A propósito del libro “Las Bombas del 11-M” del comisario jefe de los Tedax Sánchez Manzano, considerado prueba de lo bien que se hizo toda la investigación policial y judicial del atentado

Mi reciente artículo en El Correo de Pozuelo, sobre el desguace de los trenes del 11-M, ha sido objeto de unos comentarios críticos que agradezco, y a los que voy a dar respuesta.
Los comentarios se refieren, por un lado, al ambiente político de aquellos días del 11-M, a las intervenciones de determinados periodistas, a las mentiras que se propagaron, y, por otro, a poner el libro “Las Bombas del 11-M” escrito por el entonces comisario jefe de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano, como elemento de prueba de lo bien que se realizó toda la investigación policial y judicial del atentado.
En cuanto al primer asunto, el ambiente de aquellos días, yo no escribo sobre opiniones de unos y otros, hipótesis, elucubraciones… Yo me refiero siempre a hechos fehacientes, evidentes, demostrables, como evidente es que el gobierno de aquellos días informó puntualmente de los acontecimientos que se iban produciendo, perjudicando incluso con ello la propia investigación. Así se informó rápidamente de la aparición de la Renault Kangoo con las cintas coránicas, de la mochila de Vallecas, de la detención de Zougam y de los indios…De lo que evidentemente no se informó, es del supuesto descubrimiento, avalado por “tres fuentes distintas de la lucha antiterrorista”, de los cuerpos de terroristas suicidas, rasurados y con no sé cuántas capas de calzoncillos; evidente mentira que fue repetidamente aireada por la cadena SER y por la izquierda de Zapatero.
Y en cuanto al segundo asunto, el del comisario Sánchez Manzano como referente de la verdad y de la buena investigación del 11-M, recordemos algunos hechos fehacientes en la investigación del 11-M que se produjeron bajo su dirección
- No existe, o si existe se ha mantenido oculto, el obligado inventario de las muestras recogidas en los trenes por los Tedax del comisario Sánchez Manzano.
- Varios agentes Tedax del comisario Sánchez Manzano declararon bajo juramento, en sede judicial, que se recogieron numerosas muestras en todos los focos, incluso tierras del suelo extraídas bajo los cráteres y algodones impregnados con agua y acetona, tierras y algodones que desaparecieron sin que se sepa su destino ni si alguien los analizó.
- Las muestras tomadas en los trenes y analizadas fueron escasas. Oficialmente sólo existen 23 pequeñas bolsitas, y de algún foco no quedó absolutamente nada. Así que los Tedax del comisario Sánchez Manzano parece que perdieron numerosas muestras y que incluso de algún foco desaparecieron todas.
- Las muestras se analizaron en el laboratorio de los Tedax del comisario Sánchez Manzano, con un resultado oficial tan detallado como es: “componentes de dinamita”.
- A pesar de las grandes lagunas existentes en esos resultados, y a pesar de las normas establecidas de, tras un primer análisis de urgencia, enviar las muestras al laboratorio mucho mejor dotado de la Policía Científica, la comisaría del comisario Sánchez Manzano sólo cumplió esa norma con una única muestra, no lavada con agua y acetona, cuyo análisis dio como resultado
- La perito del laboratorio Tedax del comisario Sánchez Manzano no comunicó la naturaleza de esos misteriosos componentes de la dinamita hasta 3 años después del atentado, cuando hubo que sacárselos “a tirones” en el juicio.
- No existe, o si existe está oculta, el acta de los análisis realizados en el laboratorio del comisario Sánchez Manzano con el inventario detallado de las muestras analizadas y sus fotografías.
- En 5 informes periciales sobre la metralla recogida en todos los trenes, efectuados por peritos a las órdenes del comisario Sánchez Manzano. sólo se citó la existencia de un único clavo como componente de esa metralla. Cuando ya en diciembre de 2005, el juez pidió la comparación de la metralla de la mochila de Vallecas con la de los trenes surgió de la nada todo un muestrario de clavos y tornillos, procedentes al parecer de casi todos los focos, inexistentes para todas las periciales anteriores.
- Las muestras fotografiadas por los peritos del comisario Sánchez Manzano en la pericial de diciembre de 2005, fueron de nuevo fotografiadas en la pericial de explosivos realizada en el laboratorio de la Policía Científica en mayo de 2007. Pues bien, las muestras habían cambiado entre ambas periciales, hay grandes diferencias entre las fotos tomadas en una y otra ocasión a las teóricamente mismas muestras. Las muestras habían sido almacenadas en las instalaciones del comisario Sánchez Manzano.
- Los peritos de la pericial de explosivos realizada durante el juicio, escribieron en el acta que habían pedido “por activa y por pasiva” la cadena de custodia de las muestras, y que no se les había dado. Pero claro, si no había ni primer eslabón de la cadena, por no existir el acta de recogida en los trenes ¿qué cadena de custodia les podrían haber dado? Y esa supuesta cadena de custodia era responsabilidad de los peritos de Sánchez Manzano.
- En la desactivación de la mochila de Vallecas, fueron tomadas fotos con una cámara de un agente de la Policía Científica, el cual fue conminado a entregar el carrete a un agente Tedax del comisario Sánchez Manzano. Nunca se ha vuelto a saber nada de esas fotografías. Oficialmente no existe fotografía alguna de esa desactivación.
De todo ello hay una responsabilidad evidente del comisario Sánchez Manzano, pues bajo su jurisdicción se realizó todo lo antes relacionado.
Hasta aquí hechos incuestionables. En cuanto al libro con el que Sánchez Manzano trata de liberarse de responsabilidades por los hechos antes citados, contiene varias evidentes mentiras, de las que entresacaré dos muy importantes, por referirse a hechos clave en la deriva que tomó la investigación del 11-M,
Es conocido el increíble resultado del análisis de las muestras de los trenes realizado por la perito del laboratorio Tedax, en el cual sólo se habían detectado “componentes de dinamita”, e incluso en dos de los focos no se detectó “ninguna sustancia digna de mención”. De esa forma de actuar se derivó la ignorancia sobre la real naturaleza del explosivo utilizado por los terroristas, ignorancia que se mantuvo hasta en la propia sentencia y que se mantiene al día de hoy.
En esta inmensa cantidad de material, el laboratorio Tedax no “detectó ninguna sustancia digna de mención”
El Comisario Sánchez Manzano tenía muy difícil justificar tamaño dislate, y lo que hizo en su libro fue ¡pasarle la responsabilidad al juez del Olmo! Así, en la página 71 escribe: «El juez sólo pidió determinar el tipo de explosivo« .
¿Podría ser verdad que el juez sólo le pidiera determinar el tipo de explosivo, y no su composición? Pues es muy fácil comprobarlo. Basta con acudir al texto literal de la orden del juez Del Olmo, en la que puede leerse su petición: «un informe sobre la COMPOSICIÓN y el ORIGEN del material explosivo» . Así que el comisario Sánchez Manzano miente clamorosamente en su libro, incumplió la orden del juez y además se atreve a culpar a éste de su grave responsabilidad en la indeterminación, que persiste hoy día, de la composición de las bombas que estallaron en los trenes del 11-M,
Página 71 del libro “Las Bombas del 11-M” de Juan Jesús Sánchez Manzano
Orden del juez instructor a Tedax solicitando a Tedax un informe sobre la COMPOSICIÓN y el ORIGEN del material explosivo
La otra mentira que selecciono entre las escritas por S Manzano en su libro está en su página 72. Manzano, que reconoce públicamente que no es perito Tedax, afirma: mi firma consta en este documento, como en todos los informes periciales, bajo las abreviaturas del visto bueno.
En relación con esa afirmación del comisario Sánchez Manzano, vamos a ver tres importantes informes firmados por él, sólo por él y sin la mención “visto bueno” que, según afirma él en su libro, figura siempre en estos casos.
El primero de estos informes se produjo en uno de los momentos clave en la investigación oficial del 11-M: la desactivación de la mochila de Vallecas en Parque Azorín. Esa desactivación se llevó a cabo, por los Tedax de Sánchez Manzano, el 12 de marzo de 2004, en el parque Azorín. Tras esa desactivación, los Tedax participantes levantaron la correspondiente acta. Pero esa acta no llegó al juzgado hasta 4 meses después, el 13 de julio, cuando la tuvo que llevar en mano uno de los peritos.
Lo que sí se envió inmediatamente, y no una, sino dos veces, fue una nota informativa personal de Manzano, «a falta de informe definitivo», de 15 de marzo. Y la firma él solo, en solitario, constituyéndose en único autor de esa «nota informativa». Vista la importancia fundamental que da en su “nota informativa” a la coincidencia de elementos de la mochila con los de la Renault Kangoo y de las mochilas desactivadas en Atocha y El Pozo, parece evidente la intención de Sánchez Manzano al colocar su nota en vez del acta de la desactivación.
Final de la Nota informativa personal de Sánchez Manzano, firmada sólo por él, remitida dos veces al juzgado sustituyendo la auténtica acta de la desactivación de la mochila de Vallecas redactada por los peritos actuantes
El segundo informe firmado por Sánchez Manzano en solitario es consecuencia de la petición que, el 27 de abril de 2004, formuló el Juez Del Olmo a Policía Científica y Tedax de que le «remitan informe, a la máxima urgencia, de todos los vestigios, elementos y sustancias encontrados» en estos lugares: casa de Chinchón, Renault Kangoo, bolsa de Vallecas, vías del AVE y casa de Leganés, con similitudes entre ellos. Es decir, el juez Del Olmo se “olvida” del principal lugar de recogida de vestigios: los trenes
Sánchez Manzano contestó el 14 de junio, diciendo: «Adjunto remito a V.I. informe sobre ciertas cuestiones relacionadas con los atentados del 11 de marzo».
Y efectivamente, remite un «informe». Pero casualmente es de nuevo su informe personal, centrado en los elementos de la mochila de Vallecas. El resto de los lugares los desprecia, deja su análisis a sus peritos. los cuales no entrarán en estos asuntos ya explicados por su jefe. Y la mochila de Vallecas la analiza a fondo, como si él fuese un auténtico especialista, cuando en realidad no tenía el título de Tedax. Cuando más tarde los peritos elaboran su informe, fieles a su jefe, no entran en los argumentos por éste desarrollados con tanto detalle.
Y una vez más, como es SU informe personal, lo firma él solo, en solitario. Así que miente, una vez más, cuando afirma que el firmaba siempre con la mención «Visto bueno». Aquí no se ve esa mención por ningún sitio.
Final del informe personal de Sánchez Manzano sobre la mochila de Vallecas, firmado sólo por él
Y vamos con el tercero de los informes firmados por Sánchez Manzano en solitario, y sin la mención “visto bueno”. Es, seguramente, el más representativo del interés del comisario por sustituir a sus peritos y firmar él solo.
En resumen, presuntamente Manzano intenta evitar que los peritos suyos y de la Guardia Civil realicen el informe que les pide Del Olmo, y le envía, para sustituirlo, uno suyo personal que responde a lo planteado por el juez. Pero éste le ignora, mantiene su petición y los peritos la cumplen
Respuesta al juez Del Olmo remitiéndole el informe “elaborado por la Unidad Central de desactivación de Explosivos y NRBQ”
Final del informe personal del comisario Sánchez Manzano, firmado por él en solitario, en el que responde, una por una, a todas las cuestiones planteadas por el juez, y que se envía al juez como “elaborado por la Unidad Central de desactivación de Explosivos y NRBQ”
Por último, una de las personas que han comentado mi anterior artículo recuerda el documental sobre el 11-M recientemente estrenado en Netflix y una serie en Amazon, Desafío: el 11 M. En ambas producciones se exponen hipótesis y teorías más o menos basadas en hechos reales.
Yo me permito recomendar a todo aquél que quiera saber qué paso exactamente el 11-M y en la consiguiente investigación, que vean la serie documental en 8 capítulos publicada en el canal “Terra Ignota”. Es un documental muy bien documentado, en el que se narran hechos reales perfectamente contrastados. No se exponen elucubraciones, hipótesis o teorías, sólo hechos.
Carlos Sánchez de Roda