¿Y si la candidatura de Susana Pérez Quislant a la alcaldía de Pozuelo fuese simplemente una estrategia para que se diera el batacazo y acabar con este PP caduco de ella y ‘la Familia’? Parece
“Pero, ¿qué está pasando, Sebastián?”. Así me colgó el marido de mi prima Paqui el domingo pasado. Me preocupó.
Al poco tiempo, se presentó en casa.
Salimos al jardín porque hacía un día espectacular. Y entonces, Sebastián, comenzó a hablar.
Luis, mi paciente marido, alucinó y, por primera vez, auguró que el Partido Popular perdería las elecciones al Ayuntamiento de nuestro pueblo.
Por la tarde, en mi taller de casa, terminando unos encargos que tenía pendientes para esta semana. Le di vueltas a las palabras de Sebastián. Y entendí las palabras de mi Capi cuando dice que lo mismo pretenden hacer una catarsis en el PP de Pozuelo.
Quizás no saben cómo quitarse a estos personajes de en medio y lo mejor es que, ante tan malas expectativas electorales, hacerlas aún peor en Pozuelo. Ese puede ser el precio que van a pagar para acabar con Susana P Quislant, Eduardo Oria, Juana Beatriz, y los Ruiz Escudero. Hermano y hermanísima.
La hipótesis cuadra perfectamente.
Si no son derribados en unas elecciones, siempre serán las víctimas del PP. Y podrían incluso ser acogidos por otros partidos “ya tocados por LA FAMILIA” como VOX.
Dejé la Singer descansar. ¡Todo encaja perfectamente!
Quislant es el último eslabón de un PP caduco. Representa un PP perdedor, de imposición, una señora que siendo concejala repudiaba Pozuelo y que, a los meses de que le tocara la lotería y se alzase con el bastón de mando, decidió venirse a vivir a mi pueblo. Por necesidad e imagen. Solo por eso.
Esta alcaldesa que llegó accidentalmente a Pozuelo y a nuestras vidas solo quiere de nosotros una cosa: Nuestro dinero para cobrar un sueldazo. Nada más. Durante ocho años no ha hecho nada por Pozuelo ni por los vecinos, salvo exhibir de vez en cuando una sonrisa FALSA, que se convierte en voces desabridas y faltas de respeto hacia los suyos en cuanto se da la vuelta.
Eso en el mejor de los casos, me dice Sebastián… En el peor, llora como una descosida y grita victimizándose de todo. Sebastián dice que se lo han contado funcionarios de la casa. Y yo me lo creo.
Pero es tanto el victimismo la soberbia y falsedad cuanto no la traición que lleva tatuada en su rostro.
De hecho yo creo que haber colocado a cualquier otro candidato, hubiese sido su mejor excusa para victimizarse una vez más. Señalar el desastre de resultados y decir, “¿lo veis? Yo era la mejor candidata”. Ea, pues nada, Susanita, a demostrar que eres capaz de conseguir esa mayoría absoluta de la que tú presumes.
Primera política del PP que caerá gracias a los vergonzosos resultados que ella solita va a conseguir con la complicidad de ese equipo que ella misma dice elegirá.
Me gusta la idea. Así que, seamos honestos y “botemos” de nuestro pueblo a Quislant. Demostremos que no votamos al PP a cualquier precio y que esta señora vuelva a San Blas, Barajas o donde quiera que tenga su pisito.
Pero, ojo, tiene que ser tan evidente que no la queremos aquí (no votándola) que no por ello castiguemos a Isabel D Ayuso.
Me decía Sebastián: Hay que votar a VOX al Ayuntamiento y al PP a la Comunidad de Madrid.
Y la verdad es que me gusta esta opción, porque la chavala Ayuso que es una monada y muy agradable. Me dijeron el sábado. Al margen de ser una mujer valiente y sin pelos en la lengua.
Lo peor de su visita a Pozuelo fue que andaba acompañada de estos dos jetas de la política. Enrique Ruiz Escudero y Susana P Quislant. Pero daba igual. En las fotos las diferencias eran tan evidentes…
Pero no sé. Esta estrategia de acabar con Quislant no acaba de convencerme. No.
Pero seguiré dándole vueltas para mi notita de la semana que viene.
A mí no me queda más remedio que trabajar a destajo.
Y tengo pedidos que acabar.
Sira Q.