Detenido el compañero de piso que presuntamente cosió a puñaladas a un hombre en Puerta del Ángel, cuando trataba de ocultarse en casa de su madre, donde tenía orden de alejamiento

El último crimen acaecido en Madrid se ha resuelto en apenas 34 horas. Si el martes a eso de las 3 de la tarde un hombre colombiano de 29 años era cosido a puñaladas en la vivienda del barrio de Puerta del Ángel (distrito de Latina) donde residía, el jueves de madrugada los agentes de la Policía Nacional colocaban los grilletes a su compañero de piso, un joven español de 22 años, cuando trataba de alcanzar la casa de su madre en el distrito de Chamartín, de la que tiene una orden de alejamiento.
El día del crimen, los gritos y los «ruidos de muebles» dejaron paso a los golpes y las puñaladas a una hora donde los vecinos de la calle del Cerro Bermejo no están acostumbrados a escuchar ningún sobresalto. Eugenio, como así se llamaba la víctima, recibió hasta una docena de puñaladas, repartidas por todo el cuerpo, fruto de un salvaje ataque que terminaría por derivar en una carnicería fatal. Aún consciente y con el agresor huido, tuvo tiempo de asomarse a la ventana de la segunda planta y pedir ayuda a los vecinos, que llamaron de inmediato a los servicios de emergencia.
Los primeros en llegar fueron los indicativos nacionales, que atendieron al hombre hasta la llegada del Summa 112. Para entonces, ya se había desplomado y había entrado en parada cardiorrespiratoria, de la que finalmente no saldría pese a las maniobras de reanimación cardiopulmonar practicadas. Hasta el lugar también acudieron los agentes de la Sección de Delitos Violentos (DEVI) de la Policía Científica, encargados de la inspección ocular; y del Grupo VI de Homicidios, que recogieron algunos testimonios, entre ellos el trasladado por los propios ‘zetas’ de boca del fallecido, a la postre clave para la rápida localización del autor.
Con el individuo identificado, un sujeto muy violento al que le constan antecedentes por maltratar a su progenitora, los investigadores establecieron un discreto dispositivo de vigilancia en torno a la casa de ella. Tenían claro que tarde o temprano acabaría refugiándose allí, y no fallaron. En la madrugada del miércoles al jueves, le dieron el alto en la vía pública para proceder a su detención, si bien reducirlo no resultó sencillo. El sospechoso portaba un cuchillo sujeto en el cinturón y la emprendió a golpes con sus interlocutores. Por ello, está acusado de tres delitos: homicidio, atentado a agente de la autoridad y quebrantamiento de medida cautelar.
La Policía Nacional sigue trabajando para tratar de dilucidar las causas concretas del crimen, antes de que mañana sábado sea puesto a disposición judicial. Desde el primer momento se descartó que el móvil estuviera relacionado con la problemática de las bandas juveniles o que Eugenio hubiera sido víctima de un robo saldado de la peor manera posible. Los dos compañeros apenas llevaban residiendo en el inmueble un mes, sin que haya trascendido si se conocían de antemano o llegaron al piso de forma independiente.
Un artista en busca de su sueño
Según adelantaron diversos medios locales del sur de España, Eugenio era un artista conocido como Parce Lean que había llegado de Algeciras a la capital para intentar hacerse un hueco en el mundo de la música. El joven, que antes de alquilar una habitación en el piso donde le dieron muerte había estado un tiempo pernoctando en la calle, formaba parte de un grupo de rap surgido en la ciudad gaditana. En Madrid, solía frecuentar la plaza del Dos de Mayo, donde sus amigos y allegados han colocado esta semana un improvisado altar para recordarle. Sus canciones y videoclips se pueden contemplar en portales como Youtube, donde su ‘crew’ contaba con miles de visualizaciones.