Continúa el baile de los traidores políticos de Pozuelo: Hoy sigue el turno, en este Top Ten, de la señora de San Blas. La alcaldesa que usó y usa su desgracia personal como arma política (II)

Y ELLA llegó a la Alcaldía de Pozuelo, siguiendo el relato de la semana pasada, con una traición a quien confió en ella. Una traición “tapada” por dos políticos “cuestionados” judicialmente en la actualidad.
Dos políticos del PP de los que ella reniega ahora, curiosamente. Pero dos políticos, dicho sea de paso, que “les interesaba” que Susana Pérez Quislant fuese alcaldesa. Y por eso Aguirre (por entonces aún presidenta del PP de Madrid) aceptó que Quislant fuese la número dos del PP en la lista de Adrados, en contra de todo Pozuelo y de la propia Cristina Cifuentes.
El camino de los intereses “de unos pocos” siempre sobrevuela siempre sobre la alcaldía de Pozuelo. Y no es broma. Cada día, más.
Pero seguimos. Ese aterrizaje tras Adrados supuso una conmoción general. Algunos concejales y ex concejales aún recordaban los gritos e insultos que la señora Quislant les profirió sin el bastón de mando. ¿Qué iba a pasar ahora si Paloma se iba a la Comunidad?
Pasó lo que estaba previsto que pasase… Adrados se fue y Quislant cumplió su sueño de Cenicienta.
Y se multiplicaron geométricamente las malas formas, gritos, enfados, faltas de respeto. Ya era todopoderosa. Tantas barbaridades hizo que la legislatura 2015-2019 estuvo marcada por la huida de casi 40 personas del Ayuntamiento de Pozuelo.
Recuerdo que, ya alcaldesa, Susana se vino a Pozuelo a vivir. Seis meses más tarde de jurar su cargo. Y, a partir de aquel momento, empezó una campaña de desprestigio total hacia Paloma Adrados, quien fue su mentora en nuestro pueblo y sobre la que nunca escatimó esfuerzo en criticar y en victimizarse. ELLA siempre es la víctima. Es su arma política.
Esa sería su gran traición pozuelera. Pero no sería la primera.
Manolo me recordó la historia de una amiga de Quislant que la trajo al Ayuntamiento de Pozuelo cuando aún era Primera Teniente de Alcalde y Concejal de Urbanismo. Ana Reguero era su nombre, y tuvo que dimitir de Gerente de Urbanismo por un escándalo vinculado a su marido que Presidente de una Junta de Compensación.
Quislant también traicionó a su amiga Reguero. La negó como San Pedro. Lloró otra vez por las esquinas y volvió a victimizarse por la actitud de “Ana, me ha engañado”. Decía una y otra vez.
Y luego, para tapar sus propias responsabilidades, culpó, como no podía ser de otra manera, a Paloma Adrados del nombramiento de quien, insisto, fue su amiga.
“Para amigas así, quien quiere enemigos”, dicen que dijo Ana Reguero. Y fue nombrada alto cargo de la mano de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid.
¡Qué ojito tuviste, Susana!
La tercera traición no tardaría en llegar. Porque, como dicen por ahí, no hay dos sin tres. Y en el caso de Quislant, ni cuatro, ni cinco, ni seis. ELLA que llegó a la política gracias a la oportunidad que le dio Luis Asúa, en el Congreso del PP de Madrid en el que el señor Asúa se presentaba contra Cifuentes.
ELLA decidió salvar sus “reales posaderas” y apoyar a Cifuentes (que entonces era presidenta de la Comunidad de Madrid) y pedir a todos los concejales del PP y cargos de confianza que votasen como ELLA..
Quislant presionó a todos, menos a Carlos Ulecia porque así le “vendió” a Luis Asúa que ELLA daba libertad a todos sus concejales. Pero no fue verdad. De hecho, Carlos Ulecia no ha repetido como concejal… Y había que buscar razones en su apoyo a Asúa.
Ella no perdona a quienes tienen libertad. Nunca.
ELLA usa todos sus armas para ganar. Incluso, la de amenazar con que podía saber lo que votaba cada uno en las primarias del PP de Madrid o en las elecciones locales del PP de Pozuelo.
Sorprende, en cambio, que, en las primarias de Pablo Casado, no pidiese el voto para el actual Presidente del PP a nadie y que diese absoluta libertad a todos los concejales y asesores a que votasen lo que considerasen oportuno.
¿Por qué?
Ay Pablo Casado… Abre los ojos… Cuídate de ELLA. Es todo un personaje. Una traidora que tu Secretario General ha apoyado por su “amistad” con Isabel Borrego y Vicente Martínez Pujalte. (gato-gato)
Parece ser que ELLA no tenía muy claro que Casado ganase aquellas elecciones del PP Nacional, de hecho su mano derecha, Eduardo Oria, apoyó públicamente a Soraya Sáenz de Santamaría. Y, cuentan las lenguas de doble filo que Quislant y Oria pactaron salvarse el uno al otro ganase quien ganase.
Las habichuelas estaban aseguradas (como así ha sido)
Pero de ese capítulo de traición, ya hablaré más adelante.
Que, en este orden cronológico, quedan muchas traiciones por revelar antes.
Sira Q.