Defensa de las posesiones españolas en el Océano Pacífico. Costas suroeste: La Patagonia chilena. Expedición de Bartolomé Díez Gallardo

El objetivo principal de las autoridades españolas era proteger las riquezas de Perú, riquezas que estaban amenazadas por los enemigos de España (Inglaterra y Holanda). Para ello había que defender los pasos entre los dos océanos, defensa imposible establecer en los estrechos debido a sus condiciones geográficas y medioambientales. Había, pues, que defender la costa austral de Chile para impedir que en ella se establecieran bases enemigas que, apoyándose en los nativos de la zona, sirvieran para atacar los territorios españoles. Los puntos más vulnerables eran el archipiélago de las Chiloé y la ciudad de Valdivia.
En 1643, el Gobernador General de las Indias Occidentales Holandesas, Hendrik Brouwer, organizó una expedición con la intención de establecer la ansiada base de operaciones en la costa suroccidental del continente, en las ruinas abandonadas de la ciudad de Valdivia que llevaba destruida desde 1599.
La expedición holandesa, mandada por Elías Herckmans después de la muerte de Brouwer, saqueó las ciudades de Carelmapu y de Santiago de Castro, en agosto de 1643 fondearon ante las ruinas de Valdivia y fundaron al ciudad de Brouwershaven. Aunque la ciudad fue abandonada en octubre de ese mismo año, el hecho de su fundación creo una gran alarma entre las autoridades coloniales españolas quienes, al año siguiente, iniciaron la repoblación y fortificación de Valdivia para evitar una nueva incursión enemiga. Fue la última expedición holandesa a las costas sur occidentales americanas.
En 1670, el contralmirante inglés John Narborough fue el jefe de una expedición organizada por el Almirantazgo Británico a los mares australes del continente americano. Se prepararon dos naves para la expedición. Tenían la misión de reconocer las costas del área incluyendo el estrecho de Magallanes. Llegaron a Puerto Deseado en febrero, permaneciendo en la zona hasta septiembre lo que supuso invernar en San Julián. Entraron en el océano Pacífico en noviembre de 1670, arribaron a Santiago de Castro y a mediados de diciembre atracaron en Valdivia. Los españoles apresaron a dos oficiales y dos marineros, al no disponer los ingleses de fuerzas necesarias para rescatarlos, decidió regresar a Inglaterra.
Durante más de treinta años no se había llevado a cabo ninguna expedición española a las costas australes del continente, salvo aquellos viajes que realizaron los misioneros jesuitas a los archipiélagos del sur de Chiloé en sus Misiones Circulares, pero, en respuesta a la expedición inglesa, las autoridades españoles organizaron una expedición en 1674.
El mando de la expedición fue encomendado al teniente Bartolomé Díez Gallardo. Su misión: investigar la presencia de extranjeros en las costa hasta el estrecho de Magallanes.
Zarpó de Castro a mediados de octubre de 1674 con 7 piraguas con una tripulación compuesta por 30 soldados españoles y 40 indígenas amigos.
Alcanzó la laguna de San Rafael desde donde prosiguió por tierra. Durante unos tres kilómetros, con las embarcaciones a hombros, atravesaron el istmo de Ofqui (el istmo conecta la península de Taitao con el continente y está limitado por el golfo de Penas y la laguna de San Rafael en el sur de Chile), hasta llegar a un río por el cual navegó, aguas abajo, unos 20 Kilómetros, llegando al golfo de Penas. Cruzó el istmo tanto a la ida como a la vuelta. Llegó a Chiloé en febrero del año siguiente.
En su diario, como no indica latitudes, no se conoce exactamente hasta donde llegó. Durante su periplo capturó a varios indígenas que le dieron noticias de la presencia de extranjeros en la zona, aunque él no lo vio.
Joaquín de la Santa Cinta, Ingeniero aeronáutico, Economista e Historiador