El comandante Vidal Abarca, con valor temerario, y el capitán Jaén Núñez, con bravura digna de encomio, dieron su vida por España y ambos recibieron la Laureada de San Fernando
En la misma campaña, la toma de Silang, en la provincia de Cavite, y con pocos días de diferencia, dos héroes españoles cayeron muertos en combate y ambos fueron condecorados con la Cruz Laureada de San Fernando, estos dos valientes fueron el comandante Hipólito Vidal Abarca y el capitán Andrés Jaén Núñez.
Hipólito Vidal era el comandante del Batallón de Cazadores Expedicionarios N.º 15, fue condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando y una pensión anual de 2.000 pesetas trasmisible a sus herederos (R.O. de 20 de febrero de 1900, D.O. N.º 41 de 22 de febrero de 1900), por los méritos contraídos el día 16 de febrero de 1897 al tomar las trincheras de Malaguig-Ilang donde halló la muerte. Vidal, al frente de la vanguardia de la columna, atacó las trincheras con valor temerario y, al llegar a ellas, no pudiendo subir al parapeto por su altura, trató de escalarlo poniendo los pies en las bocas de las troneras que estaban ocupadas por las lantacas, recibiendo en el pecho el disparo de uno de estos cañones que le causó la muerte instantánea.
Andrés Jaén Núñez, capitán de infantería del Batallón de Cazadores Expedicionarios N.º 1, fue condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando y premiado con una pensión, transmisible a sus herederos, de 1.500 pesetas anuales (R. O de 9 de diciembre de 1901, D.O. N.º 276 de fecha 11 de diciembre de 1901) por los méritos contraídos el día 19 de febrero de 1897 durante la toma del pueblo de Silang, en la provincia de Cavite, en Filipinas, cuando cumpliendo órdenes recibidas, después de empeñado el combate contra las posiciones enemigas, se dirigió, con la compañía a su mando, por el flanco derecho de la trinchera central que tenazmente defendía el enemigo, tomando posiciones después de avanzar bajo un nutrido fuego a corta distancia de dicho atrincheramiento. Habiéndose comenzado seguidamente el ataque a la bayoneta, el capitán Jaén, con bravura digna de encomio, coronó el primero la fortificación y al comenzar a formar en ella a su gente, cayó mortalmente herido de dos balazos y una herida de arma blanca, falleciendo dos horas después en la ambulancia.
Silang está enclavada en la provincia de Cavite, al Norte de los montes de Jungay ya unos 20 Km. de Calamba. Tenía 7.500 habitantes y estaba rodeada de un bosque. Es un pueblo bastante grande que está aislado por tres ríos que tienen barrancos muy profundos donde se esperaba gran resistencia de los rebeldes
Cavite era una provincia clave para acabar con la rebelión y Silang era un importante centro de la insurrección que, además, era una de las posiciones más formidables que habían construido los rebeldes. Polavieja, para su toma, había preparado un plan de operaciones complejo con unas operaciones reales y otras simuladas para confundir al enemigo. Para ello puso al mando de dos brigadas al general de división José Lachambre, fijándole como objetivo la toma de Silang. Las brigadas estaban mandadas por los generales de brigada Pedro Cornel y Cornel, la 1ª brigada entre cuyas unidades se encontraba el Batallón de Cazadores Expedicionarios N.º 1 donde servía como capitán nuestro héroe, y José Marina, la 2ª brigada.
El día 15 de febrero salían ambas brigadas del cuartel de Santo Domingo, en Calamba, con dirección hacia Silang. Poco después se separaron para evitar el camino principal que se suponía fortificado por los insurrectos. Se desplazaron por dos caminos que atravesaban la jungla para unirse de nuevo en las proximidades del objetivo a tomar.
Al día 16, el Batallón de Cazadores Expedicionario N.º 15 de la brigada de Marina encontró una fuerte resistencia en una trinchera y barranco de Malaquing- Iloc (rio grande) que fue tomada después de varios intentos.
Al vadear el Rio Grande, la columna del general Marina encontró una trinchera en lo alto de una escarpadura del terreno imposible de flanquear. Marina ordenó atacarla de frente. Los rebeldes habían simulado una retirada para atraer a los españoles hacia la trinchera que consideraban inexpugnable, esperaron que las tropas españolas llegaran materialmente al pie de la trinchera antes de hacer un fuego horroroso. Del pelotón de cabeza compuesto por unos 20 hombres solo quedaron ilesos 5 hombres, tres murieron en el acto y 12 quedaron heridos, seis de ellos de gravedad. Los cinco ilesos siguieron avanzando hacia el enemigo. El comandante Vidal y un sargento fueron los primeros en intentar escalar el muro de la trinchera, recibiendo un cañonazo de las lantacas que causó la muerte instantánea al comandante y graves heridas al sargento. El resto de los atacantes penetró en la trinchera dando muerte a todos sus defensores.
Mientras tanto, ese mismo día la brigada del general Cornel, con el general Lachambre y la sección de artillería, cruzó por el puente Carrillo el río Lumbia, junto a Banambangan, donde está la división entre las provincias de Cavite de Laguna. Cruzaron sin ser hostigados por el enemigo y pasaron la noche en los alrededores de esta ciudad.
El día 17, continuaron por un camino en medio de un espeso bosque que los insurrectos pretendieron hacer impracticable construyendo fosos y cruzando muchos árboles. Lachambre ordeno que precediera a la columna una fuerte vanguardia que despejara el terreno.
La limpieza se hizo a pesar de los disparos de hostilización que hacían los nativos llegándose al monte Matasnasupt. Desde lo alto del monte se divisaba, a unos 3 km, los tejados del convento de Caprillas, iglesia de Silang. No se veía nada más del pueblo porque estaba oculto por el bosque.
En lo alto del monte se instalaron las cuatro piezas de artillería de montaña que llevaba la columna para proteger el avance. La artillería hizo fuego que hubo que suspender por su poca eficacia, este se reanudó con la llegada de piezas de mayor calibre más aptas para batir las fuertes fortificaciones que tenían hechas los insurrectos.
Lachambre mandó a la columna del general Cornel a hacer un reconocimiento del camino a seguir. En el reconocimiento los españoles tuvieron dos muerto y cinco heridos.
A la seis de la tarde llegó la artillería mandada por el coronel Diaz Villar después de múltiples dificultades debido al camino, a pesar de que había sido mejorado por los trabajos de los ingenieros al mando del capitán de ingenieros Mera. Nada más emplazada se inició el fuego, acertando en el blanco las tres primeras granadas lanzadas.
El general en jefe ordenó que un destacamento de la brigada del general Cornel dirigirse al barrio de Silang llamado Mutinilan. Había en él una trinchera, pero fue abandonada por los rebeldes a los primeros disparos. Las fuerzas del Batallón de Cazadores Expedicionario N.º 12 ocuparon las trincheras y esa noche se durmió en el barrio de Mutinilan. A primeras horas de la noche se supo que el general Marina había cruzado los ríos Muntinilog y Malaguindilo sin apenas resistencia y con muy pocas bajas.
A corta distancia de la trinchera donde había muerto el comandante Vidal tenían los insurrectos otra imponente fortificación. Su reconocimiento costo otros tres muertos y cinco heridos. Como era el paso obligatorio para llegar a Silang, el general dispuso que fuera impugnada a la mañana siguiente.
El 18 de febrero, la brigada del general Cornel iniciaba su avance sobre la población de Iba, junto a cuyo río encontraron una fuerte resistencia filipina. Ante esto, el General Lachambre decidió detener la marcha y realizar el ataque el día 19 de febrero, con participación de toda la División.
Dentro del plan de ataque, la primera brigada se encargaría de simular un ataque frontal con parte de sus tropas, realizando el ataque principal desde el noroeste.
El día 19, la brigada del general Marina rompió el fuego mientras la brigada Cornel cruzaba el puente del rio Iba llevando en vanguardia la media brigada del general Zavala que atravesó el rio Silang con pocas bajas y subió un largo y empinado callejón al fondo del cual había una formidable trinchera. Continuó su marcha evitando atacar de frente a las trincheras del río Iba, que envolvió descolgándose los cazadores mediante cuerdas por las laderas y tomando el pueblo de iba por el flanco. En el ataque a la bayoneta el reducto del pueblo fue gravemente herido el teniente coronel Fortunato López Morquecho.
El general Zavala continuó su ataque a Silang, entrando en el pueblo y tomando a la bayoneta las trincheras mientras la brigada del general Marina cruzó el río Zapote por dos puntos distintos confundiendo el enemigo y cogió el pueblo de flanco entrando por dos lugares. La lucha duró cuatro horas, haciéndose necesaria que las piezas de artillería batieran las trincheras tagalas para poder tomarlas, combatiendo posteriormente casa por casa hasta casi entrada la noche, momento en el cual los filipinos, tras sufrir más de 600 muertos, abandonaron la lucha. Además de los muertos, los insurrectos tuvieron alrededor de 1.500 heridos.
Entre las bajas españolas, además de los anteriormente indicados, resultaron muertos el capitán Jaén, el teniente Martínez y 6 de tropa, y heridos el comandante Rodríguez Navas, los tenientes Miguel Escoll, Sobrino, el capitán de caballería Maqueira y el teniente de la misma arma Carlos Taboada Burgallo y 36 de tropa.
Los insurrectos intentaron recuperar el pueblo de Silang, pero, a pesar de varios intentos, fracasaron en su objetivo.
Andrés Jaén Núñez había nacido en Ceuta en 1849, ingreso como soldado voluntario en el Regimiento de Ceuta alcanzó el grado de cabo primero. Combatiendo contra los carlistas ascendió por méritos de guerra a sargento primero al ser condecorado con la Cruz Roja al Mérito Militar. Continuó combatiendo en el Ejército de Norte y obtuvo el empleo de alférez. Siguió su carrera militar alcanzando los empleos de teniente y capitán. En 1896 se incorporó al Batallón expedicionario N.º 1 con el que llego a Manila en diciembre de ese año. Con él combatió en las acciones de la provincia de Cavite, en la toma del pueblo de Silang, los días 16, 17, 18 y 19 de febrero donde encontró gloriosa muerte.
Hipólito Vidal había nacido en Totana, Murcia, en 1854. Ingreso en el Ejército como cadete, obteniendo el empleo de teniente en 1875, combatiente en la guerra carlista en Cataluña. Destinado a Cuba con el Batallón Expedicionario N.º 19. Ascendido a teniente por antigüedad, consiguió su primera medalla, Cruz Roja al Mérito Militar, combatiendo con el Batallón Alfonso II. Ascendido a capitán, en 1896 fue destinado al Batallón Expedicionario N.º 15, llegando a Manila el día 12 de enero de 1897. Mandando este Batallón encontró l muerte gloriosa el día 16 de febrero del mismo año en la toma una trinchera y barranco de Malaquing- Iloc.
Joaquín de la Santa Cinta, Ingeniero aeronáutico, economista e historiador
Para saber más:
- O. N.º 276 de fecha 11 de diciembre de 1901.
- O. N.º 41 de fecha 22 de febrero de 1900.
- Filipinas durante el mandato del general Camilo García Polavieja. Pilar Lozano Guirao.
- El Imparcial de los días 18, 19, 20 y 21 de febrero de 1897.
- La Época de los días 19, 20, 21 y 22 de febrero de 1897.