Defensa de las posesiones españolas en el Océano Pacífico. Hoy, expediciones atlánticas a La Patagonia: Las Expediciones de José Quiroga y de Domingo Perler
La Expedición de José Quiroga:
El recientemente nombrado gobernador y capitán general de las provincias del Rio de la Plata, el vasco José de Andonaegui, encargó al padre jesuita de las reducciones jesuíticas pamperas José Quiroga Méndez el reconocimiento de la costa patagónica, misión que llevó a cabo con los también jesuitas Matías Strobel y José Cardiel.
En diciembre de 1745, salió de Montevideo la fragata española San Antonio, mandada por el alférez de navío Joaquín de Olivares y Centeno, con los tres jesuitas y un destacamento militar formado por el alférez Salvador Martín del Olmo, un sargento, un cabo y 25 soldados destinados a la protección de la futura reducción que los jesuitas tenían propósito de fundar en la Patagonia.
La dirección de la expedición la ejercía el padre Quiroga (había sido marino antes de ingresar en la compañía de Jesús, experto cartógrafo, matemático y astrónomo) y tenía por misión recorrer la costa patagónica para localizar lugares aptos para establecer nuevos asentamientos que pudieran servir como presidios de vigilancia, puertos de reabastecimiento en la derrota hacia el Cabo de Hornos y misiones para la evangelización de los nativos, además de buscar indicios de la presencia de extranjeros en la zona.
El alférez de navío Olivares quien había llegado a Buenos Aires procedente de Cádiz con la fragata San Antonio. Los otros dos oficiales eran los pilotos Tomás Andía Varela y Basilio Ramírez.
La expedición duró tres meses y alcanzaron al cabo Blanco (actual cabo de Tres Puntas), el Puerto Deseado, la bahía de San Julián y el río Gallegos (51º 28´ S). No encontraron ni un solo indígena a pesar de los esfuerzos de los misioneros. El día 20 de febrero, ante la sospecha de nativos en las proximidades, el padre Quiroga organizo una batida con treinta y dos voluntarios que duró cuatro días sin encontrar ningún nativo, indicio de su presencia, ni lugar adecuado para establecer un asentamiento, regresando a Buenos Aires del día 4 de abril de 1746.
Los resultados de la expedición no fueron los deseados, no se encontraron nativos ni tampoco lugares aptos para fundar asentamientos.
En honor de José Quiroga existe una isla, la isla Quiroga, dentro de la ría Deseado, en la provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina.
La Expedición de Domingo Perler (en la foto):
Siguiendo las instrucciones de la secretaría de Marina e Indias de seguir explorando y conociendo la geografía de la costa patagona, las autoridades del Río de La Plata organizaron otra expedición que fue dirigida por el alicantino Domingo Perler Rabasquino.
En 1766, el capitán de fragata Domingo Perler se incorporó en 1766 la expedición, mandada por el capitán de navío Juan Ignacio Madariaga, destinada a ocupar la colonia francesa establecida Louis Antoine de Bougainvilla en Port Louis, islas Malvinas. Un arreglo diplomático reconocía la soberanía española sobre las islas y el asentamiento fue devuelto a España
Formalmente parte del Virreinato de Río de la Plata, fue renombrada como Puerto Soledad y, en 1767, fue nombrado el primer gobernador español en la persona de Felipe Ruiz Puente.
Después de regresar de la expedición a las Malvinas, Perler fue enviado a realizar un reconocimiento cartográfico de las costas patagonas hasta el estrecho de Magallanes y de las islas Malvinas.
Partió de Montevideo el 23 de diciembre de 1767 en un viaje que duro hasta mediados de abril de 1768. Durante éste recorrió la costa hasta el estrecho, llegando hasta el cabo de Espíritu Santo en el sector norte de la isla Grande de Tierra de Fuego (en la actual frontera entre Argentina y Chile, en la América austral), no pudiendo entrar en el estrecho al encontrar vientos contrarios.
Dirigiéndose a continuación a las islas Malvinas donde fue recibido por el recientemente nombrado gobernador español. Realizada su labor de reconocimiento cartográfico, zarpó de las isla llegando a mediados de abril a Montevideo y dando fin a su misión.
Joaquín de la Santa Cinta, Ingeniero aeronáutico, Economista e Historiador