Así era Pozuelo en 1576: “Tierra librantía de pan e vino” y tenía 180 casas y 210 vecinos. Un artículo de Carlos H. Fernández del Valle

Transcurren los primeros días del año 1576, y en Pozuelo se recibe la orden de su Majestad el Rey Don Felipe II de proceder a cumplimentar un cuestionario relatando las características y costumbres de nuestro pueblo en aquella fechas. Se conservan las relaciones de éste y otros pueblos de la provincia, gracias a lo cual podremos comentar también la de Húmera en un próximo artículo.
El concejo de nuestro pueblo designa a Martín de Humara (así escrito), labrador, y Alonso de la Minga, alcalde de la Santa Hermandad, en calidad de más ancianos, para responder a las preguntas del cuestionario.
El nombre del pueblo.
“Primeramente al primero capitulo este dicho lugar que se hace mención se llama Pozuelo de Aravaca, e la causa e razón dicen ser haberse llamado así de más de sesenta años a esta parte que ha que se saben acordar”.
“El dicho lugar está en tierra templada, que no es muy fría ni muy caliente, y es tierra barrancosa de cuestas y es lugar algo enfermo, y entienden que lo causan dos arroyos que pasan el uno por dentro del dicho lugar y el otro por la orilla de él”.
Los productos de la tierra.
“Es una tierra e labrantía de pan e vino, e se cría en ella ganado ovejuno medianamente”.
Las construcciones y el vecindario.
“Las casas y edificios de ellas dixeron ser las tapias de tierra, e los cimientos de piedra, e algunas de las dichas casas con rafas de ladrillos cocidos e madera.
Las casas que hay en dicho lugar son como ciento ochenta casas, e vecinos al presente hay duciendos e diez”.
La tradición religiosa.
“En el dicho lugar no hay más que una iglesia parrochial de la advocación de Nuestra Señora, y Hay una ermita de Nuestra Señora de la Concepción.
Se tiene por voto de ayunar la Víspera de San Sebastián e que no se come carne en el dicho lugar, e asimismo se tiene por costumbre e voto de ayunar la Víspera de Santa Brígida, e no comerse carne en aquel dicho lugar, e holgar el dicho día, e asímesmo se tiene voto de ayunar la Víspera de San Gregorio e holgar el día, e asimesmo la víspera de San Bernabé se tiene voto de ayunar e guardar el dicho día, todo lo cual dixeron que fue votado por sus mayores y más ancianos e en sus tiempos se acuerdan de haberse cumplido y cumple al presente”.
Este es un documento único, que nos acerca a la vivencias cotidianas de unos hombres que, como he indicado en varias ocasiones, testimonian la antigüedad de varias costumbres de vivir de Pozuelo a finales del siglo XX.
Calos H. Fernández del Valle