Presidentes del Consejo de Ministros durante el Reinado de Isabel II: Manuel Pando, Lorenzo Arrazola y Alejandro Mon
Manuel Pando (en la foto)
Manuel Pando Fernández de Pinedo, Marqués de Miraflores, volvía a ser Presidente del Consejo de Ministros 17 años después de su primer mandato. Madrileño, político conservador muy ligado a Narváez, diplomático e historiador.
Nombrado Presidente del Consejo de Ministros el 2 de marzo de 1863, su mandato fue de algo más de 10 meses hasta su dimisión el 17 de enero del año siguiente, 1864.
Formó un Gobierno moderado de izquierda apoyándose en el Ministro de la Guerra, General José Gutiérrez de la Concha, Marqués de la Habana, y en el Ministro de Marina, Francisco Mata y Alós, Conde de la Torre de la Mata, Teniente General del Ejército condecorado con dos Cruces Laureadas de San Fernando.
Las Cortes reanudaron sus sesiones el día 9 de abril de 1863, para ser suspendidas definitivamente el 6 de mayo del mismo año. La mayoría de las Cortes eran del partido de la unión liberal y hacía imposible un gobierno moderado.
En agosto de1863, la expedición científica enviada a Sudamérica que mandaba vicealmirante Luis Hernández – Pinzón Álvarez tuvo un incidente, el Incidente de Talambo, con la República de Perú que dio lugar a la posterior Guerra del Pacifico. Cuatro años antes el gobierno peruano autorizó al propietario de la hacienda Talambo, Manuel Salcedo, introducir en el país mil colonos españoles destinados a labores agrícolas. El Gobierno español supo del proyecto y no se opuso. El primer grupo de emigrantes estaba formado por inmigrantes vascongados. Cuando los inmigrantes llegaron a El Callao surgieron los primeros problemas, al desembarcar desertaron varias familias con los anticipos recibidos por lo que el grupo se redujo considerablemente. Durante cuatro años los españoles se dedicaron al cultivo de hortalizas y algodón. Aquí surgieron nuevos problemas pues el propietario estaba más interesado en éste último producto que era más rentable.
El 14 de agosto estallo el conflicto con el resultado de varios heridos y un muerto por cada bando.
Cuando el almirante Pinzón, que se encontraba en el puerto de El Callao, supo lo ocurrido con un compatriota protestó ante el Gobierno peruano.
En aquellos tiempos no existían relaciones diplomáticas de España con Perú, país al que aun no se había reconocido como independiente y con el que mantenía un contencioso sobre la deuda pendiente con la metrópolis desde los tiempos de su independencia, sin embargo, ambas naciones habían mantenido una relación cordial. Las expediciones a México y la reincorporación a la Corona Española de la República de Santo Domingo levantaron ciertas suspicacias a Perú que fortificó sus puertos y se negó a admitir al vicecónsul español.
El tratamiento de los hechos por la prensa española, las noticias exageradas y confusas, la falta de entendimiento entre los gobiernos de los dos Estados juntamente con la errónea información proporcionada a la flota, dio lugar el desencadenamiento de la guerra el año siguiente.
Se convocaron nuevas elecciones el 14 de agosto de 1863, se celebraron los días 11 y 12 de Octubre.
Previo a la celebración de las elecciones, Miraflores se reunió con el líder progresista Salustiano Olózaga ofreciéndole un número de diputados en las nuevas Cortes en las que habría una mayoría moderada y unionista. Olózaga no aceptó para no tener que renunciar a los principios que venía defendiendo su partido.
En éste año se produjo una alianza entre los progresistas, los demócratas y los republicanos unitarios que fue la base para la revolución que se produciría un lustro más tarde. Por entonces, José María Orense, líder demócrata, creía urgente sanear el sistema electoral así como la manipulación que los gobernadores provinciales hacían con las lista de electores y elegibles en beneficio de los caciques locales.
La convocatoria de elecciones fue considerada atentatoria contra el derecho de reunión electoral por la alianza. Los demócratas alegaron las dificultades existentes para salvar los obstáculos tradicionales como forma de justificar su postura de retraimiento.
A la vista de los resultados de las negociaciones con los partidos y la alianza de éstos, el Ministro de Gobernación, Florencio Rodríguez Vaamonde, hizo lo que venía siendo habitual hacer para el control de las elecciones desde el gobierno, es decir, contactar con los gobernadores civiles e indicarles la orden de hacer lo necesario para el control de las elecciones en el sentido que el Gobierno deseaba.
La apertura solemne del primer periodo de sesiones de las nuevas Cortes se celebró el día 4 de noviembre. La oposición a Miraflores, integrada por moderados histórico y por unionista consiguió colocar como Presidente del Congreso a Ríos Rosas. Tan tumultuosas eran las sesiones que el Ríos Rosas tuvo que dimitir ya que era imposible tomar ninguna alguna decisión en el hemiciclo.
Al Gobierno de Miraflores no lo apoyaba ninguna de las facciones de partido moderado, por lo que tuvo que dimitir cuando presentó en las Cortes un proyecto de reforma de la Constitución de 1845 que fue rechazado. La Reina nombro como sustituto, el 17 de enero de 1864, a Lorenzo Arrazola
Lorenzo Arrazola
Lorenzo Arrazola García, nacido en Checa (Guadalajara) en 1795 y muerto en Madrid a los 78 años, en 1873. Político del partido moderado, hombre de confianza de Narváez, abogado, jurista y catedrático. Presidente del Tribunal Supremo y Ministro de Gracia y Justicia. Nombrado Presidente del Consejo de Ministros el 17 de enero de 1864. Su mandato tuvo una duración de escaso mes y medio, hasta su cese el 17 de marzo del mismo año.
Sus ministros prefirieron dimitir antes que ceder a la presión del Rey consorte, Francisco de Asís, que pretendía que se firmara una concesión de ferrocarril a favor de José Salamanca de quien iba a recibir una cuantiosa comisión.
Como todos los Presidentes anteriores que tenían las Cortes en su contra, Arrazola pretendió disolverlas y convocar nuevas elecciones, al no conseguir su propósito tuvo que dimitir.
Alejandro Mon y Menéndez
Alejandro Mon y Menéndez, ovetense, nacido en 1801 y muerto en la misma ciudad a los 81 años, en 1882. Político del partido moderado y jurista. Ministro de Hacienda varias veces y Presidente del Consejo de Ministros.
Nombrado Presidente del Consejo de Ministros el día 1 de marzo de 1864, su mandato duro algo más de seis meses hasta su dimisión el día 16 de septiembre del mismo año.
Como Ministró de Hacienda fue el autor de la reforma tributaría de 1845, durante el gobierno de Narváez, que racionalizó y modernizó la Hacienda española.
Su nombramiento fue una frustración para los progresistas que esperaban ser llamados a formar gobierno. Ésta frustración se manifestó en un banquete donde se adoptó el lema” o todo o nada”. Optaron por seguir manteniendo el retraimiento. En el banquete, Práxedes Mateo Sagasta habló de “dinastías marchando al exilio”. Los progresistas se habían situado fuera de la legalidad dinástica y no admitían nada más que la destrucción del sistema. Para ellos, República no significaba solo un cambio en la Jefatura del Estado, sino la destrucción del sistema entero.
Por estas fechas, el partido demócrata se rompió en las corrientes socialistas, anarquistas e individualista. Se mantuvieron juntos un tiempo por la influencia de los intelectuales Krausistas pero, pocos años después, entraron en crisis dividiéndose en demócratas monárquicos, republicanos federales y republicanos unitarios.
El Krausismo, según la RAE, es un sistema filosófico ideado por el alemán Friedrich Krause, a principios del siglo XIX, que tuvo larga influencia en España e inspiro la Institución Libre de Enseñanza. Es una doctrina que defiende la tolerancia académica y la libertad de cátedra frente al dogmatismo. Tuvo gran difusión en España entre ellos están: Julián Sanz del Río, la Institución Libre de Enseñanza dirigida por Francisco Giner de los Ríos y el jurista Federico de Castro. Se funda en una conciliación entre el teísmo, creencia en un dios como ser superior, creador del mundo, y el panteísmo, como sistema filosófico de quienes creen que la totalidad del universo es el único Dios.
Mon formó un Gobierno con moderados y unionistas. Disponía de una base parlamentaria más amplia que los gobiernos anteriores pero su gestión corrió la misma suerte que los dos gobiernos precedentes. Entre los componentes del Gobierno estaba Antonio Cánovas del Castillo como Ministro de Gobernación.
Durante su mandato siguieron desarrollándose los acontecimientos que acabaron por desencadenar la Guerra del Pacífico. El Gobierno envió un comisario especial para investigar el Incidente de Talambo. El Gobierno Peruano no reconoció al comisario, por lo que el Almirante Pinzón tomó las Islas Chinchas, el 14 de abril de 1864, izando la bandera española. Islas situadas frente a la ciudad peruana de Pisco. Su importancia residía en los grandes depósitos de guano que albergaban.
La mediación de los Encargados de Negocio de Francia, Inglaterra y Chile pidiendo al almirante español que abandonase las islas y dejase que la diplomacia solucionase el conflicto, no dio resultado. La escuadra española fue reforzada con cuatro fragatas más que parieron de Cádiz el 6 de septiembre.
Conviene recordar que por ésta fechas España había mejorado su Armada como consecuencias del plan renovación de 1850 con el Gobierno de Narváez. España disponía de fragatas de hélice construidas en astilleros españoles y un par de fragatas blindadas compradas a Francia (la Numancia) y a Gran Bretaña (la Victoria). Estas fragatas blindadas sirvieron de modelo para aprender las técnicas de construcción naval que permitieron construir nuevas fragatas en los astilleros nacionales, de forma que, a partir de 1868, España disponía de una Armada de 6 fragatas blindadas y 5 fragatas de hélice además de diversas naves de otro tipo hasta completar más de un centenar de buques.
El 23 de junio las Cortes fueron suspendidas y disueltas el 22 de septiembre cuando Mon ya había sido cesado.
Durante su mandato se aprobó una nueva ley de prensa, redactado por Cánovas, en la que se sometía a la jurisdicción militar los artículos periodísticos que tendiesen a rebajas la fidelidad o disciplina de las fuerzas armadas.
Su dimisión fue consecuencia de la renuncia de los ministros del partido unión liberal para así forzar la caída del Gobierno. La reina nombro Presidente del Consejo de Ministros a Ramón María Narváez el 16 de septiembre de 1864.
Con Alejandro Mon se cerraba un período de año y medio de inestabilidad presidido por gobiernos de bajo perfil político, buenas intenciones y escaso apoyo en el parlamento. El escritor Juan Valera describía estos años con las siguientes palabras: “La corona sin norte, el gobierno sin brújula, el congreso sin prestigio, los partidos sin banderas, las facciones sin cohesión, las individualidades sin fe, el tesoro ahogado, el crédito en el suelo, los impuestos por las nubes y el país en la inquietud”.
En 1864 se sitúa el comienzo de la primera crisis moderna del sistema económico español. Era evidente que el ciclo expansivo de la economía española había llegado a su fin. Los problemas estructurales de la economía española no habían sido resueltos y el crecimiento se había basado en los ferrocarriles y en las finanzas más que en una estructura productiva bien articulada.
El primer sector afectado fue la industria textil catalana como consecuencia de la falta de materia prima, algodón, debida a la Guerra de Secesión Norteamericana que colapsó las importaciones de algodón de los estados del sur de los Estados Unidos.
Joaquín de la Santa Cinta. Ingeniero aeronáutico, economista e historiador