Agentes de la Guardia Civil y la Policía Catalana han desmantelado el conocido ‘Clan de los viajeros’, integrado por tres aluniceros originarios del barrio de Villaverde de Madrid, que operaban en el territorio nacional. Los detenidos son tres varones, dos españoles y un marroquí contando con 57 detenciones anteriores por delitos contra el patrimonio.

Las investigaciones se iniciaron cuando los agentes detectaron un elevado número de hechos delictivos consistentes en asaltos a centros comerciales y grandes superficies, en los cuales los autores violentaban tiendas de telefonía móvil, empleando siempre en su comisión vehículos de las mismas características.

Los expertos de la Guardia Civil iniciaron un exhaustivo análisis al robo de vehículos de alta gama denunciados en dependencias de la Guardia Civil, localizando un patrón que les permitió centrar las investigaciones sobre un clan de aluniceros originarios del barrio de Villaverde de Madrid.

El pasado 25 de mayo, se pudo constatar que el grupo que estaban investigando había cometido dos robos con fuerza en la provincia de Tarragona. Concretamente, uno de ellos perpetrado a una tienda de telefonía ubicada en el interior de un centro comercial, donde sustrajeron un total de 80 terminales de última generación valorados en unos 15.000 euros.

Los autores, empleando una pata de cabra, lograron abrir las puertas de acceso al centro comercial. Seguidamente, mediante apalancamiento forzaron el cierre de la tienda en cuestión, sustrayendo en solo unos segundos la mercancía y huyendo del lugar en un vehículo sustraído.

Fruto del cruce de información se pudo obtener que la Unidad Central de Multireincidentes de la Policía Catalana estaban investigando la autoría de los mismos, por lo que se iniciaron un operativo conjunto que ha culminado el pasado fin de semana tras la detención de los autores en la localidad de Vélez-Málaga, donde se habían desplazado días previos para desarrollar sus actividades ilícitas.

En la última fase la investigación el grupo criminal cometió varios hechos delictivos en las provincias de Granada y Toledo. Y es que, los integrantes del grupo realizaban desplazamientos de cientos de kilómetros con la finalidad de conseguir su objetivo.

Previamente al robo, analizaban el lugar donde lo iban a cometer, estudiaban sus horarios y sistemas de seguridad, los robos los cometían de madrugada y en apenas unos minutos y tras violentar los cierres se hacían con una gran cantidad de dispositivos móviles.

De hecho, el líder del grupo, conocido como «El Bubu», resultaba ser el conductor habitual de los vehículos sustraídos y es experto en emprender huídas espectaculares de los vehículos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, estando muy familiarizado con la conducción de una marca en especial, que era la que este grupo robaba.