Crónica del peor Pregón de las Fiestas de la Consolación de los últimos años que, extrañamente, la Oposición (mayoría absoluta) aplaudía y que los vecinos abandonan a toda milk

Por primera vez en 5 años no sé si hacer esta habitual crónica del Pregón de las Fiestas de la Consolación del sábado pasado en El Correo de Pozuelo. No sé si merece la pena. Es más, ni siquiera sé cómo empezar. Tengo la sensación de clamar en el desierto porque esto cada año es peor.
Podría empezar diciendo que fue una vergüenza y lo fue. Pero ¿para qué? Hay 200 vecinos que se lo pasan bomba. En Pozuelo hay 85.500 pozueleros que ni participaron ni quieren participar en algo tan vulgar pero no creo que merezca la pena señalarlo.
Este año, por ejemplo, no había en la Plaza Mayor ni media entrada. Nada, cuatro gatos. Entre la fuente central, las grandes terrazas de Suri y Las Colombianas y el espacio reservado a esas divertidas peñas y las bandas, estaríamos escasamente 200 pozueleros (y soy generoso) por mucho que el Gobierno venda que asistieron miles…
La verdad es que esta vez ya ha sido el acabose. Posiblemente la de menor asistencia. Pero, como siempre, todo a estilo compadre. Sin liturgia. Sin protocolo.
(Viva la España Profunda que permanece en la ciudad más rica de España).
Nadie, por seguir poniendo ejemplos, dijo que iba a comenzar el acto y que iba a hablar la alcaldesa… Nada. Y de pronto apareció una señora chillando. Supusimos que era ELLA, tan valiente y tan populachera como siempre. Y se puso a largar. Sus palabras o, mejor, sus gritos no tenían orden ni concierto y, en la parte de la plaza que había gente, como siempre, no se oía bien.
(Un año más, la megafonía era de la Señorita Pepis).
Y después de esas palabras de saludo a las peñas (ese mundo ultramontano arraigado en el Centro del Pueblo y que ella tanto desprecia durante el año pero que en Fiestas disimula), sonó el Himno Nacional y sonó bonito pero no tenía mucho sentido a qué venía que sonara en ese momento.
Al terminar el Himno, apareció en la balconada un señor que dijo ser el Rey Fernando VI y habló como si lo fuera. Y aquello no era creíble.
Y después habló una señora que dijo ser Bárbara de Braganza. Y lo mismo. Algo sin sentido.
Detrás de los intervinientes estaba la pareja de magníficos Gigantes que, en teoría daban el Pregón, pero que no lo dieron. Al menos a mí entender. No hubo espectáculo. Y todo fue atropellado.
(Estas dos personas que hablaron sin más, me dijeron, eran los que habían hecho los trajes de los dos Reyes).
Luego volvió a sonar un Himno Nacional raro y tres minutos después los cañones de confeti. Ni siquiera había coordinación y se perdió el efecto programado.
Total, 11’43” y a otra cosa, mariposa.
Podría decir todo esto pero no lo haré.
También podría empezar diciendo que la Oposición (con mayoría absoluta) se encontraba encantada de la vida ante el esperpento. Mirarlos allí en aquel rincón de la balconada aplaudiendo y gesticulando era algo alucinante. Y no fue una impresión mía. Incluso, lo han refrendado en las Redes Sociales y eso ya lo entiendo menos aún…
En lugar de hacer crítica sobre lo que allí pasó y mantener una postura digna de representante de la mayoría de los pozueleros, se reían y hacían fotos. En la plaza estaba representado el 0,2% de los contribuyentes de Pozuelo (el 0,2%) pero ellos optaron por la genuflexión ante el esperpento… Es lo que tienen los buenos sueldos asegurados… Ni siquiera recuerdan que las elecciones serán dentro de cuatro años.
¿Cómo es posible que haya concejales de la Oposición (con mayoría absoluta) que alaben un hecho tan desacertado e impropio?
Podría decir todo esto pero tampoco lo haré.
Pueden borrarlo si quieren.
Yo, hoy, solo quiero decir hoy una cosa: Este Pregón y estas fiestas no me representan… Ni representan a la gran mayoría de los Pozueleros.
Es un Pregón y unas Fiestas de un barrio de Pozuelo que, como siga ajeno al resto de la ciudad, se terminará convirtiendo en puro adefesio. O, simplemente desapareciendo.
En cualquier caso, empezaré a pensar si esta batalla la he perdido ya o si merece la pena seguir luchando porque este barrio de Pozuelo abandone el Siglo Pasado.
El Capitán Possuelo