Consideraciones en torno a la alcaldía de Pozuelo, en donde lo más probable es que la oferta esté en tres por el precio de uno: Adiós a Susana y con ella se van Bascuñana y Adolfo Moreno
Los acontecimientos nacionales (no digo Expaña, porque no está muy claro que como tal exista) conmocionan a la población que sigue sin dar crédito tras el asesinato, vil y cobarde de Laura, ella que representa a todas las personas que en España defendemos derechos y libertades, alejada de las feministas de salón e izquierdosas de pasarela morada y, por supuesto, a los que inmersos en las rencillas políticas, aprovechan cualquier ocasión, sin respetar dolor y luto, saltando a la palestra para procurar votos en defensa de los suyos, más que de los de todos.
Tras la rendición de Pedralbes, focalizada en foto y cena por CumFraude, defensor a ultranza de los jets privados, deduzco por su interés en la utilización del Falcon de todos, aunque se convierta casi siempre en secreto de estado (bodas de cuñados incluidas) pocos dados quedan que jugar en una partida que traerá dolor, frustración, rencor y miseria para todos (para todos: los contribuyentes de toda la vida a los que tanto nos cuesta llegar a fin de mes), no así para lo de siempre (los de siempre: personajes aferrados al poder político que más calienta, viviendo del erario público y que se caracterizan por el “si bwana” a sus amos, dizque los defensores de todos nuestros males) que seguirán con otra caña y venga una más de gambas.
Y es en esta peripatética situación en donde entra en juego nuestra villa, tan próxima a la capital que nos acabará expulsando la “almendra central” que ni reduce el CO2, ni mejora la circulación, ni, por supuesto, alienta al consumo para desgracia económica de los pequeños negocios que en la capital hay.
Pozuelo de Alarcón vive apocada a la capital con un desgobierno local que se sustenta en una inercia del voto recurrente, más como consecuencia de los desdenes capitalinos que del hacer, fíjense que no digo del buen hacer, y folclorismo de nuestros gobernantes azules.
Las luchas continuas generadas por la Alcaldesa por Asamblea, impiden que nadie ose incorporar pancarta de candidato, imagino yo, hasta que ella no alumbre el destino propio. Y no está mal, sin duda, defender lo propio, la pena es que, en estas cuitas, los únicos perjudicados somos los pozueleños (por cierto, querida Susana y de manera transversal: ¡abra ya! la calle Benigno Granizo que la queremos “circular” y los negocios tienen que seguir viviendo).
Así, mientras Susana Pérez Quislant se deleita en sus últimas horas de gobernanza, los candidatos peperos, candidatos a las migajas que deje, afilan dientes para aprovechar villa y futuro aunque sea en minoría.
Desde Benigno Granizo, otro candidato ajeno a lo nacional, próximo a la villa y vecino de Pedro de Moncloa, se verá condenado al ostracismo y a la ausencia de votos por los coqueteos y devaneos del marido de Begoña, con las huestes más próximas a los CDR que a la Constitución, puestas de manifiesto este jueves en Pedralbes, con cena en franca camaradería.
No sé si la política, como la poesía son armas cargadas de futuro, lo que si tengo claro es que algún principio hay que tener, salvo Marx, Groucho y cuando los mismos, sirven más de enfrentamiento que de unión, defendiendo a la parte sobre el todo…no es fácil explicarlo.
Si le sumamos las amistades peligrosas, también capitalinas, en la Puerta de Alcalá, nuestro prócer socialista local, tiene menos futuro en su Pozuelo que el doctor Alba en el PP.
Lo siento por Ángel, cabal y serio pero hay ocasiones en que lo mejor es irse, para tratar de volver, aunque sea con otras siglas; si, realmente, se mantienen los principios los votos deberían quedarse y la ciudad agradecerlo.
Lo de los naranjas es más serio: puenteado Miguel Ángel, ninguneado el empujador necesario del líder desechado, Adolfo…, su líder, Alberto Rivera no sé si celoso de Inés u obnubilado por el fino andaluz, se empeña en “darle “ votos “ a los verdes que ahora son los de VOX.
Es curiosa la política no haciendo ganas (¿alguien conoce lo hecho por el partido de Abascal en nuestra villa?); trabajando, son las zancadillas propias las que condenan el buen hacer (véase el apoyo continuado de Bascuñana en todas las demandas vecinales) y, por último, cuando los egos florecen, el crecimiento se frena ¿verdad Adolfo?
No sé que darán de sí los Vecinos, capitaneados por Tono Rueda, esperanzas hay. Pero reflejando en nuestra villa los vaivenes nacionales, cada vez veo más cerca la irrupción de Vox, como juez y parte en la casa “rosada” que el “sorpasso” naranja, sobre la gaviota azul.
A. Nogueiro