Miguel Ángel Blanco forma parte de mi vida política. Fue ejecutado por ser del PP y defender la libertad y me indigna que ahora haya políticos a los que les ha olvidado el significado de su muerte

Hace 22 años que un defensor de la libertad fue secuestrado y cruelmente asesinado en manos de los terroristas de ETA.
Miguel Ángel Blanco Garrido. Un joven concejal de Ermua fue ejecutado por ser del Partido Popular. Por defender la libertad. Por no acobardarse ante las amenazas. Por ser, simple y llanamente, un joven que no palmeaba a etarras en su tierra.
Hace 22 años. El día 13. Este joven exhaló su último suspiro y España y los españoles nos unimos ante el desgarro, el dolor, la indignación y la sinrazón.
Y nació el espíritu de Ermua. Y con él, posteriormente, la Fundación Miguel Ángel Blanco.
Casi 22 años después hemos sido testigos de cómo la izquierda rancia, casposa, chavista y bolivariana de Pablo Iglesias y sus acólitos, negaban el aplauso en el Congreso de los Diputados a su hermana, diputada del PP por Madrid Marimar Blanco,tras su discurso en el acto homenaje a las víctimas de terrorismo en su calidad de Presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo.
No solo la indecente izquierda radical vinculada a regímenes de dudoso tinte democrático ha negado el aplauso a Marimar Blanco. Sorprendentemente, desde las filas del Psoe, quienes también han sufrido la sinrazón de los asesinos, el diputado del PSOE por Guipúzcoa Odón Elorza, entre otros pocos, se negó a aplaudir a Blanco.
Son tristes anécdotas de la izquierda más radical y más beligerante que hemos tenido en nuestro país. Aunque en esta ocasión, tienen frente a ellos a demasiados españoles que seguiremos defendiendo la libertad, la unidad de España y la democracia constitucional. Por mucho que les pese.
Pero esas anécdotas, permitidme la licencia de tacharlas así para no desembarrar y decir lo que realmente pienso, serían solo eso si no fuera porque el canalla de Arnaldo Otegui afirmase esta misma semana con una contundencia fría y escalofriante que el mejor gobierno para España será el gobernado por Pedro Sánchez (PSOE) y Podemos.
Y así estamos.
Las víctimas que han defendido la libertad de todos, casi mil de ellas con su vida y, hoy, todas representadas por el trágico recuerdo de aquellos días donde un joven fue secuestrado y asesinado. Representadas por el recuerdo de Miguel Ángel Blanco y canallas que han defendido cada uno de esos asesinatos, campando a sus anchas. Hablando y diciendo lo que hablan y dicen. Y medios de comunicación dando publicidad a este sinvergüenza.
Algo debemos replantearnos todos. De izquierda a derecha.
Hoy (ayer) en el Pleno de la Asamblea ha venido Marimar Blanco y ha sido indignante volver a comprobar, reitero, de izquierda a derecha, que “algunos” representantes de los madrileños ni siquiera han ofrecido un aplauso a quien representa la libertad. Aunque mal que les pese a algunos, sea Diputada del Congreso por Madrid y por el partido que siempre hemos defendido la libertad: El Partido Popular.
Basta ya de tanto postureo y de canallas con minutos de propaganda gratis. Basta ya de justificar unos escraches si afectan al PP o a Ciudadanos o a Vox. Que nosotros, también hemos sufrido y, entonces, muchos callaban.
Basta ya.
Una región de libertad como es Madrid se merece un gobierno que prime la libertad sobre la coacción. La vida sobre la muerte. La dignidad sobre la indecencia. El pensamiento libre sobre los dictados “morales” de la izquierda. Y, sobre todo, se merece que todos los que sentimos y pensamos muy parecido, nos pongamos de acuerdo y no permitamos más faltas de respeto ni a la memoria de las víctimas. Ni a los españoles. Ni a ninguno de nosotros.
Amigos, Miguel Ángel Blanco ha formado parte de mi vida política. Escribo cada año sobre ello. Y ahora que he vuelto a esa vida política, quiero y deseo que todos seamos capaces de discernir lo importante de lo urgente. Y para mí lo importante, sin lugar a dudas, es evitar que esa izquierda radical apoyada por los asesinos de ETA y sus defensores, gobierne en Madrid.
Por nuestra libertad, la de nuestros hijos, nuestras familias y nuestro país.
Muchas gracias.
Yolanda Estrada