Lo de Pep Guardiola y Xavi Hernández, faltando a la verdad, solo merece desprecio. Lo que tenían que hacer es renunciar a los galones deportivos ganados con la selección española
No encuentro mejor argumento para escribir este comentario que la frase de D. Miguel de Unamuno “Me duele España”, expresión de un patriotismo doliente cuyo exponente máximo es la situación actual en Cataluña.
No voy a realizar una valoración política porque eso no me corresponde. Pero a mí me duele que obcecadas mentes calenturientas independentistas involucren el Deporte en general y el futbol en particular en un conflicto, a todas luces interesado y excluyente porque ignora el derecho de muchos españoles catalanes a pensar y sentir de manera distinta.
Me duele que futbolistas catalanes, al amparo de la Selección Española de Futbol, sean hoy figuras admiradas y respetadas mundialmente.
Porque respeto merece el ser Premio Príncipe de Asturias del Deporte, como es el caso de Xavi Hernández, concedido en base a sus méritos como Campeón de Europa de Naciones y Campeón del Mundo.
Me duele que Pep Guardiola y Xavi Hernández hayan vestido la camiseta de la Selección española, escuchado el Himno Nacional y ahora se muestren traidores a las normas que nadie les obligó a aceptar.
Guardiola y Xavi son dos vulgares mercenarios al servicio de los petrodólares qataríes. Un país que no es modelo de democracia como la nuestra, por ejemplo.
Las leyes en Qatar distan mucho de ser ejemplares para el resto del mundo, cosa que ambos deben ignorar a sabiendas.
Guardiola y Xavi, además, mienten como bellacos y solo demuestran ser mercenarios de la Generalidad catalana.
Espero y deseo que renuncien a los galardones deportivos ganados con España.
José Antonio Rosa