El penúltimo servicio al PP… y a Pozuelo de un hombre prudente: Félix Alba. Un artículo de Tono Rueda
Casi todos sabemos ya que en nuestro Ayuntamiento se ha producido una dimisión importante.
Es importante no sólo porque haya dimitido un político, cosa difícil de ver en estos tiempos, y además sin haber sido imputado por ningún delito, algo ya inaudito, pero todo tiene su explicación.
No pretendo tener yo esa explicación que será, sin duda compleja, pero tengo mi teoría para explicar que un político con una trayectoria intachable, a dos años de su jubilación, y con una vida laboral y personal más que completa, haya presentado su dimisión en el Ayuntamiento de Pozuelo.
Se trata de Félix Alba, médico de profesión y concejal del Ayuntamiento de Pozuelo desde hace 14 años. En este momento ostentaba el cargo de primer teniente de Alcalde, Concejal de Presidencia y portavoz del grupo político del Partido Popular en nuestro Ayuntamiento.
Pues todo muy raro, ¿no? ¿Porqué iba a dimitir este hombre con todo a favor?
El ambiente en el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón es irrespirable. En este pueblo los vecinos no nos enteramos de lo que pasa puertas adentro del consistorio, pero pasan cosas muy graves. EL grupo municipal popular está roto. La relación de la alcaldesa con varios, la mayoría de sus concejales es inexistente más allá de lo estrictamente necesario. Los que no tienen más remedio que aguantar aguantarán, pero hay quien no tiene esa necesidad…
Félix es un hombre prudente, excesivamente prudente a veces, bien domado, que diría Víctor Manuel. Esa actitud me ha decepcionado en varias ocasiones, pero cada uno es como es.
Félix ha aguantado carros y carretas.
Aguantó cuando imputaron a Jesús Sepúlveda, y siendo él el preferido por sus compañeros concejales y por los afiliados del PP de Pozuelo, pusieron a Gonzalo Aguado de Alcalde.
Aguantó cuando colocaron a Paloma Adrados, que ni siquiera quería venir a Pozuelo, de alcaldesa de nuestro pueblo.
Aguantó que pusieran a Susana Pérez Quislant por delante de él en la lista de las elecciones de 2015, con el resultado, tras el abandono de Paloma Adrados, de que esta llegara a ser a alcaldesa.
Aguantó demasiado.
Y ahora encima le condenaban al ostracismo. Demasiado que aguantar.
Pero permítanme que sospeche que esta dimisión no ha sido una huida.
No resultaría tan incómodo aguantar un poco más, un par de añitos más ganando más de 60.000 euros al año, un par de añitos más teniendo la comodidad que supone ser concejal de un Ayuntamiento como el de Pozuelo donde, si uno quiere, pasa desapercibido viviendo a cuerpo de rey.
Pero no. Ha dimitido. Ha dicho que ya está bien. Que la situación es insostenible y que él no la va a seguir sosteniendo. ¿Ha sido una rendición?
Permitidme que sospeche que no. Félix se va por la puerta grande. Antes de tiempo y sin deber nada a nadie. Se va renunciando a un final feliz y haciendo un último servicio a su partido.
No habría mejor forma de llamar la atención del PP de Madrid sobre la gravísima situación del PP de Pozuelo. No pueden quedarse de brazos cruzados ante este escenario. Alguien tendrá que hacer algo. El clima en el Ayuntamiento no se podrá soportar durante los casi dos años que quedan de legislatura y Félix sabe que cuanto antes se actúe más posibilidades hay de salvar al PP de Pozuelo y con ello a Pozuelo.
Yo personalmente no creo que el PP sea la salvación de Pozuelo, pero Félix sí. No cree que haya otro partido capaz de gobernar en Pozuelo. Y está en su derecho de pensar así.
Su dimisión es su penúltimo servicio a su Partido y a su pueblo. Se va el único prestigio que le quedaba al PP en Pozuelo, pero se va para que el PP recupere su prestigio y su sitio. Puede que alguien en Eduardo Dato o en Génova se entere ahora de lo que pasa aquí.
Tono Rueda, presidente de la Agrupación “Vecinos por Pozuelo”