¿No te importa la ciencia? …peor para ti
Sí, lo afirmo con una pequeña carga de impertinencia. Peor para ti y para todos. Y lo digo porque acabo de leer una excelente entrevista al investigador Juan Ignacio Cirac que Montserrat Domínguez publica en el Huffington Post. Cirac, que es director de la división teórica de Óptica Cuántica del Instituto Max Planck, lleva a cabo unas declaraciones más que importantes respecto a varios asuntos.
Uno de ellos se refiere a la ya sabida paupérrima situación de la investigación que padece España, que si aún se defiende internacionalmente con cierta suficiencia en algunos sectores concretos, se debe más al entusiasmo, la valía y el carácter espartano de muchos de nuestros científicos, a los cuales tanto debemos y tan poco agradecemos la sociedad española. “Sería bueno -dice Cirac- que (los políticos) llegaran a un acuerdo entre todos, que la educación, la investigación y la ciencia no sean un concurso de belleza sino que den lugar a acuerdos estables, en vez de cambiar temarios con cada cambio de gobierno”. Nuestro buen científico no puede resistir la tentación de hacer un brindis por la utopía: “Si quieres mejorar tu país, no tienes por qué ganar las elecciones tú: tienes que contribuir a que el país mejore”. Y no se enfade doctor Cirac, pero ahí es donde nos entra la risa floja.
Cirac afirma también que “Es importante aprender ciencia para que no te engañen. Hoy en día la sociedad da a los científicos un sello de calidad: si te quieren convencer de algo, dicen que eso lo dice un físico cuántico” Cierto. Si tuviéramos al menos unos pequeños rudimentos científicos no nos creeríamos que las píldoras de homeopatía nos curan graves enfermedades, ni que tan o cual yogur nos reduzca el colesterol, ni que las radiaciones de los móviles nos produzcan cáncer, o que un aparatito que instalemos en el coche va a lograr que consumamos menos combustible, incluso contaminando menos porque, amigo, “está científicamente comprobado”.
Entre los muchos campos que van a generar -están generando- una verdadera revolución de consecuencias inimaginables, Cirac cita en primer lugar los computadores cuánticos, que son la materia de su investigación. Unos equipos miles de millones de veces más rápidos que los actuales, de increíble futuro y en cuyas investigaciones “Google le va a dedicar mil millones de dólares en los próximos diez años; Microsoft lo hace desde hace cuatro o cinco, Intel acaba de anunciar también una inversión millonaria; Lockheed Martin ha invertido100 millones…”
Y más adelante habla de otros prometedores avances espectaculares que tendrán lugar en áreas de vanguardia como nanotecnología, neurología, genómica…
Pero algo de lo que el Doctor Cirac no habla en su entrevista, y personalmente me parece muy importante, es que los ciudadanos asumamos realmente la obligación de considerar la formación en ciencia como imprescindible, no sólo porque es parte integrante de la cultura, al mismo nivel como mínimo de las artes o de las letras, sino porque deberíamos ser nosotros, los ciudadanos -y no sólo los científicos o los políticos- quienes DECIDAMOS hacia dónde vamos y qué clase de mundo futuro queremos para nosotros y para nuestros hijos.
Y, obviamente, para decidir es preciso estar informados. Bien informados. Así pues ¿cuál es la próxima materia científica en la que te vas a documentar para recorrer esa ruta? Recuerda que todo camino de mil pasos siempre empieza por UNO.
Abelardo Hernández