El “extraño caso” de la “extraña glorieta”: Las obras que el Ayto de Pozuelo está realizando en la Plaza de la Constitución son ilegales ya que es terreno privado, no expropiado y sin permiso
Hace poco más de una década, el Ayuntamiento “se sacó de la manga”, nunca mejor dicho, una glorieta en la confluencia de la Avenida de Juan XXIII con la Vaguada del Cerro de los Gamos, conformando la Plaza de la Constitución, famosa por la gran bandera que desde entonces ondea en su alto mástil, el de mayores proporciones en Pozuelo.
Hasta aquí puede parecer normal, pero esta glorieta, en lugar de tener un trazado circular, como es habitual en estos casos, se construyó con una forma más o menos parecida a una especie de elipse muy aplanada que dificultaba ciertos giros, haciéndolos muy complicados, por lo que a esta glorieta se la dotó de otra, supletoria y complementaria de ésta, en la confluencia con el Paseo de la Concepción, para poder efectuar con mayor seguridad determinados giros.
Todo esto hace que se trate de un caso muy poco usual, pero lo que resulta más extraño aún, es que los terrenos que ocupa son suelo privado, y no público, del que el consistorio, de una manera vergonzosa, ha tomado posesión sin indemnizar ni expropiar a sus legítimos propietarios, en lo que se puede calificar de un caso único de ocupación de un terreno privado, sin autorización alguna, por parte de este ayuntamiento.
Pero a pesar de todo, desde el pasado mes de Noviembre se iniciaron unos trabajos para cambiar el trazado y la configuración de esta glorieta, afectando fundamentalmente a los vehículos procedentes de Aravaca en dirección a Carabanchel o al centro urbano de Pozuelo, obligándoles a dar un rodeo. Todo ello con el único fin de suprimir los semáforos existentes, dándola para ello una configuración más “amorfa” aún, si cabe, en lugar de aprovechar para dotarla de un trazado circular, como sería lo lógico.
¿Pero realmente es buena idea suprimir esos semáforos?
Hay que tener en cuenta que están ubicados en la misma puerta de uno de los colegios más grandes de Pozuelo y en el que estudian gran número de alumnos: San José de Cluny, y es utilizado por éstos, por sus padres y por los profesores, además de algunos viandantes de la zona.
Si se suprimen estos semáforos ¿por dónde van a cruzar los alumnos, con un mínimo de seguridad?
Y si no se suprimen ¿qué sentido tiene hacer dar un rodeo a los vehículos?
¿Será ésta, una de tantas obras innecesarias que se realizan y “sin saber por qué”?
De momento, lo único que se sabe, con total certeza, es que los legítimos propietarios de este suelo siguen sin percibir ningún dinero por esta vergonzosa ocupación.
¿Qué ocurriría si decidieran vallar sus propios terrenos acogiéndose a sus derechos?
La primera consecuencia sería que los vehículos no podrían circular por esta zona, con todas las consecuencias que ello conllevaría.
Pero ¿no sería más fácil evitar estos pleitos tan largos y complicados, que no llevan a ninguna parte y sólo pretenden demorar los acuerdos y las sentencias?
A los ayuntamientos no los importa que duren décadas, pero a las personas privadas les supone mucha incertidumbre, una gran tensión, el desembolso de cuantiosos gastos y muchos sufrimientos, sólo por reclamar algo que les corresponde, porque es suyo, al menos hasta que se lo expropien.
¿Algún día esto perderá su calificación de ser un caso extraño?
¿O perderá antes su condición de ser una extraña glorieta?
Ángel Luis Díaz