La fundadora y las dos primeras periodistas admitidas en la Asociación de la Prensa de Madrid reconociéndole profesionalidad y equiparación de sexo en el ejercicio del periodismo
Las tres primeras mujeres admitidas en la Asociación de la Prensa de Madrid fueron: la fundadora Jesusa Granda y, nueve años más tarde, María de Atocha Ossorio y Gallardo y Salomé Núñez Topete.
Fueron las pioneras en ser consideradas periodistas profesionales ya que la admisión a la Asociación de la Prensa de Madrid suponía un reconocimiento de profesionalidad y de equiparación de sexo en el ejercicio del periodismo.
El último día de mayo de 1895 se reunieron en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid un grupo de periodistas con la intención de formar una Asociación Profesional de Periodistas a imitación de las existentes en otros países de Europa.
La asociación se inició con 173 periodistas entra los que se encontraba una única mujer, Jesusa Granda.
Por entonces, el trabajo de los periodistas era: peligroso (los duelos entre periodistas y políticos estaban a la orden del día); precario; mal pagado y siempre pendiente de la acción de la justicia sobre el contenido de lo publicado.
La Asociación de la Prensa de Madrid se basó en La Ley de prensa de 1883, la Ley más liberal de las publicadas hasta entonces, que garantizaba plenamente lo legislado en el artículo 13 de la Constitución de 1876 donde se podía leer:
“Todo español tiene derecho:
– De emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra, ya por escrito, valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante, sin sujeción a la censura previa.
– De reunirse pacíficamente.
– De asociarse para los fines de la vida humana.
– De dirigir peticiones individual o colectivamente al Rey, a las Cortes y a las autoridades.
– El derecho de petición no podrá ejercerse por ninguna clase de fuerza armada. Tampoco podrán ejercerlo individualmente los que formen parte de una fuerza armada, sino con arreglo a las leyes de su instituto, en cuanto tenga relación con éste.”
Los objetivos básicos de la Asociación fueron la defensa de las libertades que recogía la Constitución, la defensa de los profesionales, la promoción de la profesión y el bienestar de los asociados.
La Asociación era poco más que una sociedad de apoyos mutuos y uno de los primeros instrumentos de apoyo a la profesión fue la puesta en marcha de un seguro médico para ayudar a los asociados.
Por entonces la profesión era eminentemente masculina y las poquísimas mujeres no podían competir en igualdad de condiciones, no podían firmar los artículos con su nombre. Solo dos escritoras y periodistas, Emilia Pardo Bazán y Sofía Casanova, que eran corresponsales en el extranjero, enviaban sus crónicas firmadas con su nombre.
Las mujeres estaban educadas para el cuidado de la familia y no estaba bien visto que visitaran solas: los cafés, las tertulias, a las salas de los ministerios, se reunieran con fuentes de noticias, etc., y en general, los lugares donde se generaban las noticias políticas. Tenían que trabajar en casa y enviar sus artículos con seudónimos masculinos si querían verlos publicados.
Sí existía lo que se llamaba prensa femenina. Dirigida, en muchos casos, por mujeres y donde se publicaban las típicas noticias sobre actividades femeninas y culturales que eran escritas por, y para, mujeres.
La admisión de Jesusa Granda en la Asociación de la Prensa de Madrid fue un hito histórico. Hubo que esperar nueve años para que se repitiera con la admisión de otras dos mujeres.
Obtener el carnet de asociado a la Asociación era muy importante, suponía el reconocimiento de la actividad como profesional y para las mujeres, la equiparación con los hombres.
Esta es la historia de las tres primeras mujeres admitidas.
Jesusa Granda Lahin, la única mujer entre los fundadores, nació en Níjar, Almería, alrededor del año 1865 y fue periodista, escritora y pedagoga. Fue el número 67 de los asociados.
Era titulada en Educación Física y profesora de Magisterio. A parte de las escritoras y periodistas que escribían desde el extranjero, fue la primera mujer periodista de España que firmó sus crónicas y artículos con su nombre.
Cuando se creó la Escuela Oficial de Gimnasia de Madrid, Jesusa fue nombrada profesora de Pedagogía General. Era titulada por la Escuela de Institutrices.
Su trabajo en la Escuela Oficial como profesora fue objeto de distinciones y premios. Participó en congresos, fue miembro de la Junta Directiva de la Escuela y vicepresidenta de la Sociedad Gimnastica Española.
Escribía sobre temas relacionados: con la educación (una de las grandes preocupaciones de todas las mujeres intelectuales de su época); pedagogía; poesía; cuentos breves y sobre la mujer y la educación física. Sus trabajos se divulgaron en varias publicaciones entre las que destacaban periódico El Globo de Madrid, revistas como La Iberia y en El Álbum Ibero Americano.
Era una mujer osada que se enfrentaba a los tópicos femeninos de su época. Su actitud fue piedra de escándalo que dio lugar a muchas maledicencias y habladurías entre el elemento más conservador de la sociedad.
Cuando se fundó la Asociación, Jesusa tenía treinta años y era profesora de pedagogía. Como todos los compañeros fundadores, Jesusa estaba interesada en fundar una asociación que defendiera a la profesión y que sirviera de apoyo y ayuda a unos profesionales con ingresos precarios, trabajos peligrosos y ocupación eventual.
Pertenecía al grupo de mujeres, periodistas y escritoras españolas, que tuvieron una actividad periodística, política y literaria antes de la Guerra Civil y que después fueron proscritas y olvidadas durante décadas.
Murió en 1907.
María de Atocha Ossorio y Gallardo fue la segunda mujer admitida como socia en 1906. Nació en 1876, en Madrid, dentro de una familia de escritores, su padre, Manuel Ossorio y Bernard, fue periodista y autor del Ensayo de un Catálogo de Periodistas españoles del Siglo XIX y sus hermanos: Carlos, licenciado en Letras y Archivero, y Ángel, abogado, publicistas concejal del Ayuntamiento de Madrid y diputado a Cortes, fueron dos grandes periodistas que escribieron para los más importantes periódicos y revistas de su época.
Se casó, primeramente, con Emilio Rui Periquet y después con el escritor Fernando Sevilla con el que tuvo un hijo.
Fue la segunda mujer periodista en ser admitida en la Asociación de la Prensa de Madrid, también fue socia de la Sociedad de Escritores y Artistas.
Comenzó colaborando con su padre en el Catálogo, pasando después a ser redactora única del del semanario La Elegancia y colaborando en El Mundo de los Niños, La Última Moda, El Globo de Madrid y otros periódicos. Firmaba habitualmente sus artículos como María de Atocha.
Llegó a ser una figura sobresaliente en la prensa española. Entre sus obras está Las Hijas Bien Educadas, Guía práctica para el uso de las hijas de familia.
Falleció en Madrid en 1938.
Salomé Núñez Topete fue la tercera mujer admitida como socia en 1906. Nacida en Cuba en 1859, en una familia de militares, los Topete, y emparentada con el escritor Juan Valera. Vino a la península muy joven. Fue escritora, articulista y novelista, firmaba sus obras con el seudónimo de Melita.
Comenzó a publicar artículos en periódicos y revistas entre los que se encontraban El Liberal, El Mundo Gráfico, Vida Española y era corresponsal en Madrid de Diario de la Marina que se publicaba en La Habana.
Admitida como socia en 1906, solicitó su baja de la Asociación en 1929.
Murió en Madrid en 1931.
Joaquín de la Santa Cinta, Autor de «50 héroes españoles olvidados»
Para saber más:
- Primeras Mujeres de la Asociación de la Prensa. Carolina Pecharroman. RTVE.
- Ossorio Gallardo, María Atocha (1876-1938). PARES, Portal de Archivos Españoles. Ministerio de Cultura y Deportes, Gobierno de España.
- Ossorio y Gallardo de Riu, María de Atocha (1876 – ¿). T. Fernández Cano. MCN Biografías.
- Constitución Española de 1876.
- Las Hijas Bien Educadas, Guía práctica para el uso de las hijas de familia. María Atocha Ossorio y Gallardo.
- Ensayo de un Catálogo de Periodistas españoles del Siglo XIX. Manuel Ossorio y Bernard.
- Las primeras profesoras de gimnástica en España. Profesión liberal y coartada durante el siglo XIX. Xavier Torrebadella, UA de Barcelona, y Cristina López. Villar, UA de A. Coruña
- Carmen de Burgos, la APM y aquellas admirables chicas del 98. Bernardino M. Hernando. U. Complutense de Madrid
- La Ley española de imprenta de 1883. Carlos Soria. Universidad de Navarra.
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