El Alférez de Infantería José Carrasco dio su vida por España, tras ser herido varias veces en el Monte Iberloquen y normalizar una crítica situación que daba comienzo al camino de la paz

Alférez de Infantería (fallecido), José Carrasco Verde, se hizo acreedor a ingresar en la Orden Militar de San Fernando (O. de10 de enero de 1933, D.O. n.º 9 de 11 de enero), por su heroico comportamiento en el combate librado el día 8 de mayo de 1926, en las alturas del Monte Iberloquen, sector de Axdir.
El mencionado día, perteneciendo a la 3ª compañía del 1er Tabor del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Larache n.º 4, y formando parte de la columna mandada por el coronel Fiscer, salió de la posición de Calvet bajo un intenso fuego enemigo con objeto de ocupar las alturas del Monte Iberloquen, objetivo que cumplió rápidamente debido al ánimo y ejemplo que los oficiales supieron dar a la tropa y muy especialmente el alférez Carrasco, que, llevado de un gran entusiasmo, arengó en árabe a su sección, infundiéndola acometividad y ardor tales que fueron él y los suyos los primeros en ocupar dicha altura.
Después de este avance, queda el alférez Carrasco con su sección desplegada, pero el enemigo, en gran número, realiza una acción ofensiva, batiendo nuestras fuerzas con fuego de fusil y granadas de mano, tratando de desalojarlas de las posiciones que acaban de ocupar, creando momentos de crítica situación por la violencia del ataque y numerosas bajas que hizo. El alférez Carrasco, al darse cuenta del peligro inminente, se lanza al frente de su sección desde la posición que ocupaba, para acometer al enemigo, animando a su tropa con el ejemplo y la palabra.
Resulta en el avance herido en un costado, continuando al frente de sus fuerzas, batiendo al enemigo con granadas de mano, rechazándole y haciéndole huir; y recibe nueva herida que le ocasiona la muerte, consiguiendo con el sacrificio de su vida, normalizar tan crítica situación.
Gallego, nacido en Vigo (Pontevedra)en 1903. Ingresó en la Academia de Infantería en 1922 (D.O. n.º 86 de 16 de abril), promovido al empleo de alférez de Infantería en 1924 (D.O. n.º 145 de 1 de julio) y destinado al Regimiento de Murcia n.º 37 (D.O. n.º 163 de 23 de julio).
Después de servir en varios regimientos, en abril de 1925, fue trasladado el Grupo de Fueras Regulares Indígenas de Larache, n.º 4 (D.O. n.º 95 de 30 de abril), con las que combatió y en cuyas filas perdió la vida el día 8 de mayo el año siguiente en el combate del Monte Iberloquen, en una situación típica donde el valor, el empuje y las agallas de un hombre salva la situación apurada de una columna.
Una vez tomada la capital rebelde Axdir y derrotada la cabila de los Beni Urriagel, lugar y cabila del nacimiento del líder de la rebelión, Abd el – Krim, reorganizadas las fuerzas españolas durante los meses de invierno de los años 1925 y 1926, se inició una nueve etapa de la campaña, la pacificación.
En este nuevo período se incrementó la colaboración francesa y así, el 6 de febrero, se firmó un nuevo tratado de coordinación entre ambas naciones donde se fijaron las líneas de avance de cada una de ellas y el punto, y la fecha prevista, para el enlace de las fuerzas armadas de las dos naciones.
Todo ello significaba un cambio radical de nuestra tradicional manera de operar en Marruecos. El método que se había estado aplicando consistía en avances intermitentes de corto recorrido, efectuado por pequeñas columnas, seguido de la fortificación de las posiciones conquistadas que quedaban guarnecidas por pequeños contingentes que necesitaban el apoyo, y la ayuda continua, para sus subsistencias más elementales, como el agua, los víveres y las municiones.
La nueva táctica consistía en un movimiento hacia adelante con grandes efectivos, sin pausas que dieran tiempo al adversario para fortificarse y defenderse o contratacar. Cambio fundamental en la táctica que exigía una aplicación completa de los principios de la técnica militar.
Las operaciones se iniciarían en las últimas semanas de abril y primeras de mayo. Hubo un intento de negociación que no cuajó ante la resistencia de los rifeños de entregar a todos los prisioneros en su poder.
El plan de las fuerzas españolas era unir Alhucemas con Melilla por tierra. El primer paso del plan consistía en tonar la línea de trincheras del rio Iberloquen.
En el Grupo de Axdir, a las órdenes del general Castro Girona, se formaron tres columnas, más una de reserva y otra de caballería, con un total de unos 40.000 hombres. La orden comprendía la ruptura del frente del río Iberloquen y la ocupación de la Loma de los Morabos, calculándose para la realización de tal maniobra, dos día
En la columna de la derecha, la mandaba el coronel Fiscer, se integraba el Tabor de Regulares de Larache donde servía el alférez Carrasco. Este marchaba en primera línea junto a la columna de reserva, mandada por el general de brigada Dolla, que tenía como objetivo avanzar por la izquierda del río Guis para ocupar la meseta de Azgar y las cretas llamadas las Lomas de los Morabos.
El frente, guarnecido por un enemigo fuerte y bien organizado, estaba formado por una línea de trincheras con emplazamientos para ametralladoras, protecciones contra la artillería y la aviación y posiciones artilleras.
El ataque se inició a la seis de la mañana del día 8 de mayo, por las columnas de Fiscer y Dolla, desde las bases de partida de Calvet y la Rocosa respectivamente
Detenida la columna Fiscer por una fuerte resistencia adversaria, y herido de gravedad su jefe, fue imposible dar la amplitud deseada al movimiento envolvente, por lo que la Loma de los Morabos hubo de ser abordada por las otras columnas. En estas operaciones encontró la muerte gloriosa el alférez Carrasco.
El combate, después de tres días, acabó el día 10 cuando se tomó posesión de la Loma de los Morabos. Las bajas propias fueron de 25 oficiales, entre ellas nuestro héroe y el coronel Fiscer que cayó al frente de su columna, y 352 hombres de tropa.
Joaquín de la Santa Cinta, ingeniero aeronáutico, economista e historiador
Para Saber más:
- O. números indicados en el texto.
- ABC de los día 9, 11 y 12 de mayo de 1926.
- La Correspondencia Militar de 9 y 10 de mayo de 1926.
- La Época de 8 de mayo de 1926.
- Revista Estela n.º 3. Año 1999.
- Historia de las Campañas de Marruecos. Servicio Histórico Militar.
- Africanistas y junteros: El Ejército español en África y el oficial José Enrique Varela Iglesias. Por Antonio Atienza Peñarrocha.