Entre un homenaje a Miguel Ángel Blanco casi clandestino y un intento de descalificación absurdo, la vida es una Tómbola y en Pozuelo nos tocó a Susana Pérez Quislant como castigo

Enfrascados en el vigésimo quinto aniversario del asesinato, por los socios actuales de “Antonio”, de Miguel Ángel Blanco y de sus padres – ya fallecidos – en vida: tres por uno.
Es momento de recordar que la citada Plaza, dedicada al mismo en nuestro Ayuntamiento bajo la égida de nuestra alcaldesa, de salida no lo fue con el apoyo de todos los partidos representados en nuestra Casa Rosada, sino gracias a la mayoría, en aquel momento ostentada por los de la gaviota con las abstenciones de socialistas y naranjas y el voto en contra de SOMOS.
Vileza de la Oposición y retraso de sus compañeros del PP, apenas, de diecinueve años.
Y este próximo día 12, en su vigésimo quinto aniversario, nuestro “excelso” Ayto. le hará un homenaje casi clandestino, en una plaza de imposible acomodo, y por la puerta de atrás porque, salvo los invitados por su excelencia regidora, prácticamente nadie en Pozuelo sabe de su existencia.
Ese es el trato que nuestro Consistorio Municipal le da a un mártir de la libertad que vio truncada su vida salvaguardando la de tantos.
Pero claro, viendo la ubicación de la Plaza en su recuerdo, los años de retraso en dedicársela y la aprobación ajena a la unanimidad de todos los electos… ¿qué otra cosa se podría esperar?
Y mientras la vida continúa, nuestra alcaldesa se acordó de nosotros en el último Pleno, otro más de la vergüenza, como representantes de ‘Sálvame’, en un intento de identificar nuestro periódico a la ausencia de credibilidad, penalizándolo, además, con la ausencia de seguidores.
Los datos expuestos por El Capitán en cuanto a páginas vistas, lectores, impresiones y demás responden a la zafiedad e inconsistencia de sus palabras -el medio más influyente del NO- y no digo de su mentira, porque desconoce desde hace mucho tiempo realidad y verdad.
ELLA habita en su “matrix”, con su Vive Pozuelo, sus paellas al sol y a la sombra, sus subvencionadas peñas y, por supuesto, con su mirada hacia Murcia que ya no retorna.
Aunque si alguien sabe de entrevistas “agradaoras” es ELLA ¿acaso no recuerda aquellas entrevistas masaje, ora en el ABC, ora en La Razón ? ¿Eran necesarias institucionalmente o personalmente? ¿Las leería alguien, más allá de los obligados por los favores recibidos, claro?
Poco sabes, acladesa, que fue “Tómbola”, aquel programa de la Televisión Autonómica Valenciana, la precursora de coloquios tales que tú has acabado llevando del rosa al negro.
Sí, querida Susana Pérez Quislant, la vida es una tómbola y en tu caso hemos pasado “de luz y de calor” a “de oscuridad y horror”.
La desgracia es que esa negrura y aversión nos la quedamos en Pozuelo de Alarcón y la sufrimos sus vecinos.
Alejandre