La crisis provocada por Pablo Casado y Teodoro G. Egea en el PP nacional golpeará con dureza en el PP de Pozuelo de Enrique R. Escudero y, por lógica, en el Gobierno de Susana P. Quislant
La crisis provocada por la torpeza de Pablo Casado y Teodoro García Egea en el PP nacional tendrá su repercusión en el PP de Pozuelo y, lógicamente, en el Gobierno de Susana Pérez Quislant.
Lo que ha ocurrido en la calle Génova y lo que ocurrirá en la calle Las Flores no es más que la consecuencia de la mediocridad de sus dirigentes. De un tiempo a esta parte, tanto en Madrid como Pozuelo, el PP había perdido su identidad ideológica al caer en manos de unas serie de personajes menores y estas nefastas consecuencias eran previsibles.
Politiqueros, dice el maestro Domingo Domené que es esta tropa. Gente que llega a la política como puede ir a trabaja a una oficina. Como cualquier profesional. Personas que van a la política para servirse y no para servir. Y que no están en política para intentar transformar la sociedad sino para sobrevivir.
Abro paréntesis. Lógicamente, todo como consecuencia de ese cáncer político que es Nuevas Generaciones del PP y de lo que aprenden sus miembros. De esos polvos, estos lodos. Cierro paréntesis.
Pero vayamos por partes que diría Jack El Destripador…
Empezaré repitiendo (lo he dicho mil veces) que el PP de Pozuelo no existe. Ya no es nada. Polvo en el viento.
Recuerdo cuando Enrique Ruiz Escudero (ERE) se presentó a la elección de presidente de la Agrupación del PP de Pozuelo de Alarcón… Venía a comerse el mundo.
Y recuerdo también una pequeña charla que tuve con él mientras tomábamos un café en la que, todo soberbia, me perdonó la vida, despreció (como tantos otros) la fuerza que ya empezaba a tener El Correo de Pozuelo e, incluso, me auguró un gran fracaso personal porque el periódico lo único que hacía era mentir ya que habíamos publicado hacía poco tiempo aquello de la vivienda pública que le había tocado a su hermana o la paguita que recibió por tener un hijo. Le dejé ir. Sangraba por la herida familiar.
Pero también, en aquella charla, me di cuenta de que era un político menor. Lo sigo pensando todavía por mucho consejero de Sanidad que sea. Enrique es educado y tal para dar el pego pero políticamente es un personaje menor. Politiquero en estado puro. Lo suyo es sobrevivir en la política como profesión.
Después de aquella pequeña reunión en la que le advertí de los peligros que le acechaban (aunque no me hizo caso), el bueno de Enrique se topó con la realidad. Y la realidad era que en el Ayuntamiento había una loba maleducada que le puso las peras a cuarto. Y ERE se arrugó. En lugar de pelear contra Quislant y exigirle una buena gestión política como era su obligación, se vino abajo. Él no ha nacido para la lucha. Y el PP de Pozuelo, claro, entró en barrena. Ya no es nada. Incluso, su Comité Ejecutivo le tiene miedo a Susana Pérez Quislant.
Como será la cosa del miedo que nadie de ese Comité le pide nunca explicaciones. Y mira que la alcaldesa ha cometido barbaridades… Claro que ELLA, en esta segunda legislatura, siempre asiste a sus reuniones con el móvil en la mano y con el número del teléfono de Isabel Borrego marcado en su pantalla a falta de pulsar el botón verde y eso asusta. Y es que detrás de la antigua concejala de Pozuelo, esposa de Vicente Martínez Pujalte y muñidora de postín, estaba su primo de Zumosol Teodoro García Egea. Y, coño, el miedo es libre.
Abro paréntesis. El día que se vaya Egea (ya tiene fecha de caducidad) le seguirá en su hégira la susodicha protectora de Quislant. Y Quislant irá detrás, claro. Bueno y, unos meses después, gran parte de la tropa de políticos ínfimos que tiene con ELLA. Cierro paréntesis.
En Pozuelo se han hecho muchos disparates.
Y es que la susodicha pareja (Egea-Borrego) sabiéndose acreedores políticos de Quislant porque fueron quienes la pusieron de número 1 en la lista pepera, empezaron a mover ficha. Y crearon el “Murcian Power”. Y trajeron de Murcia al inútil de Paquito Melgarejo y a la no menos inútil Carmen Fuster. Y los pusieron en puestos claves cerca de Quislant. Y Quislant tragó. ELLA también es una politiquera. Y estar protegida por el Primo de Zumosol de la Borrego era económicamente muy importante para tragar lo que hubiera que tragar.
El resultado que el Murcian Power ha logrado en Pozuelo ya lo hemos contado aquí en distintas ocasiones y los lectores habituales ya lo conocen.
Solo una pregunta: ¿Es casualidad que la empresa que se va a encargar de hacer el Colector de ARPO sea murciana? Es solo una pregunta, insisto.
Pero la pregunta de los 53 millones de euros que la alcaldesa se ha gastado de más en 2021 es: ¿Qué va a pasar en Pozuelo cuando Casado y Egea se hayan ido porque se tendrán que ir o los terminarán echando?
Pasarán muchas cosas.
Enrique Ruiz Escudero, para empezar, ya se ha manifestado como ayusista. El que aspiraba a ser ministro de Sanidad con Casado ha corrido a apostar por el caballo ganador. Pero lo tiene difícil. Enrique no tiene carácter para levantar a un PP de Pozuelo muerto y mucho menos para ser alcalde de un Ayuntamiento destrozado por la “alcaldesa destroyer”. Y Ayuso lo sabe.
Es posible que le dé una salida digna… Algo así como la presidencia de una Comisión que estudie “La influencia de la mosca rastrojera en la fecundación del perejil”… Tema importante, dicho sea de paso, para llenar la España Vaciada.
Lo de Susana Pérez Quislant, en cambio, será peor. Ayuso ya le ha demostrado cinco veces que la desprecia. Y, después de lo que hemos conocido estos días, todo explica más esa repudia.
Es cierto que el PP (como en el caso de ERE) nunca deja tirado a sus cargos, al menos durante los cuatro años siguientes, y con Quislant no hará una excepción, pero es posible que Isabel la mande a Fresnedilla para que vaya preparando el “Centenario de la llegada del hombre a la luna y la importancia que tuvo esa estación espacial en aquel histórico momento”.
Asunto importante porque, como Almeida caerá también y eso que ya ha empezado a soltar el lastre de Carromero, ELLA podrá llevarse a su marido. En esos complicados trabajos, hay lugar para gente como él. Y, oiga, seguirán siendo dos sueldos.
En definitiva, que como ya empieza a verse el final del túnel, espero que la “horita” que nos queda no se nos haga larga…
Amén.
El Capitán Possuelo