Si yo fuera candidato a la alcaldía de esta ciudad por el partido Pozuelo Prestigio (I)
(27-07-15) (Comienzo aquí una serie repeticiones -redifusión se llama ahora- de artículos publicados hace tiempo, cuando empezaba este periódico y no tenía su actual difusión, y que pienso que pueden ser interesantes para que algunos lectores actuales sepan de su línea editorial o, sencillamente, de mi opinión sobre temas relacionados con Pozuelo de Alarcón. Es tiempo de vacaciones y también sirven para descansar ya que la próxima temporada se presenta apasionante. El Capitán Possuelo).
Si yo fuera candidato a la alcaldía de esta ciudad por el partido Pozuelo Prestigio no es más que un juego. Solo eso. Un juego literario. No busquen más. Ni siquiera es un sueño porque yo no sueño con ser candidato de nada. De nada. Nunca lo fui. Bueno sí, una vez fui candidato a presidir la “Asociación ‘Suspiros de España’ pro Himno Nacional”. Y fui elegido. Extraño. Eran tiempos de locura y copla. La Asociación la formábamos Carlos Herrera, César Lumbreras y yo mismo. Los tres. Como aquellos tres banderilleros en el redondel de Benítez Carrasco. Yo era el presidente, el Herrera era el secretario y el Lumbreras era vocal. No llegamos a ningún sitio salvo a echar unas risas y a bebernos unos Jack Daniel’s con hielo y reírnos aún más . Y visto el éxito que tuve como presidente ya nunca he aspirado a nada más.
Por eso, esto solo debe tomarse como un juego. Sólo eso. Un juego en el que pondré negro sobre blanco lo que pienso que debe ser Pozuelo de Alarcón en el futuro. Una idea utópica, claro, y que ya he expuesto varias veces a la búsqueda del Prestigio en Pozuelo. Nombre, dicho sea de paso, que daré a mi quimérico partido. Pozuelo Prestigio.
Y es sobre esa misma idea política (extrañamente, ningún partido político de Pozuelo parte de alguna idea política clara hasta ahora) sobre la que trataré de escribir. Sólo serán pensamientos básicos. Primigenios. Ficticios pero verosímiles, como el concepto de novela, y escritos sin mayor aspiración que la de satisfacerme a mí mismo con mi propio mecanismo. Onanistas. Como las preguntas que se hace el Gobierno en los Plenos. Y, por supuesto, para entretenerme en un tiempo en el que no hay noticias que comentar en Pozuelo. Si esta ciudad produce pocas noticias, en tiempo de paz como el de ahora, la información adquiere ribetes de campo santo.
Y es que me niego a comentar otra vez que se están celebrando los Chrismas School (con lo bonito que sería llamarles Escuelas de Navidad) por mucha importancia que le quiera dar el Gobierno de Pozuelo al inglés y por mucho que el concejal de Educación quiera aparentar que hace algo más que atender los servicios generales que demandan los colegios públicos del Municipio como arreglar una puerta que se ha roto o abastecer de papel higiénico los servicios.
Y ya que estoy con la Educación, aunque lo he dicho muchas varias veces, empezaré por ella. El partido Pozuelo Prestigio no tendrá, en su Gobierno, una Concejalía de Educación. La ciudad no la necesita. La Educación en Pozuelo no necesita una concejalía política. Basta con que un funcionario cualificado se encargue de los temas de mantenimiento relacionados con los colegios públicos y mantenga buenas relaciones con las direcciones de los colegios públicos y privados. Más que nada para que sirva de enlace de esos colegios con el propio Gobierno.
Lo que sí necesita Pozuelo de Alarcón es una Concejalía de Relaciones con las Universidades ubicadas en la ciudad. Ahí hablamos de Champions. El Gobierno del partido Pozuelo Prestigio sí cultivará relaciones con las cinco más dos Universidades que radican en la ciudad más las dos que está en sus límites cercanos. Porque, políticamente, es necesario convertir a Pozuelo en una Ciudad Universitaria, con todo lo que conlleva. Con iniciativas, incluso, dedicadas a crear prestigiosos Cursos Universitarios de Verano.
Pozuelo de Alarcón lo tiene todo para especializarse en la vida universitaria de prestigio y el partido Pozuelo Prestigio luchará por ello. No nos falta imaginación. Tenemos mil y una idea para llevar a cabo esa política que tiene como único fin la búsqueda del Prestigio que es lo que le falta a esta ciudad. Ya no basta con la Calidad de Vida. Ahora hay que caminar hacia el Prestigio. Con él, todo será más fácil. Y una de sus fuentes es la Universidad.
Mañana, más sobre el tema.
El Capitán Possuelo