Los afectados por la explosión del restaurante chino de Pozuelo Estación se unen en una plataforma vecinal ante el abandono de una alcaldesa insensible, indiferente y trapacera
La noticia de hoy relacionada con la explosión de la calle Benigno Granizo de Pozuelo Estación no es la vuelta de Susana Pérez Quislant a la alcaldía de esta villa. No. Esa, por mucho que quieran venderla desde el Ayuntamiento, no es la noticia. La alcaldesa haga lo que haga ya está amortizada… Una alcaldesa que reniega de sus obligaciones de una forma tan patente como insensible no merece llamarse alcaldesa. Vete y no vuelvas más. Y llévate contigo tu trapacería política.
La noticia de hoy es que los damnificados por aquella explosión, cansados de que los toreen con promesas incumplidas y misera caridad (ay, Eduardo, que poco vales), han decidido crear una Plataforma Vecinal para asesorarse y defenderse de todos los atropellos que un Gobierno indiferente le lleva haciendo dos semanas largas. Espero que Beatriz Pérez Abraham no vuelva a hablar más de la calidad de los servicios sociales de Pozuelo…
Ni siquiera les han puesto un servicio jurídico para que no los devoren las aseguradoras.
Es de esperar que, ahora, los partidos de la Oposición apoyen a esta Plataforma Vecinal, metan presión al Gobierno y pidan responsabilidades políticas… Esta gente no tiene perdón de Dios.
Para empezar, esta tarde a las 20,00 horas, los integrantes de la Plataforma Vecinal se reunirán por primera vez en El Punto de Encuentro de Centro Comercial La Estación.
Pero vayamos por partes, como diría Jack el Destripador, con lo sucedido en la jornada…
Le faltó tiempo a las redes sociales del Gobierno para decir que la alcaldesa Quislant había vuelto (bueno, eso no lo dijeron porque estaría feo ya que reconocerían que se había ido)… solo dijeron que había supervisado desde primera hora de la mañana (esto que quede claro) el comienzo de los trabajos en el edificio de la calle Benigno Granizo (no se sabe en cual edificio de la calle), dando prioridad absoluta a la seguridad de la zona. Es acojonante. Acojonante. No tienen ningún pudor.
Y seguía el tuit: Durante la mañana de hoy se ha demolido la parte posterior del inmueble.
Lo cierto es que Susana Pérez Quislant estuvo allí tan temprano que estuvo sola. Bueno, la acompañaba la fiel intendente de la policía municipal que, dicho sea de paso, no se ha enterado tampoco de nada porque vino el día de la explosión y se fue.
El testimonio gráfico es este:
Como se ve, no hay nadie. Solo la alcaldesa con una especie de guayabera femenina tirando a camisón y a la Intendente con una camisa hawaiana. Ideales de la muerte.
Curiosamente, ni le acompañaba Pablo Gil (concejal de obras e infraestructuras y chico de un millón de euros), que ha aparecido por primera vez por la calle para ver si estaba cerrado el gas (manda güevos), ni le acompañaba Juana Beatriz Pérez Abraham (concejala de Servicios sociales y chica de un millón de euros) que sigue de vacaciones porque “yo lo valgo”. Ni siquiera le acompañaba Eduardo Oria (alcalde en funciones desde Villalba durante la crisis) que era el que teóricamente lo sabe todo.
Luego sí vinieron Gil y Oria. Habían convocado a los afectados y había que hacer bulto. Paripé. Para dar boato a la caótica situación. Mucho técnico, mucha policía y mucho mamoneo con Telemadrid por allí pero poca atención a los afectados. Fue una pena que Telemadrid no grabase las ratas que están saliendo de las tuberías dañadas…
En resumen, nada. Todo atrezo. Es más, la alcaldesa de Pozuelo no se acercó a los afectados aunque fuese para darle unas palabras de ánimo…
¿Y por qué la alcaldesa no se reunió en serio con los damnificados en el Ayuntamiento a lo largo del día?
Sencillamente, porque no sabe qué decirles. También puede ser porque el jet lag no se lo permitía… El caso es que los dejó tirados…
Y necesitaban consuelo… Varios lloraban desconsoladamente viendo como derribaban sus casas, sus recuerdos y sus sentimientos…
Malhaya la hora en que te eligieron alcaldesa, Susana. No tienes alma. Ni pudor político. Pozuelo no se lo merece.
El Capitán Possuelo