Sidi Ifni después de que los dos puestos fueran destruidos por completo para evitar que pudieran ser utilizados por el enemigo. Durante el regreso a la ciudad, el enemigo atacó la columna con el resultado de un soldado muerto; 2 capitanes, 1 sargento y 5 soldados heridos.
El soldado de transmisiones Joaquín Fandos Martínez fue condecorado, a título póstumo, con la Medalla Militar Individual, por su heroico comportamiento en la defensa de Telata.
Fandos había nacido en Burriana, en 1935. Ingresó en el Ejército como soldado de reemplazo y se incorporó al Regimiento de la Red Permanente y Servicios Especiales de Transmisiones. Destinado al Territorio de Sidi Ifni, al puesto de Telata donde encontró la muerte. Inicialmente enterrado en el territorio, en 1969 su cuerpo fue exhumado y repatriado a su tierra natal en cuyo cementerio reposan. Dotado de gran fortaleza física, durante el asedio en sus períodos de descanso como operador de radio, relevaba a sus compañeros más agotados o ligeramente heridos en las posiciones defensivas.
Joaquín de la Santa Cinta, ingeniero aeronáutico, economista e historiador