El historiador pozuelero Ángel Montero acaba de publicar un libro titulado “La Huerta y la Casa Grande”, en colaboración con el Ayto de Pozuelo, con la esperanza de reivindicar ese emblemático lugar
Acaba de publicarse el libro “La Huerta y la Casa Grande” escrito por don Ángel Montero, un estudioso que se enamoró de Pozuelo cuando era joven y que crió aquí a sus hijos.
Ángel Montero es quien nos ha descubierto a Francisco de Húmera, posiblemente el personaje más importante que ha nacido en este villa y que con seguridad total es el hijo de ella que más se preocupó por el bienestar de los vecinos al financiar -tuvo que hipotecar sus bienes- la creación del pósito, institución que hacía las veces de almacén de grano y de monte de crédito para los agricultores en tiempos de crisis.
Cuando termine de estudiar lo que las “Relaciones topográficas de Felipe II” dicen sobre Pozuelo volverá a sorprendernos.
El libro sobre la Huerta Grande es un modelo de erudición y documentación escrito en lenguaje popular y inteligible por todos. Ha sido publicado -y financiado- por el Ayuntamiento de nuestra villa gracias al interés de la concejal de Cultura doña Mónica García Molina y de la alcaldesa doña Susana Pérez Quislant quien escribe una página de presentación. Vaya nuestro agradecimiento y felicitación a ambas por ayudarnos a conocer nuestra historia.
La casa de la Huerta Grande posiblemente sea el edificio de mayor interés histórico que hay en nuestro municipio ya que los otros que pudieran haber sido equiparables fueron destruidos durante la guerra incivil y de ellos no quedaron ni los cimientos.
En la actualidad se están derribando la mayor parte de los edificios de la calle Campomanes (ninguno de los cuales tiene interés histórico) para hacerla más urbana.
Pero la Asociación Cultural La Poza teme que, aprovechando esas obras también, se derribe la puerta que desde la calle Boadilla (premio para quien sepa donde está) daba acceso al recinto de la Huerta Grande.
Originariamente era un arco de medio punto construido en ladrillo y soportado por dos columnas. Hace ya muchos años dicho arco se rompió por la clave y así sigue. A pesar de su lamentable estado ese arco sigue siendo significativo y modelo de un tipo de construcción que hoy está en desuso.
La Poza, insisto, teme que aprovechando esa semi-ruina en lugar de restaurarlo se destruya del todo. Sería una herejía cultural tan imperdonable como la que se llevó a cabo cuando, hace años ,se derribaron las rafas que cerraban la misma Huerta Grande en lo que hoy llamamos calle Campomanes y que eran unas paredes singulares de las construcciones rurales de nuestra villa. Esperamos que lo que queda del arco no se destruya.
P.D. Al margen de cualquier consideración política permítasenos reiterar nuestra felicitación y agradecimiento a la alcaldesa doña Susana Pérez Quislant y a la concejal doña Mónica García Molina por la publicación del libro sobre la Huerta Grande.
Además, creemos que es bueno que se sepa que a través de ellas se consiguió financiar el estudio geodésico llevado a cabo en la iglesia de la Asunción en búsqueda del sepulcro de don Francisco de Húmera. Desgraciadamente no se encontró nada significativo, pero ello no impide que demos nuestro aplauso a ambas por su interés en la historia de nuestra villa.
Domingo Domené