Pozuelo, a veces, da la sensación de ser un quiero y no puedo
(27-11-13) Empezaré diciendo, para evitar malos entendidos, que estoy encantado con que el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón (supongo que a través de la concejalía de Cultura), esté celebrando, estos días y en colaboración con la Asociación Wagneriana de España, unas “Jornadas Wagnerianas” para celebrar el bicentenario del nacimiento del genial músico alemán Richard Wagner.
Seguiré diciendo, para que nadie piense mal, que a mí me encanta Wagner. Y que eso de que las jornadas se estén celebrando en la Escuela Municipal de Música y Danza (EMMD) está también muy bien porque les vendrán de perlas a los alumnos. Y no digo nada sobre esa idea de mezclar música y palabra en conciertos y conferencias porque está muy requetebién. Pero… En Pozuelo, siempre hay un pero…
Pero da la sensación de ser un quiero y no puedo. Ésta, como otras veces, da la sensación de que el Ayuntamiento o la Concejalía de Cultura quieren hacer algo bueno pero se quedan a mitad de camino.
Lo de homenajear a Wagner es una idea maravillosa y que se haga en la Escuela de Música es fantástico… Todo es para tirar cohetes. Pero, ay amigo, que el Concierto Final no se celebre en el MIRA y que no venga a hacerlo una gran Orquesta Sinfónica (la de RTVE, por ejemplo, que está ubicada en el pueblo) es para hacérselo mirar.
Pozuelo no se puede quedar a medias. Tiene que ir a por todas. Siempre tiene que ir a por todas. Y, en este caso, hacer de estas ‘Jornadas Wagnerianas’ un acontecimiento.
No quiero ser tocapelotas pero huelen un poco improvisación… A una especie de ‘Abra cadabra… y ahora, para todos ustedes, unas Jornadas Wagnerianas…’