Uno de los grandes errores de Quislant de esta legislatura fue no poner en marcha la reforma del ROP pese a estar aprobada en el Pleno. Tenía mayoría absoluta. Ahora tragará con lo que le pongan porque no la tiene

Se aprobó por el Pleno. Se aprobó por unanimidad. Pero, aunque pueda parecer mentira no se llevó a cabo. Me estoy refiriendo a la reforma del Reglamento Orgánico del Pleno del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. Una reforma en la que, según lo aprobado en la moción, debían ponerse a trabajar todos los grupos municipales para tratar de consensuarla. Nada de eso se hizo entonces.
Pozuelo está acogido al régimen de “gran ciudad” y por tanto el Pleno tiene pocos más cometidos que el de control al equipo de gobierno, elaboración de iniciativas políticas por medio de las mociones y aprobación tanto de los presupuestos municipales como de algunos asuntos urbanísticos.
Se necesitaba, y así lo pusieron de manifiesto todos los grupos, de hacer un reglamento más ágil y con más facilidades para el control y el desarrollo de la iniciativa política. Y de hacerlo con el acuerdo de todos los grupos políticos.
Y la necesidad de esa reforma, que ya existía entonces, se va a poner de manifiesto, con mayor claridad, en el mandato que está a punto de comenzar debido a la composición que va a tener el pleno: cuatro grupos municipales más el concejal de “Somos Pozuelo”.
Pero a partir del quince de junio, cuando se constituya el nuevo Ayuntamiento, va a haber una novedad que hasta ese momento no existía. Una novedad fundamental que consiste en que no va a haber ningún grupo municipal que tenga mayoría absoluta.
No habrá ningún grupo, con el número de concejales suficiente que, en solitario, pueda impedir la reforma del mencionado reglamento. Es decir que, la reforma se podrá llevar a cabo, aunque la minoría mayoritaria, que será el grupo municipal popular, se oponga a ello.
La reforma del Reglamento Orgánico del Pleno se podrá llevar a cabo si se consigue que trece de los veinticinco concejales se pongan de acuerdo para iniciar los trámites legales oportunos y necesarios para llevarla a término.
Tiempo al tiempo.
El Comunero