La elección de compromisarios del PP de Pozuelo fue un aquelarre político con amenazas, advertencias, miedo e indignación pero sin ninguna transparencia ni debate
No pude evitarlo. Pedí al Capi que me dejara retrasar mi notita un día. Tengo tanta información que me va a explotar el WhatsApp y mi cabeza. La verdad es que no sé por dónde empezar. Es todo tan surrealista e impropio de una democracia en libertad que alguien tiene que contarlo. Sebastián ya me pidió que lo hiciera. Pero me negué. No quise influir en alguien o en nadie. Ya me tiene bastante manía la “accidental” Alcaldesa para que tocara a sus “niños”. Pero se equivocaría, como siempre. Yo no tocaría a “sus niños”, la tocaría a ella. Sólo a ella.
Todo empezó aquél día en el que Sebastián vino a verme. Indignado. Me habló de las Elecciones en el PP de Pozuelo para ser compromisario. Me denunció la falta de información a los afiliados. Me dijo que era inaceptable que los tres candidatos oficiales no pasaran por la sede para explicar si tenían algo que explicar o simplemente amarrarse a su nombre y protección por quienes avalan a cada uno. Sebastián, que tiene amigos del PP, sabe qué han hecho otros. Y compara a Pozuelo con los otros y siente vergüenza e indignación. Y me dijo… bueno, me dijo más cosas. Ahora lo contaré. Para información e indignación de todos los afiliados del PP de Pozuelo que picaron. Bochornoso.
Luego llegó la sorpresa. Hubo otra candidata. Hasta dos más. Elecciones seguro. Yolanda Estrada pidió al PP que se convocara a los afiliados para informarles. Y nada. Y entonces decidió exponer los motivos que la llevaron a presentarse en este medio. Y fue su muerte, por segunda o tercera vez. Y entonces se convirtió en el objetivo a abatir. Y se unieron. Y lo que empezó siendo una broma acabó siendo una guerra de la “accidental” Alcaldesa y todo su séquito contra Yolanda Estrada. Pero, ¿ha ganado Quislant? Esa es la pregunta.
Le pregunté a Paqui. He llamado a Manolo. Me he tomado un café con Maite. Y comí ayer con Sebastián y María. Y, por supuesto, pregunté a Tobby. Él tiene mucho olfato para estas cosas. Nada está claro. El jueves probablemente le pregunte a ella. En nuestra copa. A Yolanda.
Hay tanta información que intentar resumir en mi notita Navideña todo es demasiado para estas fechas. Le he dicho a Manolo que lo dejaré para después de Reyes. Hay mucha tela que cortar. Y todo lo tengo archivado. En mi taller. Y en mi cabeza.
Sebastián me contaba que una amiga suya votó a Pablo, Africa y Yolanda. Pero que mintió a quien se lo preguntó. Por miedo. Y que eso a él le indignaba. ¿Miedo? ¿De verdad hay miedo en una sede del PP? No daba crédito. Ni yo tampoco. Pero todo lo que sé, me conduce a afirmar que si hay mucho miedo.
Mucho miedo, algo de odio y mucho forastero. Muchísimo.
Maite me dijo que los asesores y afiliados del PP de la Casa recibieron llamadas, sms, instrucciones, órdenes y hasta ciertas “advertencias” en caso de no asistir a votar a la candidatura oficial. Félix, Pablo Gil y Enrique Ruiz. Maite me dijo, “¡menos mal que no estoy afiliada al PP!”. Muchos fueron con miedo y votaron esa candidatura. Y tuvieron que movilizar a familiares y a amigos. Y por detrás iban despotricando de la “accidental” Alcaldesa. Pero la necesidad es la necesidad. Y la pela es la pela. Y el trabajo… un bien escaso.
Yo estaba escandalizada mientras escuchaba todo lo que me comentaba Maite. Le pregunté, ¿podría haberles llamado también Yolanda Estrada? ¿O Africa Sánchez? Y ella me respondió, bajando la voz. Si ellas llamaron a alguien, no lo han dicho. Salvo cuatro que fueron con el chisme y esperan una recompensa. Pero hasta esas cuatro personas han dicho que lo han hecho porque no querían que se supiera y estar expuestos a las consecuencias.
Sebastián fue a votar y me dijo que se inclinó por el dúo Yolanda y Africa. Porque, según él, seguro que es lo que hubiera querido Yolanda. Aunque él desconoce qué voto ha pedido Yolanda porque nunca ha recibido su llamada. Y me confesó que la esperó. Pero, es evidente que todo tenía una explicación. Y me contó. Y no le echó la culpa a Estrada ni a Sánchez. Pero eso ya lo contaré. Las votó porque él si sabe qué dice Yolanda, porque ella lo hace públicamente. En la sede del PP o desde este medio digital. Por eso la votó. Porque está de acuerdo y porque él no tiene miedo. Pero recibió una llamada. ¡Esa llamada!
Me insiste que os cuente su contenido. Y lo haré. Pero es lo que necesito madurar y esperar a después de Navidad. Vaya panda la municipal y vaya “directora de orquesta”. ¿Así pretende ganarse a los pozueleros? Bromas aparte, esto es muy serio. Pero. En unos días. Hoy, no.
María decidió elegir a Pablo, Enrique y Yolanda. No me explicó. Estaba muy enfadada. Discutió con Sebastián. A las dos nos cae bien Pablo Gil. A Sebastián no. Y Sebastián no entendió que no votara a África y que eligiera a Enrique. Bueno, es su opinión. Había un trío y un tándem. El trío era postizo y el tándem era real. Allá cada cual.
Pero al margen de todo esto, y que está claro que todo apesta en la Casa envuelto en película de conspiración, aspiraciones personales, presiones, miedo, comidas secretas, críticas tops secret, llamadas a horas intempestivas, instrucciones poco éticas. Al margen de todo. Ganó, desgraciadamente, el PP que representa Paloma Adrados y Susana Pérez Quislant.
Ganó el PP del ordeno y mando. Y ganaron los candidatos avalados sin ninguna duda, pero con toda la ayuda. Personalmente, lamento que Pablo Gil y Enrique Ruiz hayan estado en la terna cuyo voto iba pidiendo o “exigiendo” directa o indirectamente la “accidental” Alcaldesa. Lo lamento porque el lunes se beneficiaron, pero ¿sabemos qué pasará mañana? A mí los dos me gustan, pero ya están identificados.
Tanto Yolanda Estrada como Africa Sanchez, lo intentaron. Y sacaron buen resultado entre los afiliados de Pozuelo de Alarcón. Sobre todo entre los votantes pozueleros de mediana edad.
Yolanda Estrada se enfrentó a ellos. Pero no es la primera vez. Es muy difícil luchar contra el poder que alimenta tantas bocas, luchar contra quienes no tienen nada que ofrecer pero llevan más de 15 años manejando una sede o luchar contra los pactos “antinatura” que suman votos. El lunes 37 personas no tuvieron miedo y eligieron a Estrada. 37 afiliados que podrían decir basta ya a la imposición y las formas que han hecho perder tantos y tantos votos al PP en Pozuelo. 37 es un número bajo. Pero, ya hablaremos de esto. 37 que no quieren en Pozuelo a más gente impuesta desde Génova.
Yolanda no se enfrentó a Susana. No nos equivoquemos. Se enfrentó a Felix Alba y Pablo Gil. Y este ha sido el resultado.
Susana Pérez Quislant sigue sin medirse ante los afiliados del PP de Pozuelo de Alarcón. Jamás se ha medido contra nadie. Ella apostó por quienes son conocidos y sumó los votos que tienen ellos. Y levanta la copa brindando por los suyos. Pero. Eso. La victoria de los suyos. No de ella.
Seguiremos con este tema porque queda lo más grave. Lo peor. Lo que describe a cada uno. Pero lo dejaré para después de Navidad.
Me voy corriendo a terminar la compra. Ya están todos nerviosos. El sábado está muy cerca. Y este año toca Nochebuena en casa. Tobby lleva hasta una bufanda de Papá Noel. Está guapísimo. ¡qué nerviosa estoy con mi regalos! He pedido tantas cosas, que nos é si caerá algo. Espero que os hayáis portado bien y sean generosos con todos vosotros.
Os deseo unas Felices Fiestas y una salida y entrada de Año en familia. Que el 2017 venga cargadito de salud para todos, buenos sentimientos y paz. Y para los munícipes, además, les deseo luz para ver, sentido común para decidir y valor para luchar contra lo que no procede.
Sira Q.