Las Fiestas del Carmen del Barrio de la Estación de Pozuelo han vuelto a ser un fiasco. Otro cartucho transversal gastado en la construcción del gran Pozuelo de Alarcón
Ya sé que puedo parecer un aguafiestas. No hago más que criticar. Ya sé que puedo repetirme más que un mal gazpacho. Todos los años escribo lo mismo. Ya sé que soy muy cansino criticando las Fiestas de Pozuelo pero me creo en la obligación de hacerlo. Creo que son fiestas del Siglo pasado y que están muy bien para cualquier pueblo de España pero no para una ciudad como Pozuelo.
Aquí, unas fiestas como las que acabamos de pasar en el populoso barrio de la Estación, no tienen mucha razón de ser ya que están absolutamente desfasadas y estamos hablando de la ciudad más rica de España y, se supone, la más moderna. Creo que merecen algo más.
No voy a entrar a discutir cada una de las actividades programadas. No voy a entrar a debatir si hay que mantener la paella (ya he dicho muchas veces que es una horterada y va contra los restaurantes de la zona) o actuaciones musicales de tercer nivel. Creo que es un problema de concepto. De la confusión que mantiene el Gobierno de esta ciudad con el concepto popular. Y ahí sí quiero entrar. Y ahí, una vez más, es donde quiero debatir.
El Gobierno de Pozuelo, en su web, decía “El Ayuntamiento, con la colaboración de peñas y asociaciones, ha preparado un amplio y variado programa de fiestas que incluye conciertos y espectáculos, juegos infantiles, fuegos artificiales y encierro chiqui. Asimismo, durante estos días, los vecinos y visitantes también podrán disfrutar de los actos religiosos, los encuentros populares o las competiciones deportivas, entre otros”.
Y dividía las fiestas en tres apartados:
-Musicales: “Un Pingüino en mi ascensor”, “Sidonie” y la orquesta “La Zentral”, entre otras, pondrán la nota musical a estas noches de fiestas.
-Infantiles: Los más pequeños también cuentan con un apartado especial en la programación con el encierro chiqui, un tobogán acuático gigante y los juegos y espectáculos infantiles.
-Religiosas: La Misa Solemne y la procesión en honor a la Virgen se celebrarán el domingo, Día de Nuestra Señora del Carmen.
No voy a entrar tampoco a batallar con nadie sobre la calidad musical de el Pingüino, Sidonie o La Zentral. Ni sobre el encierro chiqui (una gran idea si hubiese encierros de mayores) ni el tobogán acuático o los juegos infantiles a tutiplén. Y mucho menos, los actos religiosos. A nadie se le obliga a ir.
Yo, insisto, hablo solo de concepto de fiestas. Si estas son las fiestas del barrio más importante de Pozuelo, creo que el Gobierno se equivoca y mucho. Como en las Fiestas del Pueblo, las monta pensando solo en unos cuantos vecinos.
Dice el Gobierno de Pozuelo que no tienen culpa de nada. Que el programa, prácticamente, lo hacen las peñas y que el Gobierno solo organiza los actos.
La verdad es que no me lo creo. Nada. Y menos conociendo al concejal Ulecia y al conocido por Suso. El programa no lo hacen las peñas y demás asociaciones del barrio, lo hace el Gobierno y en medio, para contentarlos, meten sus actividades como relleno.
Susana Pérez Quislant no quiere líos.
Las fiestas de Pozuelo, en general, carecen de filosofía política. Se hacen porque así se hicieron siempre.
El Gobierno de Pozuelo no sabe qué modelo de ciudad quiere. No tiene ni quiere complicarse la vida. Prefieren pasar de largo. No piensan, por ejemplo, que uno de los grandes problemas de esta villa son los mil pozuelos que contiene y es muy importante que se integren. Que todos los vecinos se sientan pozueleros. Que vivan el latir de la ciudad. Que salgan de sus urbanizaciones y se sientan integrantes de la villa.
Pozuelo necesita transversalidad para que deje de ser una ciudad dormitorio y del que sus vecinos pasan.
Y para combatir ese problema, entre otros muchas soluciones, están las fiestas. Y las del Barrio de la Estación son ideales para ello. Pero con esta programación, me temo lo peor.
Y es una pena. Otro cartucho gastado en la construcción transversal del gran Pozuelo.
El Capitán Possuelo