Con el PP de Pozuelo perdiendo la mayoría absoluta, después de 36 años en el poder, es hora de que los partidos políticos que aspiran a gobernar concreten qué tipo de ciudad proyectan

Ayer soñé que el Partido Popular de Pozuelo perdía su mayoría absoluta en las elecciones municipales de mayo del 19. Lo que en un principio enardeció mi espíritu e incluso hizo que subiera por momentos mi presión arterial, el sueño se desmaquilló instantes después. Me dio por pensar en los dos partidos con opciones de gobernar esta ciudad: PP y Ciudadanos y a los dos los vi sin proyecto. Faltan nueve meses para las elecciones municipales y ni el PP ni Ciudadanos tienen claro qué hacer con Pozuelo de Alarcón.
La mejor opción para nuestra ciudad sería que el PP saliera del gobierno municipal. Necesitan un periodo onírico que les aleje de la gestión política y que concentren todo su esfuerzo en una catarsis regenerativa. Con los Ruiz Escudero, Quislant, Oria, Ulecia, Pérez Abraham y demás personajillos populares, es imposible esa catarsis.
¿Y qué nos queda si los vecinos nos quitamos el lastre del PP? ¡¡Ciudadanos!! Diría Moreno y su comparsa. Pero la inexperiencia real de Ciudadanos es otro lastre, un riesgo que los vecinos valorarán en su momento pero que podría dar al traste con esta teoría.
En esa controversia, mi sueño me descubrió una posibilidad nada desdeñable si Ciudadanos quiere dar un mensaje de capacidad para afrontar las futuras tareas de gobierno y es que anunciara su disposición a pactar un acuerdo de gobierno con los socialistas. Doy por hecho (los ha dicho Perpignà) que los podemitas de Somos Pozuelo apoyarían la investidura de un “alcalde ciudadano”, dado que con ello desalojarían al PP. En ese momento noté cómo se estabilizaba mi tensión arterial.
Pienso que el problema que presenta nuestra ciudad no es de gestión política, a pesar de que, efectivamente, hay muchas zonas con falta de atención y muchos problemas que resolver cada día.
El problema de Pozuelo es que sus gestores políticos durante los últimos 15 años (casi todos los concejales actuales del PP llevan ese tiempo en el ayuntamiento), no han desarrollado una filosofía política que distinguiera a nuestra ciudad, frente a otras de su entorno, como referente de algo. Pozuelo experimentó un gran cambio urbanístico en la última década del siglo pasado, pero desde entonces han cambiado pocas cosas.
El cambio político que pide la mayoría de los vecinos que residen en Pozuelo se basa en la necesidad de fijar un proyecto de ciudad moderna y avanzada, propia del siglo XXI. No se trata de colores políticos. Se trata de impregnar filosofía política en la institución municipal y elevar las virtudes y aspectos positivos que nos distinguen como gran ciudad, para ponerlos en valor y que los disfruten vecinos y personas que, aun no siendo residentes, trabajan cada día en nuestro municipio.
¿Cuáles son esas virtudes que no han sido potenciadas por nuestros responsables políticos? Este periódico las ha mencionado muchas veces: la música, el cine, el medioambiente, el deporte, las universidades… De esto saben mucho los partidos de izquierda, especialmente el PSOE, siempre más pendientes de la filosofía que de la gestión política, por eso pienso que sería conveniente que Ciudadanos gobernara con ellos, al menos, una primera legislatura.
El Soñador