A propósito de la familia de patos que andaba por una acera de Pozuelo y la necesidad que tiene el Gobierno de cuidar las zonas verdes porque en ellas, de verdad, sí que nos va la vida
El vídeo publicado ayer por El Correo de Pozuelo de una hembra de ánade azulón con siete pollitos caminando por la acera de una calle de nuestra villa, cercana (creo) al Parque de las Cárcavas, seguramente ha supuesto un shock para muchos lectores con sensibilidad medioambiental.
La primavera supone un estallido de vida y esa familia supone parte de esa explosión… Y por eso, recojo el guante lanzado por ese video y vuelvo sobre la necesidad que esa vida tiene de zonas verdes adecuadas en Pozuelo de Alarcón para que no sea flor de un día.
El Correo de Pozuelo lleva tiempo insistiendo e intentando concienciar a nuestros vecinos y a la Corporación Municipal de la importancia de las zonas verdes del municipio pero, sobre todo, de la necesidad de una gestión adecuada y proactiva.
La última vez que apareció el tema fue el pasado 8 de mayo, en la sección Pregúntaselo a Sira, en la que un lector preguntaba ¿Alguien sabe si el Gobierno de Pozuelo está haciendo algo para que sigamos teniendo biodiversidad en nuestros parques como previsión anti COVID-20?
Hay otros medios nacionales que también se preocupan por esto. El 11 de mayo, el diario digital El Confidencial publicó el artículo Así sería la ciudad ideal para luchar contra pandemias como el covid-19 del que extraemos el siguiente párrafo:
“La OMS recomienda que toda ciudad debería tener más de 11 metros cuadrados de zonas verdes por habitante para garantizar la calidad del aire. En España, hay urbes que superan con creces esta marca, como Vitoria, que lidera el podio con 26,76 m²/habitantes, según un estudio de una empresa de comparación de viajes que ha usado la base de datos del Open Street Maps. Madrid, en este caso, está la tercera (15,78 m²/hab), pero eso no quiere decir nada, ya que en la capital la superficie de parques y jardines está muy concentrada, sobre todo en grandes superficies naturales como son Casa de Campo, El Retiro o El Pardo. Por ello, se incide en el concepto de “verdor circundante”, que alude a la presencia de la naturaleza dentro de los barrios y centros históricos”.
Pozuelo dispone de más de 1.000 Ha de zonas verdes y tiene unos 87.000 habitantes (Fuente: ABC). Una sencilla división da como resultado 115 metros cuadrados de zonas verdes por habitante. Es un resultado extraordinario y, con razón, Pozuelo presume de ser uno de los municipios de Europa con mayor proporción de este tipo de áreas.
Pero esta situación, a priori tan favorable, exige también que los responsables municipales de la gestión de todas estas zonas sean de verdad eso, responsables. Y profesionales. No sería de recibo que un cuidado negligente provocara el deterioro, si no el abandono, de este maravilloso patrimonio de todos, que tanto nos puede a ayudar a vivir en un entorno más sostenible, con mayor biodiversidad y mucho más saludable.
Durante este encierro debido a la pandemia, el Departamento de Parques y Jardines ha trabajado en un régimen de servicios mínimos. No tenemos nada que objetar puesto que se trataba de una situación extraordinaria y de emergencia. Pero antes de la pandemia, en febrero, ya denunciábamos el abandono y una gestión lamentable de alguno de nuestros pulmones verdes, como el parque forestal Adolfo Suárez. Así lo recogíamos en una serie de tres artículos, el primero de los cuales se titulaba Las lagunas del Parque Adolfo Suárez están abandonadas, incumpliendo su objetivo de atraer a las aves (I).
Cuando esto pase, que pasará, volvemos a reclamar a nuestro Ayuntamiento que se tome en serio el cuidado de nuestras zonas verdes, que se pongan a trabajar y que lo hagan con una visión global y a largo plazo, estratégica.
Nuestra alcaldesa y su muy bien pagado equipo son los primeros que tienen que ser conscientes de lo que estas zonas realmente valen (y no estamos pensando en dinero sino en biodiversidad) y actuar en consecuencia para su cuidado y preservación.
E, insisto, no es una cuestión de izquierdas o derechas. Es una cuestión de sentido común y es qué, parafraseando a una ministra, cuidar las zonas verdes porque ahí es donde, de verdad, nos va la vida…
Un ecologista de derechas