El Gobierno de Pozuelo necesita tiempo para preparar el Pleno Extraordinario solicitado por la oposición sobre la Tasa de Alcantarillado y no hace más que poner peguitas

Nervios en la Casa Grande. Más que nunca. Me cuentan que el Pleno Extraordinario solicitado por Ciudadanos, con el apoyo de toda la oposición, tiene a una parte del Gobierno al borde de un ataque de nervios a causa del ridículo espantoso que pueden hacer. Y digo una parte porque hay concejales a los que les da exactamente igual. Van a su bola y a quien Dios se la dé que San Pedro se la bendiga.
El caso es que, ante la imposibilidad de pararlo pese a la mayoría absoluta, el Gobierno de Pozuelo no hace otra cosa que intentar alejarlo en el tiempo. Aléjalo de mí, Óscar Campelo.
Primero los rechazó con argumentos legalistas que los técnicos se sacaron vaya usted a saber de dónde y ahora lo hace la Secretaría General del Pleno con argumentos reglamentistas. Antes, por disposiciones de Hacienda. Ahora, por defectos de forma. No sería raro que luego viniese Alicia Bernardo diciendo que le falta una póliza. Un juego de niños, vamos, para no reconocer que han estado cobrando una tasa ilegal a todas luces y que no pasa nada por devolver dinero a los contribuyentes, aunque sea algo absolutamente novedoso en esta ciudad. Dinero hay. Vaya si hay. Hablan de 50 millones de euros.
Ahora el problema es que la solicitud del Pleno Extraordinario no está bien hecha. Falta un punto en el orden del día que propone la oposición. Es imprescindible que el punto primero del orden del día sea la aprobación del acta de la anterior sesión del Pleno. Y sin ese punto, no se puede celebrar el Pleno. Y como, ese es un problema irresoluto por parte de la Presidencia, hay que subsanarlo presentando una nueva solicitud de Pleno Extraordinario por parte de los interesados. Mientras, por supuesto, se paran los plazos y se retrasa todo…
Nada. Una peguita subsanable sin mayor problema pero que vuelve a retrasar el Pleno Extraordinario con lo que el Gobierno gana tiempo para seguir buscando argumentos con los que defender lo indefendible. Pero no se les aparecerá la Virgen…
La Piraña del Meaques