El Presupuesto que Pozuelo de Alarcón merece para el 2016: El Gobierno dedica el mismo dinero a las becas de comedor que al Grupo Cauro

No quiero despistar con el título, es una simple reflexión sobre el Presupuesto que los pozueleros deberían tener para el próximo año. Sería muy escandaloso que se repitieran los mismas cifras a las que estamos acostumbrados, es decir, mantenimiento de las bajadas de las partidas sociales (o con ligeras subidas) e inversiones ridículas en los antiguos barrios de pozuelo.
Con 18 millones de superávit, es una autentica vergüenza que el importe medio de las becas comedor que da el ayuntamiento sea de poco menos de 360 euros al año, siendo el importe total de todas las becas de 50.000 euros al año. Esto quiere decir que el Ayuntamiento le dedica más dinero en subvenciones a grupos de comunicación, como por ejemplo el Grupo Cauro, que ayudas a las familias de Pozuelo. Es necesario multiplicar por tres o cuatro estas ayudas a las familias.
Las ayudas para compra de libros son inexistentes dado que solamente las estudian a petición de algún colegio que lo solicita y es la propia Concejalía de Familia la que valora las ayudas gracias al colegio en cuestión. Esto quiere decir que la susodicha Concejalía no tiene ni idea de las necesidades sociales dentro del municipio. El presupuesto de 2016 debería valorar a través de “todos” los colegios las necesidades reales de la partida de ayuda de libros a las familias.
En general, el Gobierno del PP de Pozuelo debería convertirse en una derecha más social. Deberían invertir más, así mismo, en las personas mayores, con discapacidad y población infantil.
El presupuesto de 2016 debería contemplar más ayudas en dependencia, mayor facilidad para escolarizar en Pozuelo a personas con discapacidad y crear ayudas para la escolarización de la población infantil. En definitiva, el presupuesto del 2016 debería ser un presupuesto que redistribuya la riqueza desde los más ricos hacia los más pobres.
El presupuesto del 2016 debería llevar un plan serio de modernización de centros docentes con un programa plurianual de inversiones y que no esté sujeto a los caprichos electorales.
También se debería implementar un plan de rehabilitación de colonias históricas, no solo a las viviendas, también para la modernización de la urbanización y diseño de un viario más moderno. También esto último con un plan de regeneración del tejido urbano y acompañado de su correspondiente instrumento de inversión plurianual que lo haga independiente de los periodos electorales y, sobre todo, de quien gobierne.
En definitiva, el presupuesto del 2016 debería invertir en el bienestar de las personas, que es en definitiva para los que se gobierna.
Avinareta