Presidentes del Consejo de Ministros durante el Reinado de Isabel II: Salustiano Olózaga
Salustiano de Olózaga Almandoz, vasco, nacido en Oyón ( Álava) en 1805 y muerto a la edad de 72 años en Enghien-les-Balins ( Norte de París, Francia) siendo embajador español en Francia, en 1873.
Político liberal, abogado y escritor. Oficial de la Milicia Nacional acompañó a las Cortes en su retirada a Cádiz al final del Trienio Liberal. Participante en las conspiraciones liberales del año 1831, tuvo que exiliarse en Francia. Regresó a España con la amnistía del año 1833. Gobernador Civil de Madrid nombrado por Mendizábal. Fue perceptor de la Reina Isabel II.
Nombrado Presidente del Consejo de Ministros el día 20 de noviembre de 1843, su mandato fue muy corto, fue cesado el 29 de mismo mes y año.
Después de su cese fue acusado, por su sucesor Luis González Bravo, de haber obtenido la disolución de las Cortes mediante el uso de intimidación a la Reina, tuvo que volver a exiliarse en Francia. No volvió hasta 1847.
Era un progresista puro que se había opuesto a la dictadura de Espartero. Era bien aceptado por los progresistas y por Narváez, pero no contaba con la mayoría de las Cortes y su gobierno estaba muy ligado a éste último.
Confeccionó un Gobierno homogéneo de progresistas puros.
Olózaga era el líder de los progresistas, pero el partido estaba muy dividido y la parte más esparterista estaba en constante rebelión.
Los moderados tenían el control de las Cámaras donde eran mayoría y por tanto la llave del Gobierno aunque no participaran en él.
Las primeras medidas que adoptó supusieron la ruptura de la coalición entre los progresistas y los moderados. Éstas medidas estaban encaminadas a la recuperación del partido progresista amnistiando a los esparteristas, modificando la Ley de los Ayuntamientos y ordenando el rearme de la Milicia Nacional.
Cuando hubo que elegir a su sustituto como Presidente de las Cortes, propuso como candidato a su antecesor en la presidencia del consejo, Joaquín María López, pero éste fue derrotado por el candidato del Partido Moderado, Pedro José Pidal Carniado, que no solo recibió los votos de la mayoría moderada sino también de los sectores más radical de los progresistas encabezados por Pascual Madoz, Fermín Caballero y Manuel Cortina.
Con la Presidencia del Congreso y la Capitanía General de Madrid en manos de los moderados, con las Milicias disueltas y los ayuntamientos progresistas cerrados, Olózaga sospechaba que los moderados preparaban su acceso al poder.
Cuando presentó el proyecto de la Ley de Ayuntamientos tampoco consiguió sacarla adelante. Recurrió a la Reina para que ésta disolviera las Cortes y convocara unas nuevas elecciones. Esperaba conseguir unas cámaras de mayoría progresistas que le permitieran llevar a cabo su programa.
El 28 de noviembre de 1843, se disolvieron las Cortes y convocaron elecciones, elecciones que volverían a ganar los moderados.
Surgió entonces el llamado en su momento “incidente Olózaga”. Los moderados obligaron a la reina a decir públicamente que Olózaga la había coaccionado para que firmara el decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de nuevas elecciones.
Olózaga demostró que sus oponentes mentían, especialmente su sucesor Luis González Bravo, pero las Cortes votaron en su contra y tuvo que dimitir.
El 29 de noviembre, Olózaga ya estaba fuera del poder y volvía a plantearse nombrar a alguien en su puesto. Narváez no aceptó ser nombrado, ni él ni ninguno de los suyos, pero si aconsejó que fuera nombrado Luis González Bravo quien era el líder del grupo progresista llamado “La Joven España” con una ideología nacionalista de derechas, partidario del orden y la autoridad.
Así, después de 6 días sin gobierno, el día 5 de diciembre de 1843, Luis González Bravo fue nombrado por la Reina Presidente del Consejo de Ministros. Con su nombramiento se acababa con la etapa de los gobiernos de coalición entre los partidos progresistas y moderados.
Joaquín de la Santa Cinta. Ingeniero aeronáutico, economista e historiador