La transparencia de las instituciones o cómo el Gobierno de Pozuelo se niega a ser transparente con el nuevo proyecto del viejo Matadero. Huele mal. Un artículo de Juan Pozuelo

Es innegable que los vecinos de Pozuelo hemos avanzado mucho en transparencia. Hace apenas unos años, los ayuntamientos en general y el de Pozuelo en particular se negaban siquiera a que los plenos fueran transmitidos por Internet y ahora raro es el que, teniendo recursos económicos, no lo hace. Tenemos hasta leyes nacionales cuyo objeto único es la transparencia de las instituciones públicas.
Pero no todos los ayuntamientos las respetan ni tienen entre sus objetivos políticos ser transparentes.
Hace unos días, y como ha publicado El Correo de Pozuelo, se ha publicado un anuncio del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, referente a una “Operación Jurídica Complementaria” (entiéndase por ello un cambio sustancial en un procedimiento) del proyecto de reparcelación del antiguo matadero de Pozuelo de Alarcón. Algo muy extraño.
Tan extraño que, en realidad, parece una modificación sustancial del proyecto de reparcelación a la que no quieren hacer pasar por el trámite habitual… Modifica nada menos que las servidumbres de luces, vistas y adosamiento, afectando a propiedades que ni siquiera están incluidas en el ámbito. Algo alucinante y sospechosísimo.
Pues bien, si usted es un vecino de Pozuelo interesado en conocer ese cambio de proyecto tendrá que pedir un permiso en su trabajo para poder ver el expediente, porque sólo se puede ver de 9 a 14, en las dependencias municipales.
Hace ya muchos meses que las empresas (todas las personas jurídicas) están obligadas a comunicarse con la administración por vía telemática, es decir, que la documentación que se haya presentado para esa modificación tiene que estar en formato digital en el Ayuntamiento.
¿Por qué motivo, me pregunto, no la publican en ese formato facilitando al administrado la consulta de los documentos? Ahorrarían tiempo de los empleados públicos que tienen que atender a las personas que vayan a consultarla, ahorrarían papel en caso de que se necesiten copias, nos ahorrarían tiempo y molestias a los ciudadanos que podamos estar interesados, y, sobre todo, cumplirían la Ley de ser transparentes.
Pero la transparencia del Gobierno de Pozuelo es, o debería ser, una actitud. Y debería servir para dar un mejor servicio a las personas. Pero se ve que nuestros gobernantes sólo la toman como una obligación que ni siquiera están dispuestos a cumplir a no ser que se les obligue.
Por favor sean transparentes, cumplan con quien les ponen en su cargo y les pagan sus sueldos, piensen en dar un mejor servicio y no en dificultar la vida de los ciudadanos.
Lógicamente, en este caso concreto, esa actitud de falta de transparencia nos obliga a pensar que quieren ocultar algo especialmente cuando se trata de un proyecto que lleva tanto tiempo anunciándose como la gran operación urbanística del Gobierno de la alcaldesa Quislant.
¿Qué están tratando de ocultar? Huele mal.
Esto, señores, es ocultismo es tan grande que hace que no nos fiemos de nuestras instituciones y, en los tiempos que corren, especialmente para el PP, un poco de fiabilidad nos vendría bien a todos.
Juan Pozuelo