El alférez Sabas Contreras del Castillo dio su vida por España al arriesgarse a llevar agua a unos compañeros que se habían quedado sin ella y ser sorprendido por el enemigo a su vuelta

El alférez de Infantería (fallecido) Sabas Contreras Castillo, del batallón de Cazadores de Madrid n.º 2, se hizo acreedor a ingresar en la Real y Militar Orden de San Fernando (R. O. de día 9 de abril de 1927, D.O. n.º 82 de 10 de abril) por los méritos que hubiera podido contraer en la noche del 22 de septiembre de 1924 al llevar un convoy de agua al blocao Mehayadit, desde el que el que dicho oficial guarnecía.
El mencionado día, enterado el alférez Sabas Contreras, que mandaba la posición Audal, de que la guarnición del blocao de Mehayadit había agotado por completo su dotación de agua y de que no podía proveerse de ella por el asedio del enemigo que impedía las salidas del blocao y aun para recoger las barras de hielo arrojadas por los aeroplanos, decidió organizar con sus fuerzas un convoy de agua utilizando las cantimploras y dos termos que tenía en la posición. Explorada la voluntad de sus subordinados, y no habiéndose presentado más que uno de ellos, verificó un sorteo que correspondió a un cabo y 18 soldados, y, proveyéndose el citado oficial de un fusil y dotado de 250 cartuchos cada uno, aprovechó la oscuridad de la noche para emprender la marcha con esta fuerza a sus órdenes y consiguió filtrarse entre las guardias enemigas y llegar al blocao de Mehayadit el ansiado socorro.
A los pocos momentos de llegar emprendió el regreso, e inmediatamente de salir del blocao fueron sorprendidas por numeroso enemigo las fuerzas que habían conducido el convoy de que se trata y que entablaron con él tan violenta lucha, que duró hasta muy cerca del amanecer y que únicamente terminó cuando dicho oficial, el cabo y 17 soldados habían sido muertos, salvándose dos individuos que, mal heridos, llegaron al referido blocao.
Al llevarse otro convoy a las mencionadas posiciones seis días después del hecho de que se trata, se encontraron los cadáveres de los que habían conducido el primero de que antes se hace mención, rodeados de gran cantidad de cartuchería vacía y de que se reconocieron en el del alférez Contreras tres heridas, una en la rodilla derecha con señales de haber sido curada por el interesado y otras dos, mortales de necesidad, en el vientre y en la cabeza del mismo, con pérdida esta última de toda la masa encefálica.
Andaluz, nacido en Los Barrios (Cádiz) en 1904 en el en seno de una familia militar, su padre era capitán. Ingresó en la Academia de Infantería en 1920 (D.O. n.º 155 de 14 de julio de 1920. Fue promovido al empleo de alférez de infantería en 1922 (D.O. n.º 275 de 7 de diciembre de 1922) y destinado al Regimiento de Galicia n.º 19 (D.O. n.º 290 de 28 de diciembre de 1922). Solicitó ser destinado al Batallón Expedicionario a Melilla, con él combatió en Tifarauin donde fue citado como Distinguido.
Poco después es destinado al Batallón de Cazadores de Madrid n.º 2 donde sirvió hasta su muerte, a los 20 años, en la posición de Audal y el blocao de Mehayadit el 22 de septiembre de 1924. A su padre se la concedió la pensión concedida a su hijo en 1936 (D.O. n.º 78 de 2 de abril de 1936). Ascendido al empleo se teniente por méritos de guerra a título póstumo (D. O. n.º 267 de 26 de noviembre de 1926)
Estos hechos son muestras de las penurias y las heroicidades que pasaban las pequeñas posiciones situadas en las cimas de colinas, sin agua en el interior del recinto, con pocas capacidades de almacenaje de viandas y municiones, escoso medios sanitarios y de defensa y que tenían que ser abastecidas periódicamente con operaciones sangrientas y costosas, con escasa guarniciones aisladas y cuyos heroicos hechos diarios nunca fueron recogidos por los medios de comunicación de la época y por tanto desconocidos en la Península.
Penurias y heroicidades elevadas al sumun si a las condiciones habituales que se daban en tales posiciones se unían situaciones de rebeldía generalizada o retiradas como las que se estaban produciendo a mediados de septiembre de 1924.
Joaquín de la Santa Cinta, ingeniero aeronáutico, economista e historiador
Para saber más:
- O. números: 155 de 14 de julio de 1920; 257 de 7 de diciembre de 1922; 167 de 26 de noviembre de 1926 y 82 de 10 de abril de 1927.
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