Fiestas Patronales de Pozuelo 2018: Hechas para las peñas y por las peñas para vergüenza del Gobierno. Aunque bueno sería que no se convirtieran en un “déjà vu”. Este año, sin paella
Por una vez el pregón de Fiestas fue ocasión de congratularse, por parte de los vecinos, que tuvieron la oportunidad de disfrutar y escuchar por nuestras campeonas de rugby de lo que significa el éxito, cuando todo está en contra, máxime cuando todas estas jugadoras detraen el tiempo para su pasión, lejos de los focos y de la “pasta”, portando el nombre de nuestra villa por toda la península ibérica.
Pero acabada la presentación festiva y el homenaje a la patrona de las fiestas, una vez más, retornamos a la realidad de nuestros prebostes municipales a los que, cada día más convencido, tienen por objetivo: acabar con las mismas.
No sé qué tipo de apoyo institucional (y económico) tienen las Peñas participantes (al menos las seis que aparecen programa en mano) con nuestra casa consistorial; pero, como ciudadano y vecino, tengo que reconocer que es una suerte disponer de tantas personas que de manera altruista y festiva ponen al servicio de la jarana y la sonrisa su tiempo para desfilar hasta en seis de los ocho días de las fiestas que, por otra parte, ya son ganas de desfilar.
Como no solo de desfilar vive el hombre, hay que alimentarse y, muchas de ellas, no dudan en aportar esa necesidad de refrigerio a tantos participantes, con gran preocupación parar los negocios a estos fines dedicados.
No falta de nada: desayunos, almuerzos, meriendas, sesión vermú e incluso a la hora de la cena. Todos tendrán la oportunidad de degustar los beneficios culinarios de tanta bondad gastronómica que rodea a nuestras Peñas locales. Espero, por la economía de las mismas, que no todo este consumo salga de sus bolsillos…, y echo de menos ¡cómo no! esa paella típica de nuestra excelsa caribeña, con fotos y besos para mayor gloria del arroz español y de nuestra alcaldesa por Asamblea.
Hasta veinte actos distintos acometen nuestras Peñas locales, ocupando toda una panoplia de actividades que llenan el Programa de Fiestas y animan, sin duda, a la presencia vecinal. Reconozco no haber encontrado, a pesar de indagar en las distintas actividades que realizan: lúdicas, festivas, gastronómicas e incluso deportivas y callejeras – ya sé que no es su obligación, ni mucho menos su finalidad, pero ¡ay amigos, estamos en fiestas y son de todos y para todos!- las actividades, dado que el Ayuntamiento ni lo hace, ni los recuerda, para con nuestros vecinos más desfavorecidos, bien sea dedicando el tiempo a nuestros mayores, bien a nuestros más desfavorecidos social y económicamente, bien a los que por sus problemas físicos y/o psíquicos no pueden sentir la presencia de estos días de todos. ¡Qué ocasión perdida!
Tendremos que agradecerles, sin duda, que el programa se llene gracias a ellas y, por supuesto, su apuesta por dar vida y colorido con sus actividades llenando de color y calor tantas jornadas festivas en unas fiestas que año tras año vemos languidecer, también en su debe…, y que volveremos a ellas -las Patronales- en próximos artículos.
Disfruten de ellas, porque las pagamos todos, aunque las disfrutan los de siempre.
A. Nogueiro