Paloma Adrados, Presidenta de la Asamblea de Madrid, favoreció su gestión presupuestaria en Pozuelo para regalar a la banca 37 millones de euros

Cuando reviso las cuentas del Ayuntamiento de Pozuelo de los últimos cuatro años, de los ejercicios del 2012 al 2015, cada vez me queda más claro que la gestión presupuestaria ha sido tramposa, como este diario lleva denunciando para el presupuesto 2015 desde hace semanas.
Deliberadamente se ha presupuestado mal, es decir se han infravalorado sistemáticamente los ingresos e inflado los gastos, a sabiendas de que luego no se iban a tramitar, de esta manera se han dejado de ejecutar en Pozuelo más de 62 millones de euros en cuatros años, una auténtica barbaridad,
Para poner en perspectiva el mayor escándalo al que se enfrenta nuestra Ciudad en tiempos recientes, decir que el daño causado a los vecinos por la Gurtel en Pozuelo se estima en 5 millones de euros y en este caso estamos hablando de 62 millones de euros, de los cuales 37 millones se han destinado a la banca para sanear sus cuentas.
Es cierto que todo se ha vestido de la legalidad vigente pero se ha aprovechado la excepcionalidad de las medidas diseñadas por Montoro para favorecer las cuentas de la banca en detrimento de los vecinos. Queda por demostrar si esto se debe a una estrategia decidida por Adrados o por el Partido Popular.
Lo cierto es que la actual Alcaldesa de Pozuelo Pérez Quislant ha tirado de manual y ha presentado un superávit de 18 millones para el 2015, y nos imaginamos que para el 2016 va a ser otro escándalo. Quislant e Isabel Pita, que lleva 5 años ejecutando estas prácticas tramposas, deben dar las explicaciones oportunas a los vecinos y los grupos de la oposición preguntar en el Pleno.
Estoy convencida de que la calidad de vida de los caninos en Pozuelo, la memoria de Adolfo Suarez y los problemas en el SEAPA son de excepcional interés para los pozueleros, pero creo que el que hayan pagado 62 millones de más con sus impuestos en cuatro años merece más atención de la que se presta parte de Ciudadanos, PSOE y Podemos en nuestro Municipio, que es casi nula para mi sorpresa.
Claro, en este caso ¿Quién controla a la oposición? Pues no lo tengo claro, lo que sí está demostrado es que es la propia Alcaldesa la que les pone o quita el sueldo y no los vecinos. Otro escándalo del que un día hablaremos.
Julia Merino