Francisca Guarch Folch, la heroína que se vistió de hombre para luchar en la Tercera Guerra Carlista y cuyo valor en combate le valió ser condecorada con la Cruz al Mérito Militar

La joven que se vistió de hombre para poder alistarse y luchar en las filas carlistas en la Tercera Guerra Carlista. Su valor en los combates le valió ser condecorada con la Cruz al Mérito Militar. Es conocida como la heroína de Castellfort, pueblo donde nació.
Francisca Guarch Folch nació en 1857 en Castellfort, un pueblo de la provincia de Castellón, en la comarca de Los Puertos de Morella, en pleno Maestrazgo castellonense. En una comarca de raigambre tradicionalista, no en vano, el Maestrazgo fue la zona de operaciones de uno de los mayores héroes carlistas, Ramón Cabrera conocido como el Tigre del Maestrazgo. Cabrera, ascendido a general al final de la Primer Guerra, combatió también en la Segunda y fue un héroe romántico popular. Consiguió dominar un territorio autónomo carlista donde se recaudaban impuestos y tenía instituciones propias.
Francisca era hija de un tejedor, veterano de las dos guerras anteriores quien contaba a sus hijos, Julián y Francisca, las historias de sus aventuras guerreras. Estas historias inflamaron el espíritu de los hijos en la defensa de los ideales carlista y, al estallar la tercera guerra, el chico se alistó inmediatamente en las huestes del Pretendiente y la chica se escapó de casa, se vistió de hombre, recorrió 400 km hasta llegara a la zona carlista del norte de Cataluña donde consiguió enrolarse en las partidas que allí operaban.
La anterior guerra carlista, la Segunda, había acabado en mayo de 1849, pero los carlistas vivieron un período de relativa paz con sucesivos alzamiento y conspiraciones hasta que, aprovechando el período de caos que siguió a la Revolución de Septiembre de 1868, con la caída y exilio de la reina Isabel II, la llegada del Sexenio Democrático con los aires de libertad que éste trajo consigo ( sufragio universal, derechos y libertades plenos de expresión, difusión, reunión y asociación), en 1871 volvieron a alzarse en armas iniciando a la Tercera Guerra Carlista.
España tenía un nuevo rey, Amadeo I, elegido por el general Prim entre varios candidatos europeos, entre los que nunca estuvo el Pretendiente carlista al trono español, Carlos VII.
La Constitución vigente durante el periodo era la Constitución de 1869, bajo su legalidad, el partido carlista se presentó a las elecciones a cortes en 1871 logrando 58 diputados, pero en las siguiente elecciones, en abril del año siguiente, solo consiguió 38 diputados.
El partido era un partido antisistema y su pérdida de escaños derivo en un triunfo de los partidarios de la insurrección frente a los que proponían seguir la vía parlamentaria.
Cuando las nuevas Cortes se abrieron el día 23 de abril sin la presencia de los diputados carlistas por orden del pretendiente Carlos VII, la Tercera Guerra Carlista ya había comenzado dos días antes.
Carlos VII proclamó un manifiesto en defensa de: “La santa religión de nuestros padres está perseguida, los buenos oprimidos, honrada la inmoralidad, triunfante la anarquía, la hacienda pública entrada a saco, el crédito perdido, la propiedad amenazada, la industria exánime …. Si siguen, así las cosas, el pobre pueblo queda sin pan y la España sin honra. Por nuestro Dios, por nuestra Patria y por vuestro Rey, levantaos, españoles”.
Inmediatamente, el varón de la familia se alistó voluntario en las partidas carlistas, mientras Francisca continuaba en casa escuchando las viejas historias guerreras de su padre y leyendo las nuevas de su hermano.
En 1873, cuando Francisca contaba con 16 años, decidió escaparse para ir a combatir por sus ideales y por su Rey. Una tarde se marchó sin avisar a nadie, emprendiendo el camino para encontrar alguna partida carlista en la que enrolarse.
Por entonces, la zona de control del ejército realista estaba situada en el norte de Cataluña y hacía allí se dirigió la chica.
Había que ser muy valiente, osada y con unos deseos enormes de alcanzar sus objetivos para emprender sola, siendo prácticamente una niña y en medio de una guerra civil, un camino de casi 400 km hasta Gerona, el lugar más alejado de su pueblo para evitar ser reconocida.
En su época a las mujeres no les están permitido incorporarse al ejército y, mucho menos, combatir, pero Francisca obvió esta restricción cambiando de indumentaria. En el camino se cortó el pelo e intercambió sus ropas por las de un hombre y continuó su camino convertida en el zagal Francisco Guarch.
En el pueblo de San esteban de Lemena se encontró con una partida carlista a la que se presentó y fue alistada como voluntario carlista. Debido a su carita de niño, fue apodada como el valencianet.
Francisca era una muchacha de constitución fuerte y entre sus maniobras destinadas a disimular su condición sexual, llegó a cortejar a algunas mozas de la zona.
Francisca tenía muy buenas condiciones para ser soldado, era valiente, sufrida y esforzada. Entre sus hechos más famosos están: transportar sobre sus hombros un compañero herido durante varias horas; pero la hazaña más famosa ocurrió durante una de las múltiples retiradas que, en una guerra de guerrillas como las que practicaban las partidas carlistas, se sucedían con frecuencia.
En una de ellas, ocurrida en febrero de 1873, Francisca quedó regada, descolgada de su partida y fue alcanzada por una patrulla de caballería enemiga que acosaba a la partida en retirada. Ni corta ni perezosa, Francisca se ocultó en unos matorrales cercanos desde donde atacó a la patrulla, hiriendo a uno de los componentes y haciendo prisionero al otro. Capturó uno de los caballos de la patrulla y regresó al campamento a caballo con dos los prisioneros.
En otro encuentro, durante un ataque a un convoy cerca de la ciudad de Berga, Francisca se comportó con tal arrojo y valor que fue condecorada con la Cruz del Mérito Militar de Plata de 1ª clase.
Su estancia en el ejército carlista duró solo siete meses. Francisca había escrito a sus padres comunicándole su alistamiento en el ejército carlista, pero como no quería que la encontraran no indicó ni la unidad en la que servía ni su ubicación. Su padre, inmediatamente, salió en su búsqueda.
Se dirigió al Cuartel General del Ejército carlista que estaba en Mieres, Gerona, donde preguntó por su hija. Así lo relata María de las Nieves de Braganza, cuñada del pretendiente Carlos VII y esposa de su hermano el infante Alfonso Carlos: “Un día se nos presentó un hombre del Maestrazgo y nos pidió, con mucha insistencia, u ele devolviéramos a su hija, que servía, decía él, en nuestras filas. Al principio le creímos loco y le aseguramos que no había mujeres en nuestras tropas, pero el insistió y nos dijo que su hija tenía dieciséis años y se llamaba Francisca Guarch, vecina de Castellfort, provincia de Castellón”.
En el Cuartel General nadie creía su historia a pesar de que mostraba unas cartas escritas por la propia joven donde escribía que estaba en las filas carlistas, aunque no indicaba la unidad en la que servía. Ante su insistencia, el Infante le propuso ordenar una revista de todas las tropas, que el padre pasara revista y, si encontraba a su hija allí, pedía llevársela. El relato continúa así:
“Mandaron formar la partida y el padre pasó revista. El feliz padre encontró a su hija convertida en voluntario carlista. Estaba desconsolada, porque ahora, ¡adiós filas! ¡adiós batirse por la Religión! Único motivo por el que dejó su casa. Tenía una fuerza extraordinaria para su edad. En un combate llevó durante horas a un herido a hombros. Se distinguió siempre por su buen comportamiento y su gran valor. ¡Pobre Francisca! ¡Que dolor al abandonar su uniforme! Antes del triste momento de despojarse de él, prendí en su pecho la Cruz del Mérito Militar, que acababa Alfonso de concederle. El quedar en España era demasiado expuesto para Francisca y así la mandamos a Francia, a Perpiñán.
No se sabe mucho más de Francisca. Murió el 30 de diciembre de 1903 a la edad de 46 años.
Joaquín de la Santa Cinta, Autor de «50 héroes españoles olvidados»
Para saber más:
- Diccionari Biografic de Dones.
- Mis memorias sobre nuestra campaña en Cataluña en 1872 y 1873 y en el centro en 1874. María de las Nieves de Braganza.
- Valencianas célebres y no tano (s. XIII-XXI). Mercedes de la Fuente.
- La Heroína de Castellfort.
- Francisca Guarch. Y la jovencita cogió su fusil. org.
- La heroína de Castellfort: Episodio Histórico – Tradicioncita. Jorge de Pinares
- Internet