“La política no siempre es justa”. Sirvan estas letras de homenaje a Félix Alba, un compañero, un afiliado del PP y una gran persona
Con esta frase hace más de seis años me despedí del Pleno del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. Dejando mi acta, después de haber defendido mi inocencia y mi dignidad, al margen de presiones y ofertas que tuve. Porque la dignidad, al menos para mi, no tiene precio. Y cumplí mi palabra. En cuanto dijeron que llevaba razón, dejé mi acta. Y acabé con estas palabras. “La política no siempre es justa”.
Dimití. No me cesaron. Y siempre fui yo quien manejé mis tiempos y la verdad. Mi dignidad. Y, por supuesto, por lealtad a mi partido, devolví el acta de concejal.
La palabra dimisión en política siempre está vinculada a momentos complicados, de falta de confianza, de rumorologías, imputaciones…. A pesar de que en el escrito “formal” se rubrique “por motivos personales”.
Sin embargo, yo no comparto esa opinión. Una dimisión en política a veces es una liberación personal. Una defensa de tus principios y valores. Y un acto de dignidad personal, al margen de lealtad a un proyecto político. Quienes no valoran su dignidad o aquellos que la palabra lealtad les provoca urticaria, no entienden esto. Y aguantan, aguantan, aguantan…
En política no debe “aguantarse”. En política se debe estar para defender el interés general, aplicando un proyecto político en el que se cree. En defensa de las personas. Del progreso. De la igualdad. De la transparencia. Regeneración. No entiendo la política desde el verbo “aguantar” o admitiendo que “no podemos hacer otra cosa”.
¿Cómo que no? Siempre hay otras opciones en la vida. Y la primera es defender aquello en lo que crees.
Ayer, una triste noticia política corrió como la pólvora por Pozuelo, mi ciudad. Y mucho más triste para los afiliados del PP de Pozuelo, los vecinos y el Ayuntamiento. Félix Alba dimitió. Ha entregado su acta de concejal. Y, seguramente, rece el escrito de dimisión “por motivos personales”.
Desconozco los motivos reales de su dimisión, pero estoy segura que en el fondo… En el fondo, hay un sentimiento de querer disfrutar de aquello que más le importa a Félix. Su familia. Ese entorno donde él y su mujer han inculcado unos valores y unos principios a los suyos y que hoy quieren disfrutar también con sus nietos. Y Félix se lo merece.
Sabéis que no me caracterizo por mantener la boca cerrada. En mi ‘Rincón de libertad’ escribo y digo lo que pienso. Y, al margen del respeto que me merecen algunas personas, hoy quiero rendir un homenaje a alguien que ha dado muchos años de su vida por mi partido, el Partido Popular y por mi ciudad, Pozuelo de Alarcón. Y ese homenaje mío, pequeño, diminuto, quizá incluso imperceptible para muchos, es mi gran homenaje a un compañero, a un afiliado del PP y a una gran persona. Félix Alba.
En épocas difíciles mías, Félix siempre estuvo. Siempre ha estado al lado de quienes más lo han necesitado. Me consta. Sale a la calle y defiende las siglas del Partido Popular. Ha defendido tanto en el Pleno como en bares, calle, sede… los equipos de gobierno del PP. Ha sido quien mejor a enarbolado la bandera de la gestión del PP en Pozuelo. Con contundencia, con convicción, con argumentos.
Tuve el inmenso honor de ser portavoz adjunta con él como portavoz y creo conocerle bien en temas políticos. La moderación, la mesura, prudencia y el sentido común imperaba en cada una de nuestras decisiones. Y el mayor porcentaje de ese éxito siempre fue de él. Yo era mil veces más impulsiva. Pero los dos creíamos en esa forma de hacer política. Y por eso, creo, conseguimos apoyos siempre para avanzar en Pozuelo.
Félix ha dimitido. Y ayer todos los que le conocemos, apreciamos y respetamos sentimos una gran pena. Una pena política. Y una alegría personal. Porque estoy segura que desde ayer Félix será más feliz. Y yo me alegro por él y por los suyos.
La política no siempre es justa. Así empezaba mi artículo. Y hace poco leí que no siempre ganan los mejores. Ambas afirmaciones son ciertas. Pero, amigos, lo que también es absolutamente cierto es que la dignidad, los principios, la coherencia y la lealtad, no tienen precio. Y siempre ha habido políticos y políticos.
Félix seguirá siendo político. Esté donde esté. Porque lo lleva en la sangre. Porque lo siente. Estoy convencida que seguirá defendiendo al PP. Seguirá sonriendo aunque por dentro esté destrozado. Y seguirá apostando públicamente por el proyecto político que siempre ha defendido.
Félix es un señor. Y los SEÑORES se merecen despedidas a su altura. Yo opto por los políticos que defienden su libertad por encima de todo. Elijo a los que defienden la libertad. El interés general. Aquellos que entran en política para mejorar la vida de las personas. Y que, un día, “por el motivo que sea”. Deciden abandonarla libremente. Por eso me quedo con Félix.
Gracias por todo lo que has hecho en el PP de Pozuelo. Por todos nosotros. Por buscar siempre la unidad, la integración, el “buen rollo”, el equilibrio. Por haber defendido al PP con firmeza desde tu posición de portavoz. Gracias de todo corazón como afiliada. Y como vecina de Pozuelo. Gracias por la labor que has hecho por nuestra ciudad o nuestro pueblo. Me da igual. Hoy todos sabemos que siempre estuviste ahí. Y yo sé, que siempre estarás ahí.
Ahora. Sé feliz. Te lo mereces.
Gracias.
Yolanda Estrada