Samuel ha-Leví Abulafia, miembro de una importante familia judía, llegó a ser una persona muy influyente en la corte del rey castellano Pedro I: Fundó la Sinagoga del Tránsito en Toledo
Samuel ha-Leví Abulafia fue uno de lo más insignes cortesanos de la España cristiana del siglo XIV, llegó a ser una de las personas más influyentes en la corte del rey castellano Pedro I. Negociador de la paz con Portugal y recordado por ser el hombre que financió, y fundó, la espectacular Sinagoga del Tránsito en Toledo.
Había nacido es esa ciudad en 1320, en una importante familia, los Abulafia. Se padre, Meír ha-Leví murió, junto con su mujer, a causa de la peste negra.
Poco o nada se sabe antes de su entrada al servicio del noble portugués Juan Alfonso de Alburquerque, por entonces hombre de confianza del rey Pedro I y, apoyado por este, ha-Leví entró al servicio del rey. En 1350 fue nombrado, inicialmente, camarero mayor responsabilizándose de la hacienda real y, poco después, tesorero.
Su buen hacer en la hacienda real hizo que nuestro personaje ascendiese en la consideración del rey hasta llegar a ser uno de sus principales consejeros. Durante diez años fue un personaje todopoderoso en la Corte. Tal era la confianza del rey en su persona que en su palacio guardaba el tesoro del reino.
Además de su labor como consejero y administrador de los tesoros reales, ha-Leví presidió, junto a un cristiano, el tribunal real encargado de fijar los impuestos que debían pagar los obispos y altos responsables religiosos.
Pedro I se casó en 1353 con la infanta francesa Blanca de Borbón, pero a los pocos días de la celebración, Pedro abandonó a Blanca y se retiró a Sevilla con su amante María de Padilla. A su esposa la confinó en la villa abulense de Arévalo.
Este fue el motivo alegado por su hermanastro Enrique de Trastámara para oponerse a Pedro y levantar banderías entre la nobleza castellana.
El enfrentamiento entre ambas acabó en una guerra civil que finalmente ganó Enrique y que significó un cambio de casa reinante en Castilla, pero la primera etapa de la guerra fue ganada por Pedro después de que los partidarios de Enrique asaltaran Toledo, atacaran a los judíos toledanos y se llevaran el tesoro real del palacio de ha-Leví.
Samuel, también, actuó como diplomático al negociar en Lisboa en 1358 el Tratado de Évora entre los reinos de Castilla y Portugal.
Durante esta década de gran poder, ha-Leví no solo se preocupó de las rentas reales, también sus intereses personales fueron objetos importantes de sus trabajos y consiguió una enorme fortuna que llegó a ser la envidia de sus coetáneos y que acabó por llevarle a su perdición.
Para 1360, Samuel vivía en Sevilla en un palacio en la judería sevillana, en el Barrio de Santa Cruz.
Las difamaciones vertidas por los envidiosos en los oídos del rey Pedro, y las necesidades monetarias del Rey debido a la crítica situación económica por la que pasaba el reino y las exigencias de las guerras, hizo que mandara detenerlo por malversación, torturarlo y , finalmente, ajusticiarlo en 1360, además de confiscar sus propiedades y las de su familia.
Entre las propiedades confiscadas se encontraba su palacio de Toledo. Un magnífico edificio ubicado en la judería toledana.
Los terrenos que ocupaba el palacio de Samuel, el actual Museo de la Casa del Greco, incluían la Sinagoga del Tránsito que ha-Leví había construido entre los años 1355 y 1357.
Tan importante es la Sinagoga que, actualmente, ha-Leví es recordado más por ser el creador de esta que por su importancia como gran personaje político durante diez años del reinado de Pedro I.
La fundación de una sinagoga de tanta belleza fue para Samuel un gran logro personal y político, realizada con la intención de que su memoria perdurara en el tiempo.
Para ello, en su construcción se colocaron dos placas, una a cada lado del hejal, ambas escritas en hebreo. La situada al lado izquierdo está dedicada a dejar testimonio del poder de Samuel al construir un palacio y una sinagoga.
La del lado derecho muestra sus magníficas relaciones con su rey.
En una sinagoga, el hejal es la palabra usada por los sefardíes para designar el lugar donde se guardan los rollos de pergamino de la Torá. Según la RAE: El libro de la ley de los judíos, que se corresponde con los cinco que forman el Pentateuco en el Antiguo Testamento”.
Joaquín de la Santa Cinta, autor de «50 héroes españoles olvidados» y “50 mujeres españolas extraordinarias”
Para saber más:
- Diccionario Biográfico. Real Academia de la Historia.
- Jambrina, Jesús. Personalidades Sefaradíes: Samuel ha-Leví Abulafia (1320-1360). Viterbo University. eSafarad.
- Muñoz Garrido, Daniel. Felicidad, bienestar, gloria y honra, la imagen pública que Samuel ha-Leví proyectó en la Sinagoga del Tránsito. CSOC. Ben -Gurion University of the Negey.
- López Álvarez, Ana María; Menéndez Robles, M.ª Luisa. Palacios y mansiones de la España judía. Museo Sefardí. Toledo.