LIBERTAD y UNIDAD sin fisuras contra el terrorismo

Ya van 129 vidas robadas, más de 200 heridos.
El pasado viernes la barbarie terrorista nos arrebató vidas y atacó nuestra libertad, una vez más.
En España, por desgracia, conocemos bien el terrorismo y la barbarie. Más de 800 personas han sido víctimas de la sinrazón de ETA. Ninguno olvidamos a las 193 víctimas del año 2004. Aquél 11 de marzo negro. Los españoles entendemos perfectamente a los franceses, británicos, americanos…
Fue un 11 también, pero de septiembre y en el 2001 cuando 3.000 personas murieron asesinadas en Nueva York en nombre de su dios y contra el capitalismo. Los españoles sentimos ese dolor como nuestro, hemos vivido con él. También españoles vilmente asesinados…ente los 129. Rabia.
Ahora es París, y por segunda vez en este año, mueren personas al grito de ¿Alá?.
No tengo capacidad para filosofar sobre esta materia, no soy una experta en terrorismo islámico. No creo que sea capaz de dar con la solución. Pero si quiero dejar claro que la libertad es un bien de todos y que todos debemos proteger. Me da igual que seamos de centro, de izquierdas, socialistas, liberales, conservadores o esa nueva moda de ser un poco de todo y mucho de nada.
Tenemos la obligación de defender la libertad, por nosotros, por nuestros hijos y por las generaciones futuras. Ya lo hicieron otros por nosotros y por eso vivimos en un régimen de libertad.
Pero, llegados a este punto, una se pregunta, ¿qué puedo hacer yo por esas víctimas y sus familias y para seguir defendiendo nuestra libertad?. Todos hemos condenado los asesinatos y nos hemos solidarizado con Francia, lo hemos transmitido en las redes sociales, lo hemos dicho a los amigos, algunos se han santiguado y han rezado por las víctimas. Pero, al final, nos quedamos igual.
¿Qué puedo hacer yo?
El domingo por la mañana decidí acompañar a todas aquellas personas que con su presencia delante de mi Ayuntamiento, en Pozuelo de Alarcón, y ante la Embajada Francesa, en Madrid, condenaban los asesinatos del viernes en París. Lo decidí como miles de personas anónimas. Desde el sentimiento, desde la rabia, la impotencia y desde la solidaridad y la defensa de la libertad y la democracia.
Dos minutos de silencio absolutamente dolorosos.
Muchas personas piensan que este gesto no sirve para nada. Y quizás lleven razón. Pero dentro de mi sentí que esos minutos que me los quité de mi tiempo de forma voluntaria, les llegaría a ellos. A todas las víctimas que han muerto sin elegirlo. Pienso que esos dos minutos no son tantos cuando otras personas han muerto para que yo viva en libertad. Dos minutos, 120 segundos. Tampoco es tanto. Ellos han dado su vida y yo….120 segundos.
120 segundos, analizo, casi un segundo por víctima. Casi un segundo por cada vida robada. Es verdad, lo mismo no sirve para nada. Pero, miles de personas hemos regalado esos dos minutos a todas las víctimas de la barbarie y el fanatismo.
Puede que no sirva para nada. Es verdad. Pero hemos plantado cara al fanatismo y a la barbarie. Con rabia y lágrimas en los ojos he oído entonar La Marsellesa. He visto llorar a mucha gente. Llanto. Dolor. Tragedia. Impotencia. Pero, todos unidos.
El número de víctimas ya va por 133. Inaceptable.
Han atacado nuestra libertad, una vez más. Y Francia ha respondido. Y todos se han unido al presidente Hollande. ¡Qué envidia de políticos!, sinceramente.
Espero y deseo que algunos políticos españoles esta actitud les haga reflexionar. La libertad y la democracia es fundamental para vivir y todo lo que se haga en su defensa, bienvenido sea.
Espero y deseo que ningún político vuelva a decir aquello de que el pacto antiyihadista es “propagandístico o electoral”, como definió, entre otros, Albert Rivera el pasado mes de febrero al pacto entre PP y PSOE y ahora pide sumarse sin fisuras, ¡qué malas son las hemerotecas y tanto programa de televisión!, pero bienvenido el cambio de actitud de este político de moda.
Espero y deseo que jamás ningún partido político vuelva a usar el terrorismo para atacar a sus adversarios demócratas, los enemigos son los asesinos no quienes toman decisiones en defensa de la libertad. Y, finalmente, espero y deseo que todos veamos que necesitamos un gobierno serio, responsable, que nos garantice nuestra libertad, un gobierno que luche por la democracia, con firmeza.
La vida y la libertad deben ser protegidas desde la racionalidad, la cooperación y la firmeza en las convicciones demócratas, no desde una oficina de marketing del candidato y menos aún desde un plató de televisión asegurándose uno que el flequillo le ha quedado lo suficientemente “mono” para gustar a todos. Estamos hablando de nuestra esencia, de nuestro presente y, sobre todo, de nuestro futuro y el de nuestros hijos. No juguemos.
Gracias.
Yolanda Estrada