Los afiliados del PP de Pozuelo están de uñas con Susana Pérez Quislant por la forma en que organizó el homenaje a Miguel Ángel Blanco

Manolo y yo decidimos el sábado darnos un paseo con Tobby por el Parque de los Perdigones. Hacía tan buena temperatura que nos animamos a visitar este parque tan “agredido” y con tan poca previsión municipal que hasta el mismo gobierno reconoce que sufre muchos actos vandálicos y solo esperan a que se produzca el siguiente para reparar los daños ocasionados.
Es lo que tiene no pagar impuestos en Pozuelo. No les duele el dinero público. Le pregunté a Manolo si es verdad que la actitud municipal es de resignación, en vez de prevención y control. Es decir, seguridad. Y Manolo, se desternilló de risa. Ahí acabó el tema. No insistiré. Por ahora.
Bajamos a la Plaza de España y se unieron María y Sebastián a ese aperitivo que nos merecíamos.
Sebastián y María se han hecho también muy buenos amigos. Les une el PP y, en cambio, les cabrea el PP de Pozuelo. Tanto que han creado un grupo que se llama “CAMBIEMOS EL PP POZUELO”. La verdad es que me hizo mucha gracia. Pero cada día hay más agregados al grupo. Estoy alucinando un poco. Parece que son cuatro gatos y estaba totalmente equivocada. El problema es que los que son no están y los que están no lo son.
Pues eso. María y Sebastián se sumaron.
Manolo nos contó el acto de inauguración de la Plaza de Miguel Ángel Blanco. Quién estuvo y quién faltó. Era un día lluvioso, recuerda. Y como el día, la inauguración, desgraciadamente, pasó sin pena ni gloria por nuestro pueblo.
No me estaba dando cuenta pero María quería hablar. Su cara se había transformado. Ella se afilió al Partido Popular cuando encontraron inconsciente al joven concejal del PP asesinado por ETA. Tiene mucha familia en el País Vasco y sabe lo difícil que sigue siendo ser libre allí. Pero, “imaginaros” nos dijo, lo que era entonces.
María no dio crédito a que se hubiera inaugurado una plaza con el nombre de Miguel Ángel Blanco y nadie hubiera convocado a los afiliados del PP. Revisó su móvil por si le llegó el dichoso sms y no lo leyó. Pero no lo encontró. La ira, la indignación y la rabia se apoderó de ella. No entendía nada.
Susana Pérez Quislant, la número 2 de la lista del PP de Pozuelo, forastera de nuestro pueblo, Alcaldesa Accidental era la culpable. Utiliza el nombre de un concejal del PP. Asesinado. Querido por todos, y de manera muy especial por los afiliados del PP. Le pone su nombre a una plaza en Pozuelo. Convoca a la prensa. Se hace una foto con María del Mar Blanco y Esperanza Aguirre. Y ni siquiera les convocan desde el PP de Pozuelo.
María soltó por su boca sapos y culebras. “Bien que nos llaman para estar en los colegios o para ir a los actos del PP que se hacen aquí”, escupió. “Nos llaman como figurantes, porque lo que es opinar no nos dejan. Los afiliados del PP de Pozuelo sólo somos relleno” Y a renglón seguido…”Paloma no tiene vergüenza”.
En ese momento, intervino Sebastián y le espetó: “La Adrados no tiene culpa. Ninguna.”
La primera sorprendida fui yo. Lo reconozco. Sebastián defendiendo a la YA OLVIDADA. Inaudito. Pero así fue.
Hoy se merece que ponga su nombre. Paloma Adrados no tuvo la culpa del feo que recibieron “por omisión” los afiliados del PP de Pozuelo. La culpa fue de ella. De la número dos. La Alcaldesa Accidental. Quien quiso tener todo el protagonismo fue ella. Susana Pérez Quislant. Acompañada, eso si, de su madrina Esperanza Aguirre y de la caterva de concejales que comen a nuestra salud.
El rifirrafe popular está servido. Dos mujeres ansiosas de una foto y un titular y al mismo tiempo dos mujeres que han herido al corazón del Partido Popular. Sus afiliados.
Y María y Sebastián siguieron… y yo sigo con la oreja puesta para contarlo. Se avecinan tiempos difíciles y de cambios locales en el PP. La guerra ha empezado.
Sira Q.
PD: Se me olvidaba Andrés Calvo Sotelo. Pero las guerras no van con él. ¿Sólo las guerras? Una semana más le dejo en mi costurero. Su traje lo tengo cortado hace tiempo, pero, por unas cosas y otras, se libra. Pero todo llega.